domingo, 19 de noviembre de 2023

 La torre de les Caletes y la discutible fecha de su destrucción.


La torre de les Caletes es un interesante testimonio de los siglos en los que el litoral de Benidorm sufrió los ataques de los corsarios musulmanes del norte de África, sobre todo de Argel. Ataques que en Benidorm se iniciaron en el siglo XIV, llegaron a su apogeo en el XV y finalizaron en el XIX. En total unos 500 años de incursiones en nuestras costas. La torre de les Caletes no tiene tantos  años ya que fue construida a mediados del siglo XVI. El problema que planteo en este artículo es dilucidar durante cuanto tiempo prestó servicio defensivo al litoral de Benidorm y del Reino de Valencia. Sabemos que a mediados del siglo XIX ya estaba destruida pero ignoramos el momento exacto en que se produjo dicha destrucción. ¿Fueron los ingleses al final de la Guerra de la Independencia tal como afirman dos autores del siglo XIX?

Francisco Amillo Alegre



La torre de les Caletes  tiene el doble valor de constituir un elemento del patrimonio histórico de Benidorm y un lugar de interés turístico. Situada en la Punta del Cavall de Serra Gelada, es un interesante testimonio de los más de 500 años en los que el litoral valenciano sufrió los ataques de los corsarios musulmanes del norte de África, sobre todo de Argel. Declarada Bien de Interés Cultural (BIC), tiene el interés añadido de poder acceder a ella a pie por una ruta asfaltada que bordea el mar con vistas de gran belleza. Fue construida en tiempos del alcalde Pedro Zaragoza pero no es la ruta que durante siglos siguieron los vigilantes de la torre. La antigua senda bordeaba el mar más abajo que la actual y constituía un trayecto más duro y lento que el actual.


 

La torre de les Caletes, antes de los trabajos de excavación y consolidación llevados a cabo entre 2017 y 2018, corría peligro de desmoronarse por completo. 


La torre no está completa ya que perdió su parte superior. Antes de 2017 pensábamos que sólo quedaba el tercio inferior que era macizo para mayor seguridad de sus vigilantes. Pero en ese año y el siguiente se llevaron a cabo los trabajos para consolidarla porque  se iba desmoronando poco a poco. Como paso previo a la consolidación y rehabilitación se procedió a una excavación arqueológica que aportó datos interesantes y desconocidos. Fue un gran trabajo.

En primer lugar se averiguó que se habían preservado dos de los tres cuerpos de la torre: el inferior, que efectivamente era macizo y el cuerpo central consistente en una a sala que estaba casi íntegra, a falta del techo, porque se había rellenado con los escombros de la tercera sala que se había derrumbado sobre ella. Entre los escombros aparecieron objetos de la vida cotidiana de los guardianes de la torre: cerámica, calzado, cuerdas, cestas, balas, etc. También apareció la puerta de acceso, que por seguridad estaba elevada y se necesitaba una escala de madera o cuerda fácil de retirar en caso de ataque. La eficacia de este sistema y su buena estructura defensiva permitieron que en 1590 resistiera el ataque de 500 turcos estando defendida solamente por tres soldados, hazaña que Felipe II recompensó con 100 libras para los tres [1].

También se descubrió que la primitiva torre, construida entre 1555 y 1557 para vigilar el litoral y dar aviso de la arribada de naves corsarias, era mucho más estrecha que la actual pero igual de alta. Se amplió a fines del siglo XVI creando un nuevo muro de 0,77 metros de espesor alrededor del primero con lo que la torre conservó la misma altura pero aumentó su grosor. En el siglo XVII se construyó el tercer muro, el que vemos en la actualidad, pero no conocemos la fecha exacta de esta ampliación. Sabemos por un documento del archivo municipal de Villajoyosa que en 1670, cuatro años después de la creación del municipio de Benidorm por  Beatriu Fajardo, el constructor Ginés Mingot se comprometió ante los tres síndidicos de la costa del Reino de Valencia a realizar obras en la torre de les Caletes que debía finalizar en el plazo de un año y un día. El texto, con una ortografía muy peculiar dice: 

"Gines Mingot obrer de vila dela present Vila de Vila Jojosa habitador [...] Promet j se obliga als molts jlustres elets los tres sindichs de la Costa del Rejne A obrar la obra de la Torre de les esCaletes penes de al Bir [Penyes de l’Albir o Serra Gelada] Conforme capitols. Asegurara aquella per espai de un any j un dia" [2]. 

Un año es un tiempo suficientemente dilatado como para que se pudiera construir dicho tercer muro con lo que hoy día podemos observar desde el aire los muros de la torre con tres anillos concéntricos. Estos ensanchamientos fueron fruto de los cambios en las funciones que debía desempeñar. La primitiva torre se pensó sólo para vigilar el mar pero posteriormente se vio la conveniencia de dotarla de artillería. Para ello era necesario que dispusiese en su parte alta de espacio suficiente para los cañones y su retroceso.


 

En esta fotografía, anterior a 2017, se aprecia cómo había caído parte del muro exterior, el tercero, y el peligro de que se siguiese deteriorando. De ahí la urgencia de su consolidación.


El corso norteafricano finalizó hacia 1830 con la conquista de Argel por los franceses y a partir de esos años la torre dejó de tener utilidad. La hemos conocido en ruinas pero cómo y cuándo se destruyó o la destruyeron? 

El 10 Marzo de 2023 se inauguró en el Museu Boca del Calvari la exposición “Guardianes del mar. La Torre de les Caletes” que duró hasta el mes de octubre. Fue muy interesante, destacando la exhibición de elementos recuperados durante las excavaciones de 2017 y 2018 que habían sido analizados, restaurados y catalogados por el MARQ. 

Fotografía de la exposición sobre la torre de les Caletes mostrando algunos de los objetos encontrados en ella durante los trabajos de excavación y consolidación.


A la inauguración asistieron numerosas autoridades y personal responsable de los trabajos realizados entre ellos, Manuel Olcina, director técnico del MARQ y José Luis Menéndez, comisario de la exposición. Los asistentes recibimos gran cantidad de información y me llamó la atención la fecha de la destrucción de la torre a finales del siglo XVII. Me sorprendió tanto que posteriormente pregunté a José Luis Menéndez en qué basaban tal afirmación. Me comentó que habían aparecido monedas de la época de los últimos reyes de la casa de Austria por lo que había que datar el final de la torre en aquellos años. Le indiqué que había documentación posterior, del siglo XVIII, que demostraba que la vida útil de la torre continuó durante todo ese siglo pero me respondió que las monedas constituían una prueba irrefutable: finales del siglo XVII o muy a principios del XVIII. Posteriormente dejó escrita esta afirmación en el catálogo de la exposición: "La actividad de la torre en esta época es de difícil definición, ya que sabemos por la arqueología que su vida activa no sobrepasó los inicios del siglo XVIII". El artículo que redactó es muy interesante y bien documentado aunque creo que en este punto concreto no es exacto. Me baso en que hay textos que hablan de la pervivencia de la torre de les Caletes a lo largo del siglo XVIII. No todos  indican explícitamente que la torre estuviese en servicio en dicho siglo  pero hay algunos que sí lo hacen. 


En 1710, durante la Guerra de Sucesión a la Corona de España, Benidorm ya estaba bajo el dominio de Felipe V aunque Cataluña y Baleares seguían fieles al archiduque Carlos de Austria y continuaban en guerra. Pedro Corbí Andrés, militar borbónico natural de Ibi y emparentado con los Orduña de Guadalest, redactó un informe sobre las torres vigia de la costa y sus servidores en donde leemos: "En Benidorm el alcayde se podrá mantener con el sueldo solo que tiene de gobernador, un artillero y un soldado [...]. En la Torre de las Escaletas se pondrá un alcayde que sirva por su honor sin sueldo, y por haber un cañon se habrá de mantener dos soldados y un artillero que ganaran entre los tres, noventa reales al mes" [3]. El detalle de que tenía un cañón es importante porque nos indica que la cubierta de la parte superior estaba en perfectas condiciones ya que desde ella se disparaba dicha pieza de artillería. Por tanto la torre seguía operativa a principios del siglo XVIII.

 Por un documento del archivo municipal de Villajoyosa sabemos que en el año 1712 los soldados de vigilancia del litoral de la Marina reclamaban el sueldo de los últimos cuatro meses de 1711 que  aún no les habían abonado. Esos retrasos habían sido habituales en la época de los Austrias y siguieron siendo en la nueva etapa borbónica:  

Juan Ballester, Joseph Ots, Soldados dla Guarda den medio eô, Peñas del albir = Maximo Lorca Alcayde dela torre delas Escaletas, Caetano Morales, Pedro Guerra, Juan Ballester Soldados de dcha. Torre = Dn. Gaspar Tous de Dn. Vicente Alcayde dl Castillo de Benidorme, felipe Morales, Juan Berlanga, Ataxadores de dcho. Castillo, Jayme Such, Juan Ivorra, Anbrosio Lorca, Domingo Vives, [...] Juan fluxa. [Reclamaban] la paga que se nos esta deviendo dlos meses de Setiembre, Octubre, Noviembre, y Diziembre, mas cerca pasados del Año Mil Setecientos y onze” [4]. 

Así pues en 1712 la torre seguía en activos con una dotación de un alcaide y tres soldados, que como los vigilantes de otras torres, estaban descontentos por el retraso en cobrar sus salarios.

En esos momentos se estaba utilizando la torre no sólo para vigilar a los corsarios musulmanes sino también a los austracistas que hacían incursiones en estas tierras, como por ejemplo el 21 de abril de 1713 cuando un grupo de entre 80 y 100 corsarios de las Baleares ("migueletes de mar" se les llama en el texto), desembarcaron cerca de Benidorm y se dirigieron a Polop llegando sin ninguna resistencia "como a las nueve de la noche, siendo esta oscura y tenebrosa". Cautivaron a Tomás Sanz, procurador de los condes de Montealegre, señores de Polop y Benidorm, al párroco, al alcalde y a un soldado por ser partidarios de Felipe V. Los de Polop dieron la voz de alarma y la milicia de Benidorm salió de la villa y recorrió el Rincón de Loix y el Albir pero no hizo nada para detener a los corsarios y rescatar a los cautivos: se escondió, los dejó pasar de largo y cuando ya estaban lejos dispararon para justificarse. Los corsarios liberaron los cautivos pocos días después, tras cobrar su rescate. El pago lo efectuaron los condes de Montealegre que acto seguido exigieron al municipio de Benidorm la cantidad gastada porque la milicia había obrado de mala fe [5].

En el incidente no se citan las torres de les Caletes y Bombarda ni el castillo de Benidorm pero cuesta creer que alguno de estos elementos de vigilancia no hubiese avistado la nave de los corsarios baleares. Si llegaron andando a Polop a las nueve de la noche habían tenido que desembarcar al atardecer, no de noche. Tenemos constancia que en 1711 se avistó una nave y como no se sabía con certeza si era austracista o berberisca se dio la voz de alerta. Pero en este caso no dieron ninguna alerta. ¿No vieron venir la nave desde Baleares ni el desembarco de un centenar de personas? Podría ser, pero tampoco se puede descartar que hicieran la vista gorda ante su desembarco por el retraso en cobrar sus salarios, por sus simpatías con los austracistas o por ambas cosas.  

Al estallar la Guerra de Sucesión nuestra comarca se adhirió con entusiasmo a la causa del archiduque Carlos de Austria. Tras la batalla de Almansa su territorio cayó en poder de Felipe V de Borbón pero sus gentes seguían estando a favor del archiduque Carlos por lo que no sentían ningún deseo de combatir a los corsarios de las Baleares.


La torre de les Caletes ya consolidada muestra la puerta de acceso que estaba elevada en el lado de Levante.


Años más tarde nos encontramos con el documento "Estado y relacion de la fortalezas de la costa maritima del presente Reyno de Valencia en el año 1727". Sobre la torre de les Caletes indica que seguía en activo ya que tenía: "un cañón de hierro, 3 balas de artilleria de calibre de 7 y del 12 y una cureña de campaña. Domina dos calas, una por Levante y otra sobre Poniente y la isla de Benidorm; refuxianse a la citada torre las embarcaciones por temporal o acosadas de enemigos". Indica que controlaba dos calas e impedía que se ocultasen en ellas las naves corsarias. Por estar entre esas dos calas recibió el nombre de torre de "les Caletes" que algunos transformaron en "Escaletes". El autor del informe fue Francisco Thomas Boscasa [6].

Creo que este documento de 1727, que algunos historiadores datan en 1729, ya no se puede calificar de "principios del siglo XVIII" y certifican que la torre no fue destruida en dicha fecha. 

Pero hay más testimonios. Muy avanzado dicho siglo, en 1779, tenemos las “Relaciones geográficas, topográficas e históricas del REINO DE VALENCIA hechas en el siglo XVIII a ruego de Don Tomás López” que recogen los informes de algunos personas de la Marina sobre su pueblo y otras localidades vecinas. En 1774 se les entregó un cuestionario que fueron contestando acompañado de un croquis. Dichos informes sirvieron para que Tomás López de Vargas Machuca publicara en 1788 un mapa del Reino de Valencia [7].  Destaco dos de ellos:

Siguiendo la costa del mar, se halla el promontorio nombrado peñas de "Albir", por lo que mira al mar, y por lo que mira a tierra se denomina sierra de "Elda" [Helada]; en ella se hallan tres estancias de atalayas, la más inmediata a Benidorm llamada castillo de "Escaleras" [Escaletes], con cinco soldados de costa y un Alcayde, en la que hay también un cañon para su defensa y aviso de piratas y enemigos; en el medio de dicha sierra hay otra guardia de tres atalayas, nombradas del "Seguro", y al fin de ella, y entrada al puerto de Altea, hay otra torre, nombrada de la "Bombarda", con tres atalayas, por donde dividen los términos de Polop y Altea”. 

(Francisco Lloret, párroco de Villajoyosa)


Sigue la parte de Poniente de Altea una punta llamada la Bombarda con una torre en lo alto de ella distante de Altea tres quartos de legua; sigue de la misma punta un monte llamado la Sierra Elada y al remate de ella una torre con un cañón encima de una punta llamada las Escaletas, distante de la antecedente una legua; sigue la villa de Benidorm, situada en un montecito”. (Vicente Castelló párroco de Altea).

Está claro que en 1774 la torre de les Caletes seguía formando parte del sistema defensivo ya que contaba con un cañón, cinco soldados y un alcaide y  se indican los tres puntos de Serra Gelada desde los que se vigilaba la arribada de naves corsarias. Observamos que la sierra tenía dos nombres, uno para los hombres de la mar y otro para los de tierra.

En mi opinión estos testimonios invalidan la afirmación de que la torre fue destruida a finales del siglo XVII o muy a principios del siglo XVIII. La existencia de las monedas y su cronología son hechos indiscutibles pero deducir que marcan el final de dicha torre sí es discutible. Contradice bastantes testimonios escritos posteriores por lo que creo que se debe buscar otra explicación, como por ejemplo que alguien escondió esas monedas y no pudo regresar a recogerlas, un hecho repetido a lo largo de la historia y muy conocido por los arqueólogos.  


Por tanto parece evidente que la destrucción de la torre de les Caletes no sucedió a fines del siglo XVII sino bastante más tarde. Sin embargo no tenemos documentación que nos indique de forma indudable la fecha exacta en la que ocurrió.

Tenemos dos hechos claros. En primer lugar que al iniciarse el siglo XIX, en 1803, seguía en activo. Carlos Llorca Baus, basándose en los protocolos notariales del Archivo Municipal de Benidorm, indica que en 1803 Maximiliano Llorca era alcaide de la torre de les Caletes y Antonio Vives soldado; también señala que Pedro Llorca era "atallador" (Historia Marinera de Benidorm, página 25).

 Por otro lado sabemos que la torre estaba destruida a mediados del siglo XIX. El informe del capitán de Ingenieros Joaquín Aguado señala: “Fue entregada como las demás al Cuerpo de Carabineros por el de Ingenieros en 31 de Diciembre de 1850 según Real Orden de 1º de Octubre de 1849, cuyo cuerpo no la utilizaba por el estado de ruina en que se encontraba.” [8]. En esa fecha ya no había corsarios y sí mucho contrabando pero los carabineros, para perseguirlo, no pudieron utilizar la torre porque estaba en ruinas. 

Estas dos referencias dan verosimilitud a la afirmación de Pedro María Orts Berdín sobre su destrucción por los ingleses al finalizar la Guerra de la Independencia: 

bombardearon también las torres del Aquilón  [Aguiló] y Caletes, arrojaron al abismo los cañones de ésta y sustrajeron un catalejo antiguo de gran alcance, prendièndole fuego a su retirada si bien no se incendió por completo, gracias á que los torreros escondidos en la inmediata cueva del Azno [cueva del Barber], al reembarcarse los incendiarios, dominaron las llamas y salvaron parte de sus muros calcinados” [9].

Este autor publicó su libro “Apuntes históricos de Benidorm” en 1892 recogiendo relatos orales que no contrastó por lo que conviene ser muy cauto a la hora de aceptar la fecha que sugiere:1814. De todas formas da un dato concreto: la torre fue incendiada y las excavaciones del 2017 encontraron que un incendio había colapsado el techo de la cámara.

Hay otro elemento que también podría avalar la afirmación de Orts Berdín. Indica que los teóricos aliados ingleses destruyeron, además de la torre de les Caletes, el castillo de Benidorm, que él denomina fuerte, y un torreón circular próximo a la iglesia que denomina rollo: “Más tarde nuestros aliados los ingleses, faltando a los tratados establecidos, bombardearon el fuerte y rollo, ó torre de Piera, [...] lo minaron y volaron arrojando al mar sus cañones” [10].

Hay documentos que sugieren que el castillo sufrió daños a principios del siglo XIX. En 1827 se dice: “The town [Benidorm] is small, and stands on a rock defended by a small work mounting two guns” [11]. Es decir, el castillo había quedado reducido a una pequeña construcción con dos cañones.

En 1828 en el Diccionario de de Sebastián Miñano se indica que estaba en mal estado: “el castillo consiste en un recinto irregular que ciñe la parte más avanzada hácia el mar y por parte de la villa, con un frente de hornabeque sin foso, y todo en mal estado” [12].

Por tanto la noticia de la destrucción parcial del castillo de Benidorm al final de la Guerra de la Independencia parece verosímil y eso incluiría también la destrucción parcial de la torre de les Caletes.

Fernando VII volvió a España el 22 de marzo de 1814 y el 4 de mayo, desde Valencia, abolió la Constitución y todas las leyes de las Cortes de Cádiz. Para entonces, si creemos a Orts Berdín, la torre de les Caletes debería estar destruida desde enero o febrero, pero no lo sabemos con certeza. 

El benidormense Vicente Llorca, bibliotecario del Senado, tomando como base un documento del Archivo de dicha institución explicaba que en las primeras décadas del siglo XIX los artículos de contrabando circulaban de forma escandalosa por esta comarca, siendo Benidorm una de las localidades más destacadas y por eso, finalizada la Guerra de la Independencia, se debía eliminar. Las autoridades provinciales presentaron un "Plan e Instrucción de la Provincia de Alicante respectivo al Ramo de Rentas que comprende desde el Cabo de San Antonio hasta la Torre de la Oradada, con espesifícación de todas las Calas y Sitios donde se pueden verificar desembarcos: Así mismo, de las Partidas que se Establecieron el año 1804, en virtud del Reglamento hecho por Don Josef Betegon, Governador Político y Militar de dicha de Alicante y fué aprovado su Magd. produciendo buenos efectos. Comprendiéndose tambien en este Plan, algunas adevertencias necesarias para cooperar al esterminio del fraude que circula por estas costas... (Fecho en 12 de Agosto del año de 1814.)". En este Plan se señalaban las calas y puntos donde se podían verificar desembarcos. Cuando indica cómo se distribuían los hombres que debían vigilar el mar y dar aviso en caso de avistamiento de contrabandistas se cita la torre de les Caletes: "apostando tambien un Dependiente en la Torre de las Caletas para que observe los buques que fondean en la Isla Mediana y dé parte a su cabo”. Este texto nos podría haber aclarado si en el verano de 1814 la torre seguía entera y en activo o ya estaba destruida pero su redactor no lo consideró relevante [13].

De todas formas mi conclusión, después de este repaso a la documentación, es que la vida útil de la torre de les Caletes no duró el siglo y medio que le atribuye el catálogo de la exposición sino que se prolongó durante otros cien años más. Continuó activa todo el siglo XVIII y sufrió daños importantes a principios del siglo XIX, probablemente durante la Guerra de la Independencia o en fecha próxima a ella. No fue una destrucción total pero quedó inutilizada. El citado informe del capitán Aguado coincide con Orts Berdín al indicar que fue volada por los ingleses. Pudo haberse reparado pero no se hizo y se fue deteriorando. Afortunadamente se ha detenido ese proceso y su pervivencia está asegurada. Hoy día tiene 7 metros de alto y en 1870, según el Informe Aguado, era 2,20 metros más alta que en la actualidad, lo que significa que se conservaba casi todo el cuerpo superior que fue cayendo sobre el central y rellenándolo. Cuando estaba en servicio debería tener entre 9,5 y 10 metros de altura. 

También me gustaría dejar claro que la exposición del Museu Boca del Calvari  sobre la torre de les Caletes ha sido muy útil y didáctica y que y el catálogo editado recoge información muy interesante y muy valiosa sobre las excavaciones, la consolidación de la torre y su entorno, la vida de los vigilantes, etc., y vale la pena leerlo con detenimiento.

Y también vale la pena visitar la torre. Desmochada, se alza en pie recordándonos antiguas historias de unos siglos, felizmente superados, en los que las relaciones entre cristianos y musulmanes se basaban en el odio y la guerra en vez de en la tolerancia y la colaboración. 






NOTAS:

[1] ACA, Consejo Supremo de Aragón, Legajos, Secretaria de Valencia, 555, doc. 6 “Torre de las Caletas,” en PARES.

[2] PAYÁ NICOLAU, José: “Papers de la Vila”, AEMABA, 2017. Edición digital, pág. 27.

[3] GALIANA SORIANO, Agustí: “Documentació històrica i bibliografia de la Marina Baixa”, año 2011,  pág. 560, edición digital.

[4] Payá Nicolau 2017:127-128.

[5]. ARV, Escribanías de Cámara, año 1713. Inv. Gral. 630, lg. 51, exp. 92. Los condes de Montealegre contra Benidorm). 

[6] Llorca Baus, C. : “Historia marinera de Benidorm”, 1994, pag 19. Fuente: AGS, Guerra Moderna, leg. 253. Le da fecha de 1729

[7]. He utilizado la edición digital de la Biblioteca Nacional de las “Relaciones geográficas...” publicadas por Vicente Castañeda y Alcover en varios ejemplares de la “Revista de Archivos y Bibliotecas”.

[8] AGUADO, Joaquín: Informe de Reconocimiento de Torres de Costa, 1870. Servicio Historia Nacional (4-4-4-1).

[9]. ORTS BERDÍN, P. M.: "Apuntes históricos de Benidorm",1892, pág. 135.

[10].Orts Berdín 1892:134.

[11]  PLANTAGENET TEMPLE, Richard: “The prívate diary of Richard, Duke of Buckingham and Chandos”, Londres 1862, 3 vol. En Google Books. La cita es del vol. 1, pág. 70.

[12]  MIÑANO BEDOYA, Sebastián: “Diccionario geográfico-estadístico de España y Portugal”, Madrid: Pierart-Peralta, 1826-1828, 11 vols. En Google Books. La cita está en el tomo IX, pág. 192.

[13]. https://histobenidorm.blogspot.com/2013/12/historia-de-benidorm-en-los-siglos-xix.html

miércoles, 21 de junio de 2023

 Pedro Zaragoza Orts y la promoción turística a través de la “Comisión Pro-Playas” y la “Asociación Gabriel Miró de Amigos de Benidorm”.



La promoción turística de Benidorm nació casi al mismo tiempo que el turismo pero con Pedro Zaragoza se transformó en una actividad fundamental. En este artículo me centraré solamente en tres elementos de dicha promoción. Primero la anterior a Pedro Zaragoza y luego las dos entidades promocionales creadas por él: la Comisión-Pro-Playas y su sustituta, la Asociación Gabriel Miró de Amigos de Benidorm. Fueron entidades mixtas público-privadas aunque el control del alcalde sobre ellas era total. Eso no ocurre actualmente con Visit Benidorm, también entidad público-privada pero con mucha más autonomía.

Había oído hablar de estas dos entidades pero había encontrado muy poca información escrita sobre ellas. Por eso investigué en el Arxiu Municipal y encontré datos sobre ambas asociaciones que creo pueden resultar útiles para las personas interesadas en la historia de Benidorm y en sus tempranas actividades de promoción turística. 

Francisco Amillo Alegre.




1. Las promociones turísticas anteriores a Pedro Zaragoza Orts.

La promoción turística de Benidorm se inició desde los orígenes del turismo, al que ya he dedicado tres entradas en este blog. Fue obra de particulares, destacando en el siglo XIX el primer veraneante ilustre de Benidorm, Emilio Castelar, que en sus escritos periodísticos dio a conocer las posibilidades veraniegas de aquel pequeño pero interesante pueblo y consiguió que personas como Leonor Canalejas fueran asiduas veraneantes. Fue seguida por  empresarios como Francisco Ronda promocionando su balneario Virgen del Sufragio. 

En las dos primeras décadas del siglo XX la promoción fue continuada por artículos periodísticos difundiendo las ventajas de veranear en Benidorm y por propietarios de casas que anunciaban en la prensa su interés por alquilarlas, indicando que algunas se construyeron sólo con dicha finalidad. En la segunda década la construcción de chalets en la playa de Levante fue una iniciativa que, encabezada por el Marqués de San Jorge, se difundió verbalmente entre los industriales alcoyanos generando interesantes ingresos para los maestros de obras y constructores locales. Pero fue una actividad individual, sin planificar.  Gabriel Miró fue el gran propagandista de aquel Benidorm que, según decía, se había convertido en el baño vacacional de alcoyanos ricos. 

En la tercera década de dicho siglo XX ya encontramos una clara intervención municipal para favorecer la actividad turística a causa de los ingresos que generaba para el erario municipal a través de las tasas sobre toldos y casetas de baño en las playas, por las bebidas alcohólicas en los bares y por los alquileres de viviendas. 

La intervención municipal comenzó por la adecuación del espacio urbano para atraer visitantes, destacando sobre todo el alcalde Vicente Llorca Alós. La urbanización de la actual plaza del Torrejó, la remodelación del Castell con su característica balaustrada y el inicio de lo que hoy denominamos Parque de Elche surgieron por iniciativa suya. También fue importante, ya durante la Segunda República, que en 1933 el Ayuntamiento decidiera continuar la carretera de la playa de Levante hasta el Rincón de Loix por “la conveniencia para fomentar el turismo” [1].

Postal circulada en agosto de 1935 que muestra el paisaje de la playa de Poniente con el pueblo al fondo. En el matasellos el nombre de la oficina de correos es ilegible pero si está claro que era  la provincia de Castellón. Promocionaba las bellezas naturales de un Benidorm de unos 3.000 habitantes.

Postal circulada en agosto de 1935 que muestra el paisaje de la playa de Poniente con el pueblo al fondo. En el matasellos el nombre de la oficina de correos es ilegible pero si está claro que era  la provincia de Castellón. Promocionaba las bellezas naturales de un Benidorm de unos 3.000 habitantes.


Surgieron nuevas iniciativas. En 1932 se utilizaron las tarjetas postales, un sistema de comunicación muy utilizado en esa época. El alcalde Francisco Farach proponía con ellas difundir “las condiciones del clima como también de las playas únicas en este litoral” de Benidorm. Con esa finalidad el pleno aprobó adquirir una colección de tarjetas con diferentes vistas y remitirlas a la oficina de turismo y a cuantas personas conocidas y de representación se encontrasen fuera de la localidad para que estas las propagasen [2].

Pero la iniciativa municipal  más notable en materia de promoción turística de esta época fue  la creación de una Junta Local de Turismo. Iniciada en 1935 fue inoperante pero se intentó constituirla de nuevo en 1936 por la corporación que presidía José Miñana. Integraba representantes del pueblo y del Ayuntamiento. Estaba presidida por el alcalde y entre los vocales figuraba un concejal y un representante de cada una de las siguientes actividades: comercio, industria, propietarios y hoteles. Esta segunda Junta tampoco pudo hacer gran cosa  por el estallido de la Guerra Civil. Nos dejó el sello sin valor postal cuya imagen reproduzco a continuación. 



Sello sin valor postal que se distribuía de forma gratuita para añadirlo al franqueo ordinario promocionando en todo el mundo el turismo de Benidorm. Fue editado en 1936 por la Junta Local de Turismo. Imagen cedida por María José Gutiérrez Miñana, nieta de José Miñana. El dentado y el centrado de la imagen de este sello son imperfectos y presenta marcas de haber sido circulado. 


La idea de promocionar Benidorm mediante estos sellos fue muy interesante porque en aquellos años el correo postal era ampliamente utilizado y a través de él la imagen y el nombre de Benidorm podrían circular por muchos países. Se distribuía gratuitamente y se pegaba junto al franqueo oficial. El paisaje que reproduce coincide con el de una postal de 1933 editada por el Ayuntamiento.  Promocionaba sus playas y su clima y el color azul se inspiró en Gabriel Miró, que lo había resaltado poéticamente:  

Benidorm sumergido entre azules perfectos mediterráneos. […] Azules nuevos, como recién cortados; azules calientes, azules de pureza. Esa pastosidad y esa levedad de la luz se originaban de la armonía de todo lo que constituye y es Benidorm”.  

Pero Benidorm tenía intimidad. Se interna entre los azules del cielo y de las aguas. Mar y aire suyos, como creados privadamente para su goce.

Desgraciadamente la guerra civil de 1936-1939 cortó en seco la actividad turística que se retomó a un nivel más bajo en los primeros años de la postguerra a causa de las grandes escaseces del país causadas por la política económica del gobierno de Franco y exacerbadas por la Segunda Guerra Mundial. Fueron años en los que la penuria de alimentos desembocó en hambrunas de 1939 a 1942, lo que se tradujo en un mayor incremento de la emigración y de la mortalidad en esos años. Tras el final de la Segunda Guerra Mundial se registró otra hambruna en 1946 [3]. 

Estos hechos también afectaron a Benidorm. Según consta en el acta del pleno del 9/5/1939, el Ayuntamiento había solicitado en el Banco Español de Crédito de Villajoyosa “un crédito de veinte mil pesetas para la compra de comestibles en Zaragoza”. Era el Ayuntamiento, a través del delegado de abastos Pedro Juan Martínez, el que compraba los alimentos que el pueblo necesitaba. Pero no pudo hacerlo porque en dicha ciudad “había orden de que todos los artículos fuesen a Madrid”. Por tanto para abastecer a la capital de la nación se desabastecieron localidades como Benidorm y eso tuvo consecuencias. Los datos demográficos de Benidorm, según los censos, son elocuentes:

Año                                 1930 1940 1950 

Población de hecho 3113 2955 2726

Población de derecho 3226 3135 2787

Hogares                           844   782   797


Ante tal coyuntura económica y social la actividad turística  en la década de 1940 fue inferior a la de la de 1930 pero aún así continuó. El Ayuntamiento tenía un terreno en la playa de Levante y era costumbre alquilarlo a vecinos de Benidorm interesados en explotarlo en la temporada de verano. El pleno municipal decidió en la sesión del 30/5/1939 dividirlo en parcelas de 10 m2 que se subastarían al mejor postor para instalar toldos de playa y puestos de venta de refrescos y helados. Así pues la actividad turística se incrementó poco a poco lo que permitió que se crearan dos nuevos hoteles en Benidorm: el Planesia (1942) en la Plaça de Sant Jaume y el Miramar (1946) en el Carrer Sant Pere. 

Cuando en diciembre de 1950 Pedro Zaragoza Orts fue nombrado alcalde de Benidorm la población tenía menos habitantes que en el siglo XIX y aún seguían vigentes las cartillas de racionamiento iniciadas durante la Guerra Civil y continuadas en los duros años de postguerra. En esas circunstancias el turismo constituía una parte importante de los escasos ingresos del municipio y su gran mérito fue poner todos los medios necesarios para iniciar un período de extraordinario incremento de la actividad turística que acabaría transformando la economía del pequeño pueblo. Pasó de perder población a ser una localidad eminentemente turística que crecía con la inmigración por el gran número de empleos que generaba.


Benidorm, verano del año 1944. Una turista jovencita posa en la balaustrada de la Plaça del Torrejó. Eran años de escasez y pocas familias podían salir de su ciudad e ir a la playa en las vacaciones estivales. Imagen publicada con el seudónimo Jackycalp Ifac en el grupo de Facebook “Fotografía para la Historia de Benidorm”.




2. La Comisión Pro-Playas de Benidorm.

Partiendo de los someros precedentes que hemos visto, la promoción turística de Benidorm alcanzó una importancia primordial con la alcaldía de Pedro Zaragoza, lo que se tradujo en múltiples iniciativas. Me centraré en dos de ellas, la creación la Comisión Pro-Playas y posteriormente la Asociación Gabriel Miró de Amigos de Benidorm. Ambas entidades, según Roc Gregori “aglutinaron a un entusiasta grupo de ciudadanos locales que fueron capaces de realizar actividades dentro y fuera de Benidorm, en el ámbito nacional e internacional” [4].

No explicaré otro elemento promocional que alcanzó su máximo exponente en los años en que Pedro Zaragoza fue alcalde de Benidorm y luego inició su decadencia. Me refiero al Festival de la Canción de Benidorm sobre el que afortunadamente ya se ha escrito bastante y por tanto no vale la pena repetir aquí dicha información.

Las actas municipales dejan muy claro que Pedro Zaragoza había decidido, desde sus primeros momentos como alcalde, que el fomento del turismo sería una de sus principales preocupaciones. Fruto de ello fue, en 1951, la incorporación de Francisco Muñoz Llorens como arquitecto municipal y de Cristóbal Hernández Espinosa como aparejador municipal  con el compromiso de elaborar el Plan General de Ordenación Urbana de 1956. 

También tuvo clara la creación de la Comisión Pro-Playas que según las actas de las sesiones plenarias, se produjo el 24 de enero de 1951, aproximadamente al mes de ser nombrado alcalde, “con el fin de atender mejor si cabe los intereses de la población referente a las playas donde cada año afluyen más veraneantes. Siendo ello uno de los mayores ingresos de la población y por lo tanto requiere mayor cuidado es su parecer nombrar una comisión de señores que a la vez que sean propietarios de fincas en las playas, hayan demostrado su interés por todo aquello que redunda en beneficio de este nuestro pueblo, a tal efecto menciona algunos señores  […] con intereses en nuestras playas, […] hace constar que es su proyecto constituir una Comisión que esté en comunicación directa con las oficinas de turismo, para ello se desplazará a Alicante a gestionar la forma de que se debe efectuar para que tenga carácter oficial.” Los presentes facultaron al alcalde para nombrar dicha Comisión cuya estructura era similar a la de la Junta Local de Turismo de 1936.

Las características de los miembros de dicha comisión las expuso años más tarde: “el turismo necesita […] gente honesta con vocación de servicio pero que conozca perfectamente el sector, que tenga ideas muy claras de su promoción y administración y que a su conocimiento y experiencia sume imaginación creadora” [5].

 A través de una convocatoria del año 1953 [6] sabemos que la Comisión Pro-Playas se reunía en el salón de actos de la casa consistorial y los vocales eran:

Emilio Ruzafa Roig, comerciante.

José Abad Burruezo, letrado asesor del municipio hasta 1959 y Registrador de la Propiedad.

Antonio Bayona Vives, práctico del puerto de Barcelona de 1924-1951; Cruz del Mérito Naval en 1965.

Cosme Bayona Fuster, médico municipal e inspector municipal de sanidad.

Gonzalo Faus Saquero, Maestro Nacional y alcalde de Benidorm en 1939 (del 22/4/1939 al 8/11/1939).

José Ferrandiz Deldahoras

Francisco De León Orts, gran propietario agrícola, finca el Moralet en Poniente. 

Vicente Llorca Zaragoza, bibliotecario, bibliófilo y propietario; su casa es el actual museo Hort de Colón.

José Martorell Morales, propietario del hotel l’Illa.

Francisco Muñoz Llorens, arquitecto municipal.

José Orozco Llorca, propietario de una pensión.

Francisco Pérez Soler, gerente de la sociedad "Asensi, Pérez y Lillo S.L" que explotaba la mina de ocre San Francisco en Serra Gelada.

Alfonso Puchades Jou, promotor inmobiliario.

Ángel Sánchez Zaragoza, del hotel Bilbaíno

Diego Soria Pérez, de pensión Soria en calle Alameda nº 28.

Estaban representados sectores muy variados: comerciantes, arquitecto, médico, abogado, hoteleros, etc. Pedro Zaragoza quería implicar al mayor número posible de personas expertas en su proyecto turístico.

En teoría era una asociación independiente del Ayuntamiento, aunque al estar presidida por Pedro Zaragoza, se garantizaba que actuaría siempre de acuerdo con los intereses municipales. Tenía ingresos propios y para gastarlos no necesitaba pasar por la aprobación previa del pleno municipal ni tener que estar previstos los ingresos y gastos en los Presupuestos Municipales con lo que su funcionamiento era más ágil.

Una forma de obtener recursos para la asociación fue organizar bailes los domingos y festivos en el castillo. En 1952 Joaquín Climent Soler “director de la Orquesta Local del Frente de Juventudes denominada “Marina” le indicaba que “la Orquesta que dirige piensa con la debida autorización de V.I. organizar bailes en la Pérgola del Castillo propiedad del Ilustre Ayuntamiento que preside, todos los domingos y festivos de las diecisiete a las 21 horas, con el fin de allegar fondos para la Comisión Pro-Playa de ésta, y destinarlos a la ornamentación y conservación de los jardines del Castillo”. Al dorso de esta instancia se incluye: “la Comisión Municipal Permanente acordó concederle autorización para celebrar un baile, siempre que se haga responsable de los destrozos que pudieran hacerse en el arbolado o flores del jardín del Castillo” [7].

Antes de Pedro Zaragoza la plaza del Castillo había sido  reformada primero en el siglo XIX y posteriormente durante  la alcaldía de  Vicente Llorca Alós en 1928, que le dio el aspecto que vemos en la fotografía. En 1950 la plaza estaba deteriorada por el paso del tiempo. Para mejorarla y potenciar su atractivo turístico la asociación Pro-Playas recaudó fondos organizando verbenas los domingos y festivos. Fuente: Ayuntamiento de Benidorm.


Otra forma de obtener recursos fueron los donativos, tal como podemos comprobar en la imagen siguiente: un recibo de 140 pts que entregó en 1954 el presidente de la Diputación Provincial de Alicante José Martínez Alejos (1897- 967).

Donativo de José Martínez Alejos a la Asociación Pro-Playas procedente del Archivo Pedro Zaragoza en la Universidad de Alicante; publicado por Carlos Salinas Salinas. 

Los donativos no siempre eran voluntarios: en 1954 Vicente Pérez había pedido permiso para instalar toldos en la playa y alquilarlos a los turistas. La Comisión Pro-Playas examinó la solicitud y le contestó que informaría favorablemente “cuando haya hecho efectivo el pago de los recibos pendientes que obran en la Secretaría de esta comisión relativos al donativo de Pro-Playas”. Lo curioso es que primero habían mecanografiado “impuesto” pero lo tacharon y pusieron a mano “donativo”, así que queda clara la poca espontaneidad de los donativos [8]. Pedro Zaragoza consideraba que los que se beneficiaban con el turismo debían contribuir a su promoción. Así lo hizo en abril de 1954 cuando escribió al propietario de Cerámicas Benidorm: “he encontrado la desagradable sorpresa de ver que su respetable firma tiene pendiente los donativos voluntarios de los años 1952 y 1953 a la citada Comisión Pro-Playas, no pudiendo concebir los motivos que le animan a Ud. a adoptar esta postura de resistencia pasiva, conociendo que gracias a la labor de este Ayuntamiento y de unos cuantos hombres de buena voluntad el desarrollo del turismo crece considerablemente y motiva la vida y el desarrollo floreciente de la construcción en Benidorm, que no podrá negar es la base de su negocio” [9].

En 1952 Pedro Zaragoza tenía claro que Benidorm debía romper con la estacionalidad del turismo. La Comisión Pro-Playas había decido hacer promoción fuera de Benidorm con dicha finalidad y conseguir tener visitantes todo el año. Para ello en el mes de septiembre el negociado de Turismo del Ayuntamiento comunicó a los 7 hoteles de Benidorm (Villa Marconi, Miramar, Planesia, Bilbaíno, L’Illa, La Mayora y Costablanca) y a 4 pensiones (Levante, Moncho, España y Soria) que “Teniendo que desarrollar en breve una intensa campaña de propaganda para la atracción de forasteros en invierno, dadas las excelentes condiciones que reúnen estas playas para invernar, ruego se sirva comunicar a la Comisión-Pro-Playas si su establecimiento permanecerá abierto el próximo invierno para poder señalarle en dichas propagandas y en ese caso indicar los precios de las habitaciones y servicios” [10].

La palmera de la Plaza de la Cruz, plantada el año 1951 en el sitio que ocupaba la cruz de término, se había convertido en un lugar de reunión y la  Comisión Pro-Playas indicaba que se había aprobado un escrito remitido por Jaime Moncho Miralles con fecha del 10/4/1953: “ruego se me autorice la instalación de tres o cuatro mesas pequeñas para el servicio de restoran, previo pago de los impuestos que ese Ayuntamiento estime oportunos. El lugar ocupado por las susodichas mesas, no dificultará, en absoluto, la circulación de vehículos” [11]. 



La palmera de cinco tallos plantada en 1951 y al fondo la pensión Moncho a la que se alude en el texto anterior.

La instalación de toldos en la playa, durante el verano, para alquilarlos a los turistas, resultaba un negocio interesante. Antes de iniciarse la temporada los  interesados solicitaban permiso al municipio aunque la aprobación definitiva correspondía a la Comandancia de Marina, la cual, si el Ayuntamiento no ponía reparos, solía aprobarla. En este trámite intervenía la Comisión Pro-Playas a la que dirigían las solicitudes de aprobación, Así, por ejemplo, en 1953  el secretario de la Comisión indicaba al alcalde que el Sr. Meliá les había escrito: “Teniendo el propósito de dedicarme a la explotación de toldos en la playa para la próxima temporada de verano, ruego curse las órdenes oportunas para que me sea autorizada la colocación con arreglo a lo determinado por esa Comisión. […] En la última sesión, celebrada el día 9 de los corrientes, fue aprobado y consignado en el acta”. Cumplido este trámite el Ayuntamiento dio su conformidad [12]. 


A través de los escritos enviados por la Comisión vemos que Pedro Zaragoza era el Presidente además de alcalde. Esta dualidad de funciones de Pedro Zaragoza explica el curioso oficio adjunto en el que como presidente de la Comisión ruega al alcalde diera las órdenes oportunas para el exterminio de mosquitos. 


El paludismo, además de una enfermedad preocupante para los benidormenses, creaba una mala imagen entre los visitantes estivales ya que su máximo desarrollo coincidía con el verano. Por eso la Comisión Pro-Playas se sumó a la lucha antipalúdica que se estaba llevando a cabo en la provincia de Alicante y también en Benidorm. El 06/06/1953 la Comisión Pro-Playas enviaba un escrito al alcalde: “Habiendo sido acordado en nuestra reunión última, el máximo celo en la exterminación de mosquitos, rogamos curse las órdenes oportunas para que, a la mayor brevedad posible, sea puesto en conocimiento de los vecinos, la obligación que tienen en cooperar a la desaparición total. Para ello, deberán declarar cuantos pozos, balsas y depósitos contengan aguas estancadas” [13].

En la documentación citada se alude a un libro de actas que por desgracia no se conserva en el Arxiu Municipal y por tanto nos perdemos muchos detalles de su actividad. La Comisión Pro-Playas llevaba libros de contabilidad que tampoco se custodian allí. Sólo se conserva la liquidación de ingresos y gastos de uno de sus últimos años, 1956. El gasto más elevado fue la organización de las verbenas en la Plaça del Castell, seguido de la organización de regatas. Otras actividades fueron concurso de natación, concierto de piano, carrera ciclista, etc. Hay también actividades que deberían ser del Ayuntamiento pero lleva a cabo la Comisión: obras, arbolado y si riego, limpieza de playas, pago de vigilantes en las playas, etc. La transcripción del documento figura en el Anexo 1.

En el desglose de gastos vemos que había tres guarda-playas y diez personas que limpiaban las playas. En el apartado verbenas del castillo vemos que se celebraron dos en julio y tres en agosto. La Comisión ingresó por ellas 134.958 pts, un buen beneficio ya que los gastos de organización habían sido 26.234,85 pts. La idea de las verbenas agradó a entidades privadas que organizaron al final del verano “verbenas de las maletas” para despedir a los veraneantes.



La sala de fiestas Manila-Park organizó una “Verbena de las maletas” siguiendo la idea de las verbenas de la Comisión Pro-Playas.


Otro apartado en los ingresos fueron los donativos del comercio y la industria y un porcentaje de los alquileres. El balance del año arrojó un pequeño superávit: ingresos 195.226,81 pts. y gastos 193.628,24 pts. [14]. 

En 1954 la Comisión Pro-Playas intervino en la denuncia de un turista británico. La conocemos por el escrito que la Delegación Provincial del Ministerio de Información y Turismo dirigió al alcalde pidiendo información sobre los hechos: “En el pliego de descargos presentado por D. Rafael Ripoll Ivars, como Director Gerente del Hotel Costablanca, por expediente instruido con motivo de denuncia de M. JOHN MOORE, existe un apartado que dice:

 [...] Se rechaza totalmente el contenido de este punto por incierto y difamatorio. Lo sucedido es todo lo contrario pues quien se produjo en términos lamentables e insultantes fue el citado Sr. J. Moore a quien por respeto a la clientela, al buen nombre del Hotel y a su condición de extranjero, nos determinó no obráramos en consecuencia. Esta actitud […] puede corroborarla D. Jaime Moncho Miralles, Delegado de la Comisión Pro-Playas del Ayuntamiento de esta ciudad, a quien dicho Sr. se dirigió posteriormente en los mismos modos y términos descompuestos que [...] por sus características especiales hubo de poner en conocimiento del Sr. Alcalde-Presidente de este Ayuntamiento [...] para evitar atropellos de quienes por su condición de extranjeros se creen en el derecho de vejarnos”. El incidente no tuvo más trascendencia y al día siguiente, 07/08/1954, el delegado provincial del Ministerio de Información y Turismo agradecía a Pedro Zaragoza su invitación “a la verbena benéfica que se celebrará hoy en el Castillo de Benidorm”. El trato más que correcto que en Benidorm se daba a los visitantes en general y a los extranjeros en particular permiten suponer que las quejas de John Moore no tenían fundamento [15]. 

En julio de 1956 María de los Ángeles Fenollosa Armengol, esposa de Vicente Alemany y gerente del hotel Planesia, presentó en el Ayuntamiento una solicitud para la construcción de un muro y una terraza en el acantilado de Canfali que, tal como se comprueba en el expediente instruido, encontró la oposición de muchas personas. La Comisión Pro-Playas tomó parte en dicha oposición y Jaime LLinares Barceló, secretario de la Comisión, certificaba que se acordó considerar el proyecto como improcedente porque “perjudicaría a la belleza natural del Castillo y serviría de precedente para ulteriores peticiones en el mismo sentido, las cuales […] destruirían totalmente su belleza natural”. En el pleno municipal del 30/07/1956 se trató este tema y el  consistorio acordó “por unanimidad oponerse a toda construcción en las partes del Castillo recayentes al mar y plazas por considerar que dichas construcciones afearían la parte más pintoresca de Benidorm y causarían un enorme perjuicio a los intereses de esta villa”. 

En 1955 y 1956, para atraer turistas, la Comisión Pro-Playas organizó un concurso de fotografía, de acuerdo con la Sociedad  Fotográfica Alicantina. Se denominó I Salón Nacional de Fotografía. “En la inauguración, el presidente de la Diputación Provincial, Lamberto García Atance, […] elogió a la corporación municipal de Benidorm por su iniciativa. Se expusieron 80 de las 140 obras presentadas. El premio de honor fue para “Secándose”, de A. Roca Calveras, y la primera medalla de tema libre para Álvaro Esquerdo Esquerdo, natural de Villajoyosa y residente en Barcelona, por “Esquema”. En el tema “Benidorm”, fue premiado Nicolás Collado (“Levante”). El jurado lo compusieron Pedro Zaragoza, Tomás Salinas, Paco Sánchez, el marqués de Benasque y Julio Guillén Tato. En el verano siguiente, en 1956, se llevó a cabo el II Salón Nacional de Fotografía de Benidorm, al que se presentaron 229 obras, cien más que el primer año, de 67 expositores: entre otros, Asensi Limiñana, Borrás Simó, Dolcet, Montardit, Renau, Balaguer, Esquerdo, Pamiés, etc. El Jurado de premios estaba compuesto por Pedro Zaragoza, “dos distinguidas damas de la colonia veraniega de esta localidad” (aunque al final fue una dama y un pintor extranjero), Francisco Sáez de Tejada, barón de Benasque, Manuel Casanova, que presidía el Sindicato Nacional del Espectáculo,  Francisco Sánchez y José Antonio Corno, y otorgó el premio de Honor a “Mariposa”, de Juan Cubaró (Barcelona), la primera medalla a “Sierva de Jesús”, de José María Renau. En el tema “Benidorm”, el primer premio fue para Álvaro Esquerdo, por “Playera”. Sin embargo, a pesar del éxito, la comisión pro-playas del Ayuntamiento de Benidorm decidió suspender el III Salón Nacional de Fotografía de Benidorm, previsto para 1957, porque se prefirió montar una exposición de pintura”  [16]. 

Esta actividad de 1956 es la última que he encontrado de la Comisión Pro-Playas. A partir de entonces la Asociación Gabriel Miró de Amigos de Benidorm ocupó su lugar.

Juan Díaz Ortuño, en su blog El Astrolabio, escribió que la Asociación Gabriel Miró colaboró activamente en el Plan General de Ordenación Urbana de 1956. Lo hace de acuerdo con la información que le facilitó personalmente Pedro Zaragoza Orts. Dice textualmente: “desde la Asociación Gabriel Miró de Amigos de Benidorm se solicitaron informes de planeamiento urbanístico; a Alfredo Sánchez Bella, embajador entonces en Roma, se pidió la normativa de los principales núcleos turísticos de las costas italianas, entonces muy de moda; al conde de Casasrrojas [sic por Casas Rojas], embajador en París, se le pidieron las normativas urbanísticas de las principales ciudades-balneario de la Costa Azul; y a José María de Areilza, embajador en los Estados Unidos, las de las ciudades turísticas norteamericanas de la Florida y California. También se contó con toda la documentación del Proyecto de la Urbanización S’Agaró facilitada por el propio José Ensesa a Juan Guerrero, entonces secretario de la corporación municipal. 

La Comisión [sic por Asociación] Gabriel Miró de Amigos de Benidorm y el Ayuntamiento estudiaron todos aquellos documentos y desecharon la normativa dirigida a desarrollar complejos de lujo” [17]. 

Sin embargo, como veremos en el apartado siguiente, la Asociación Gabriel Miró se constituyó  entre septiembre y diciembre de 1955 cuando el PGOU ya estaba finalizado y se había enviado a Alicante para su aprobación. En dicho año se creó primero una Comisión Organizadora de la Asociación Gabriel Miró presidida por el periodista José Antonio Pérez Torreblanca, amigo personal de Pedro Zaragoza y divulgador del Benidorm turístico que lo definió como “la playa de Madrid”. 

Si la información que facilitó Pedro Zaragoza es correcta la Asociación Gabriel Miró actuó sin estar constituida. En caso contrario se trataría de un lapsus al narrar estos hechos muchos años después y habría sido la Comisión Pro-Playas la que habría llevado a cabo dichas actuaciones.



3. La Asociación Gabriel Miró de Amigos de Benidorm.

No he encontrado información sobre la causa de la desaparición de la Comisión Pro-Playas y de su sustitución por la Asociación Gabriel Miró. Es probable que Pedro Zaragoza buscara profesionalizarla con personal trabajando exclusivamente para ella y así dar mayor importancia y continuidad a las actividades de promoción turística pero controlándola con la misma firmeza. Tendría una sede permanente, trabajadores fijos y, como su predecesora, fondos propios que se invertirían en el desarrollo turístico y el embellecimiento del pueblo como por ejemplo la pérgola del Castell o el arbolado en las calles.

El nombre de Gabriel Miró era fruto de la admiración que sentían por este ilustre alicantino las dos personas más implicadas en la creación de la asociación: Pedro Zaragoza y el contralmirante Julio Guillén Tato. Este último conoció personalmente al escritor e intentó traducir al valenciano su obra “Años y leguas” en la que dedica a Benidorm frases muy elegantes y elogiosas. El Boletín Municipal de enero de 1963 así lo indicaba: “Gabriel Miró fue en su tiempo el más lucido y sensible cronista de nuestras tierras. Fue un escritor de turismo, Las frases más bellas de exaltación de nuestra tierra y de nuestro cielo a él se deben”.

Sello sin valor postal, reedición del anterior de 1936 aunque de mejor calidad técnica. Fue impreso en la década de 1950 por la Asociación Gabriel Miró de Amigos de Benidorm con la misma finalidad de añadirlo al franqueo ordinario para promocionar Benidorm. El ejemplar que reproduzco nunca circuló y me fue entregado por Miguel Alberto Martínez Monge.

La Asociación Gabriel Miró de Amigos de Benidorm, en la década de 1950, realizó una segunda emisión del sello sin valor postal del año 1936. 


Creación de la Asociación Gabriel Miró.

En el Archivo Municipal de Benidorm  se conserva el expediente de creación de la asociación [18]. El trámite se inició el 17 de septiembre de 1955 solicitando su aprobación al Gobierno Civil. En el oficio se indica “Los abajo firmantes” pero al ser copia no constan las firmas. En el Archivo de la Universidad de Alicante, en el Fondo Pedro Zaragoza Orts, hay otro oficio  al gobernador civil fechado el 15 de octubre donde sí se incluyen los nombres de los fundadores (ver anexo 2). Se trata de una lista de dieciséis personalidades encabezada por Nicolás Franco Bahamonde, hermano mayor del Jefe del Estado. Su presencia indica que había creado una red de personas influyentes que podían ayudar al desarrollo turístico de Benidorm en temas puntuales. Estas personalidades no residían en Benidorm y no podían colaborar en el día a día de la Asociación, pero el objetivo de Pedro Zaragoza al incluirlos era mostrar que la nueva asociación sería fiel a los principios del Régimen lo que incrementaría su prestigio y facilitaría su aprobación y la obtención de subvenciones. Por tanto las iniciativas y actuaciones surgirían de los seis miembros residentes en Benidorm. Se trataba del alcalde, cuatro concejales y del empresario Alfonso Puchades. De todas formas Pedro Zaragoza fue su motor fundamental ya que controlaba totalmente la Asociación [19]. 


En el documento anteriormente citado [18] se enviaba por triplicado el Reglamento de la ASOCIACIÓN GABRIEL MIRÓ DE AMIGOS DE BENIDORM para su aprobación que puedes consultar completo en el apéndice 3. En mi opinión vale la pena destacar los siguientes artículos:

Art. 1º.- Se constituye una entidad, completamente apolítica, […] cuyo domicilio se fija en Benidorm en la “Caseta Blava”, Plaza de la Señoría nº 10”. Dicho edificio era propiedad de Julio Guillén Tato, lo utilizaba como su despacho y lugar de trabajo y estaba adosado a la casa del veraneo familiar denominada “Lo d’En Guillén”. La Caseta  Blava  fue también lugar de tertulias a las que acudían personas destacadas, tanto residentes en Benidorm como veraneantes. Según Pedro Zaragoza “nos encontrábamos reunidos un grupo de amigos de mi compadre don Julio Guillén Tato en su «Caseta Blava», frente al monumento de los Muertos en la Mar Mediterránea, situado en la Plaza de la Senyoria a espaldas de la parroquia de Santiago Apóstol y obra del escultor Juan de Ávalos.

Aquellas tertulias de buenos amigos en casa de don Julio a la que asistían César González Ruano, Juan Carlos Villacorta, Miguel Orts Bayona, Federico Muelas, Ángel Laborda, Emilio Romero y otros muchos siempre resultaban interesantes y amenas” [20]. En esa tertulia había cuatro personas muy implicadas en la Asociación Gabriel Miro: Pedro Zaragoza y Guillén Tato además de Miguel Orts Bayona que participó primero en la Comisión Pro-Playas y luego fue miembro activo de la asociación, entre otros cargos como vicepresidente en 1957. También el periodista Juan Carlos Villacorta que además de ser miembro fundador tuvo protagonismo en la creación y desarrollo del Festival de la Canción de Benidorm que tanto contribuyó a la promoción d e Benidorm.



Interior de la Caseta Blava, lugar de trabajo de Julio Guillén Tato y sede oficial de la Asociación Gabriel Miró de Amigos de Benidorm. Fotografía del archivo de la familia Guillén. 


En el artículo 3º del citado Reglamento se establece que “mantendrá estrechas y permanentes relaciones con el Ayuntamiento de la Villa, así como con las autoridades provinciales y nacionales”. Nos recuerda que la Asociación estaba vinculada al Ayuntamiento y que de hecho era un instrumento más de Pedro Zaragoza para promocionar el turismo.

En el artículo 8º se establece que “Los órganos rectores de la Asociación estarán constituidos por la Asamblea General, un Patronato y una Junta de Gobierno.  […] Las comisiones constituirán organismos asesores y podrán ejercer las funciones específicas y ejecutivas que les delegue la Junta.” A continuación se indican las funciones de cada órgano. 

- La Asamblea General se debía reunir al menos una vez al año. 

- El Patronato debía “trazar las orientaciones generales que deban guiar la actividad de la Junta de Gobierno” Se reunirá al menos una vez al año y “serán vocales natos, cuantos hayan ejercido el cargo de Alcalde de la Villa”. A través de este órgano Pedro Zaragoza podía dirigir y controlar todas la actuación de la Asociación.

- La Junta de Gobierno estaba integrada por presidente, vicepresidente, secretario, contador, tesorero y doce vocales. Se encargaba de “llevar a práctica las orientaciones generales trazadas por el Patronato” y debía reunirse un mínimo de seis veces al año. Era por tanto el órgano ejecutivo de la Asociación. El Presidente ostentaba la representación oficial y jurídica de la Asociación. Las comisiones de trabajo se deberían constituir con vocales de la Junta.

El artículo 21º indica los objetivos de la asociación: “el fomento de los intereses materiales y espirituales de la villa de Benidorm y su término, con miras a su progreso, dentro del máximo respeto a sus bellezas naturales y urbanas, carácter y sabor locales y acerbo tradicional, que serán ensalzados.” Estos elementos constituían el ideario de Pedro Zaragoza y Julio Guillén Tato: hacer compatibles el progreso material y la conservación de los valores tradicionales y paisajísticos. Era un elemento importante del PGOU de 1956. Sin embargo las modificaciones de 1963 que permitieron construir en altura, acabarían con esos principios con gran disgusto de Guillén Tato.


Actividades de la Asociación Gabriel Miró.

No consta en el expediente la fecha exacta de la aprobación de la Asociación. En el pleno municipal del 2/12/1955 se cumplió una de las últimas formalidades, la conformidad del Ayuntamiento, que otorgó por unanimidad. Así que la Asociación pudo empezar a funcionar de forma oficial en dicho mes de diciembre o en enero de 1956 aunque ya hemos visto que en este año la Comisión Pro-Playas aún estaba activa. 

La Asociación Gabriel Miro tuvo oficina propia. Aunque el domicilio era “La Caseta Blava” de la Plaça de la Senyoría, la oficina de trabajo  de la Junta de Gobierno estaba en la Avda. de Martínez Alejos y hacía las funciones de Oficina de Turismo. 

Pedro Zaragoza utilizó la asociación para conseguir subvenciones, financiar y organizar actividades muy diversas siempre con la finalidad de promocionar Benidorm. A continuación presento un listado con algunas de ellas:

- Consiguió que la compañía Telefónica, a cambio de cederle un local, instalase un locutorio que diese servicio a los turistas que no tenían teléfono. 

- Reedición del sello sin valor postal que en 1936 había creado la Junta Local de Turismo que tenía como lema “Horizontes azules, primavera constante, un encanto veraniego”. Se imprimían en la Imprenta Fernández situada en la Plaza del Portal de Elche de Alicante, que en aquella época era la que utilizaba el Ayuntamiento de Benidorm.

- 1956: facilitó el rodaje del film “Carretera General” porque algunas escenas se filmaron en Benidorm, por ejemplo en el Castillo. Fue dirigido por el prolífico director José María Elorrieta y estrenado en 1959.

- 1957: encarga a la imprenta Vicente Vives de Castellón un folleto explicativo de las bondades turísticas de Benidorm. Se encargaron de la gestión los concejales Carlos Llorca Timoner y Miguel Orts Bayona además del vicepresidente José Gabaldón.

1957: la Asociación colabora en la plantación de árboles en las calles de  Benidorm de acuerdo con el concepto de ciudad-jardín del PGOU del año anterior. Miguel Bayona Orts, miembro de la Asociación, recordaba al Ayuntamiento la conveniencia de plantar acacias, arces, bellasombras (Phytolacca dioica L.),  eucaliptos y moreras.

-  1957, 1958 y 1959: sustituye a la Comisión Pro-Playas en la organización de las verbenas en la Plaça del Castell durante los meses de verano. Su celebración contribuyó a la construcción de la pérgola del Castell.

- 1958: Pedro Zaragoza y el secretario de la Asociación Gabriel Miró formaron parte del jurado que debía otorgar un premio de 10.000 pts. y un acceso de 5.000 pts. instituido por el Ayuntamiento. Se otorgaron a los artículos periodísticos o radiofónicos del año 1957 que habían difundido el turismo de Benidorm.

- 1959: Consiguió que hubiera en Benidorm una oficina con un empleado de RENFE para informar y vender billetes en verano. En 1964 RENFE entregó una placa de plata al alcalde agradeciendo la ayuda prestada por el municipio durante esos cinco años.

- 1959: promoción de la novela de Alfonso de Ascanio “Sin mujeres en Benidorm”, publicada ese año.

- 1964, 31 de enero: una Comisión integrada por representantes del Ayuntamiento de Benidorm, de la Asociación Gabriel Miró y de la empresa de la Plaza de Toros se desplazó a Madrid para  gestionar  la retransmisión por la R.E.M. de la sexta edición  del Festival Español de la Canción. Firmaron el contrato Pedro Zaragoza como alcalde de Benidorm y Jaime Moncho Miralles como vicepresidente de la Asociación Gabriel Miró. Se comprometieron a celebrar el Festival en la plaza de toros en el mes de julio sin coste para la REM que retransmitiría las tres actuaciones de los días 24, 25 y 26 y por las que la Asociación le abonaría 850.000 pts. Además la Asociación Gabriel Miró debía reservar 170 plazas hoteleras en Benidorm para la REM la cual pagaría el importe del alojamiento. La Asociación Gabriel Miró se encargaría de la venta de entradas del VI Festival y además cobraría el 26 % de los ingresos publicitarios que consiguiese la REM en esos días [21]. 

- 1964: Organización de las Jornadas Benidorm-Bilbao para promocionar Benidorm en esa villa. Tras ellas la colaboración entre ayuntamientos y entidades de Benidorm y  Bilbao fueron muy intensas y surgieron iniciativas  como la denominada por la prensa “Operación B-B” que facilitaron el viaje a Benidorm de parejas bilbaínas de recién casados en cuya organización también intervino la Asociación. El éxito de la promoción se demuestra porque el turismo vasco ha sido constante desde entonces.

- 1964: La  Asociación Gabriel Miró fue encargada del patrocinio de la XVI Vuelta Ciclista a España con primera etapa en Benidorm, lo que supuso una promoción extraordinaria de la ciudad. Además durante el resto de la Vuelta se fletó una furgoneta que repartía publicidad de Benidorm en muchas localidades, proyectaba películas y regalaba grabaciones del Festival de la Canción. En la furgoneta estaba pintado el lema “El sol pasa el invierno en Benidorm y la brisa el verano” [22] (Diario Información 30/04/1969, pág. 9). 

- 1965: Organizó la visita a España de una familia de lapones con su indumentaria tradicional, incluyendo una visita al palacio del Pardo y una estancia en Benidorm.  

- 1965: Presentación oficial del cartel publicitario con el lema “El sol pasa el invierno en Benidorm y la brisa el verano” traducido a varios idiomas. El  acto se celebró en el Hotel Les Dunes. El lema ya se había utilizado durante la Vuelta Ciclista a España del año anterior. 

Presentación del cartel “El sol pasa el invierno en Benidorm...”


Ejemplar en francés del cartel “El sol pasa el invierno en Benidorm”


El 12 de octubre de 1966 Pedro Zaragoza, tras casi dieciséis años en la alcaldía de Benidorm, asumió la presidencia de la Diputación Provincial de Alicante. El nuevo alcalde fue Jaime Barceló Pérez, hasta entonces teniente de alcalde. Aunque en los discursos de cese y toma de posesión se habló de continuidad en la alcaldía lo cierto es que Jaime Barceló actuó de forma independiente: no volvió a publicar el Boletín de la Villa y el Festival de la Canción perdió importancia [23]. La Asociación Gabriel Miró dejó de actuar y canalizó su trabajo a través del Centro de Iniciativas Turísticas (CIT), que fue creado en 1968 por el Ministerio de Información y Turismo [24]. 

El final de la Asociación Gabriel Miró no supuso que se perdiera el legado de Pedro Zaragoza, sino todo lo contrario. Gracias a sus habilidades de liderazgo creó la actual ciudad turística y tuvo que acometer numerosas iniciativas, entre ellas la de promocionarla. Sus sucesores, de una forma u otra, no tuvieron más remedio que seguir su estela de forma ininterrumpida hasta el Benidorm actual. 





NOTAS:

[1] AMB AP 8-4-1933.

[2] AMB AP 19-7-1932.

[3] ARCO BLANCO del, M. A.: “Hambruna en España durante la dictadura de Franco 1939-1952”, Revista de Historia Contemporánea 56/1 año 2021, página 6.

[4] GREGORI AZNAR, R.:“Hacer posible lo imposible”, en “Los hoteles del Paraíso”, Ayuntamiento de Benidorm, 2005.

[5]  ZARAGOZA ORTS, P.: Mis Caras del Moro, Aitana Editorial año 2000, pág. 18.

[6] AMB 4832/2, Administración Secretaría General , 29/02/1953.

[7] AMB 4806/3, Administración Secretaría General, 07/05/1952.

[8] AMB 4833/2, Administración Secretaría General, año 1954 vol. III.

[9]. Carta a Miguel Mingot, 21/04/1954 en el Archivo Pedro Zaragoza de la universidad de Alicante. Citado por Carlos Salinas Salinas en su tesis doctoral sobre Pedro Zaragoza Orts.

[10] AMB 4793/2, 05/09/1952.

[11] AMB 4832/2, Administración Secretaría General año 1953.

[12] AMB 4832/2, Administración Secretaría General,17/04/1953.

[13] AMB 4832/2, Administración Secretaría General año 1953.

[14] AMB 10280/50, Balance de gastos e ingresos de la Comisión Pro-Playas, 1956.

[15] AMB 4833/1, Administración Secretaría General, 06/08/1954, año 1954 vol. II.

[16] MATEO MARTÍNEZ, C. y MORENO SÁEZ, F.: “La fotografía en Alicante de 1918 a 1960”  https://docs.google.com/viewer?url=https%3A%2F%2Fafa.alcoi.com%2Fwp-content%2Fuploads%2FLa-Fotograf%25C3%25ADa-en-Alicante-de-1918-a-1960.doc.

[17] http://juanjfdiaz.blogspot.com/2012/12/de-benidorm-un-modelo-de-desarrollo_22.html?m=1.

[18] AMB 5091/8, Expediente de constitución y Reglamento “Asociación Gabriel Miró de Amigos de Benidorm”, de septiembre a diciembre año 1955.

[19]. SALINAS SALINAS, C: “Pedro Zaragoza Orts, alcalde desarrollista de Benidorm (1951-1967)”. Tesis doctoral año 2021, pag. 134-135.

[20] ZARAGOZA ORTS, P.: Mis Caras del Moro, Aitana Editorial año 2000, pág. 17.

[21] Benidorm Boletín del Ayuntamiento de la Villa, febrero 1964.

[22] Diario Información 30/04/1969, pág. 9.

[23] ESCOBEDO GASCÓN, L.: El Festival de Benidorm y su historia. Ayuntamiento de Benidorm, año 2010.

[24]  BOE  del 20/01/1968, Decreto 64/1968: “A la Sección  de Fomento del Turismo corresponderá supervisar y canalizar las iniciativas y medidas de fomento del turismo en lo que se refiere a formación profesional hotelera, enseñanza turística, turismo social, creación de Centros de Iniciativas y Turismo  y otras”.






------------------------------------------------------



ANEXO 1: informe de ingresos y gastos de la Comisión Pro-Playas en 1956


“GASTOS

Facturas pendientes de pago, año 1956 18.599,44 pts

Material oficina, franqueo, reintegros, etc    9.125,25

Gratificación al Ordenanza    1.324,97

Gratificación a los Guarda-Playas 13.200,00

Jornales limpieza playas 15.326,15

Donativos y gratificaciones    7.688,00

Recibos Compañía Telefónica    1.526,50

Alumbrado (farolas) 13.065,21

Arbolado y riego    6.142,00

Obras 19.036,34

Verbenas 26.234,85

Regatas (Patínes a Vela, Snipes y faluchos) 20.724,53

II Salón Nacional de Fotografía    7.773,35

Concierto de piano      7.639,15

Carrera Ciclista 10.000,00

Concurso de natación    7.764,00

Varios    3.479,80

TOTAL 193.628,24”

 

“INGRESOS

Verbenas 134.958,00

Concierto de piano     3.000,00

Donativo plantación de árboles        835,00

Donativo 1 % de alquileres     2.950,00

Donativo 2 % alquileres   28.950,00

Donativo Comercio é Industria    34.005,00

A cuenta deuda Sr. Garcerán         500,00

Sobrante del año anterior           73,81

TOTAL 195.226,81”


  “RESUMEN

Total ingresos 195.226,81

Total Gastos 193.628,57

Superávit     1.598,57” 




Anexo 2: Listado de los miembros fundadores de la Asociación Gabriel Miró de Amigos de Benidorm. 

Miembros:

- Nicolás Franco Bahamonde, embajador en Lisboa

- José de Rojas Moreno, embajador en París

- Arturo Génova Torruella, almirante, Madrid

- Joaquín Planell Riera, ministro de Industria, Madrid

- Rafael Estrada Arnaiz, presidente del Instituto Social de la Marina, Madrid

- Francisco Bastarreche, almirante, Madrid

- Julio Guillén Tato, director del Museo Naval de Madrid

- Juan José Pradera, embajador, Madrid

- Gregorio Marañón Moya, Consejero Nacional del Movimiento, Madrid

- Ricardo López Lafuente, médico cardiólogo, Madrid

- José Antonio Pérez Torreblanca, magistrado Audiencia Territorial de Madrid

- Juan Carlos Villacorta Luis, Delegación de Prensa del Movimiento, Madrid y uno de los que en 1958 promovieron el nacimiento del Festival de la Canción de Benidorm que se materializó al año siguiente.

- Vicente Llorca Zaragoza, bibliotecario en Madrid, natural de Benidorm

- Miguel Lozano García, Delegación de Hacienda, Valencia

- Joaquín Quero Bravo, Delegación de Hacienda, Alicante

- Juan Mateo Box, Inspección de Trabajo, Alicante

- Alfonso Puchades Jou, promotor, Benidorm

- Carlos Llorca Timoner, teniente de alcalde de Benidorm

- Miguel Orts Bayona, concejal de Benidorm

- José Llorca Zaragoza, concejal de Benidorm

- Emilio Cabezas Braqueais, concejal de Benidorm 

- Pedro Zaragoza Orts, alcalde de Benidorm.

Listado elaborado a partir de la tesis doctoral de Carlos Salinas Salinas que cita como fuente el escrito enviado al Gobierno Civil el 15 de octubre de 1955 (APZ de la UA, caja 21)


- En 1957 Miguel Orts Bayona era vicepresidente de la Asociación

- En 1964 Felipe Pastor González, propietario del Hotel Delfín, era presidente de la Asociación Gabriel Miró 




ANEXO 3: Reglamento de la Asociación Gabriel Miró de Amigos de Benidorm.

(Expediente de constitución y Reglamento “Asociación Gabriel Miró…”, de septiembre a diciembre año 1955. AMB 5091/8.)


Oficio del alcalde Pedro Zaragoza al gobernador civil enviando por triplicado el “Reglamento de la “ASOCIACIÓN GABRIEL MIRÓ DE AMIGOS DE BENIDORM” para su aprobación.

- El Reglamento consta de una portada con el título anterior y tres folios con el sello municipal en los que se recogen 11 artículos. No consta un listado de miembros fundadores. El texto es:


“Art. 1º.- Se constituye una entidad, completamente apolítica, denominada “Asociación Gabriel Miró de Amigos de Benidorm”, una vez que se obtenga su aprobación, reconocimiento e inscripción, conforme a los preceptos legales vigentes, cuyo domicilio se fija en Benidorm en la “Caseta Blava”, Plaza de la Señoría nº 10 [propiedad de Julio Guillén Tato].

Art. 2.- Tendrá por misión el fomento de los intereses materiales y espirituales de la villa de Benidorm y su término, con miras a su progreso, dentro del máximo respeto a sus bellezas naturales y urbanas, carácter y sabor locales y acerbo tradicional, que serán ensalzados.

Art. 3º.- La Asociación Gabriel Miró de Amigos de Benidorm, mantendrá estrechas y permanentes relaciones con el Ayuntamiento de la Villa, así como con las autoridades provinciales y nacionales; establecerá asimismo relación con las asociaciones similares que existan o puedan existir, en especial dentro de la costa de la Marina, cuya creación estimulará hasta constituir su federación regional.

Art. 4º.- Organizará y promoverá actividades que eleven el tono de la vida local, en todos sus aspectos.

Para ello se organizará en comisiones en relación con las distintas actividades de la Junta.

Art. 5º.- Velará porque el desarrollo urbano se mantenga dentro del estilo tradicional de esta región, así como el que la “vila vella” conserve y aún aumente su carácter. 

Art. 6º.- La asociación se compondrá de miembros Honorarios, de Mérito, Fundadores, Numerarios y transeuntes [sic].

Serán socios Honorarios, todos aquellos a los que como homenaje a su personalidad, sea deferido tal nombramiento por el Patronato a propuesta de la Junta de Gobierno.

Serán socios de Mérito, los que, por el modo ya expresado, reciban tal nombramiento, como expresión de gratitud por relevantes servicios prestados a los fines de la Asociación.

 Serán socios Fundadores, todos los que suscriban la solicitud de reconocimiento y aprobación de esta asociación; y Numerarios los que posteriormente ingresen en la misma, previa presentación por dos socios y admisión por la Junta de Gobierno.

Serán socios transeuntes, los que no se adscriban a la misma de manera permanente.

Art. 7º.- La edad mínima para el ingreso como miembro de la Asociación, será de 18 años.

Art. 8º.- Los órganos rectores de la Asociación estarán constituidos por la Asamblea General, un Patronato y una Junta de Gobierno.

Las comisiones constituirán organismos asesores y podrán ejercer las funciones específicas y ejecutivas que les delegue la Junta.

La Asamblea General, estará compuesta por todos los miembros de la Asociación. Se reunirá en período ordinario, una vez cada año, en el mes de Agosto, en su domicilio de Benidorm, el día que para ello designe la junta de Gobierno. En período extraordinario, se reunirá la Asamblea, cuando así lo acuerden, por estimarlo necesario, la Junta de Gobierno o lo pidan la mitad más uno de los socios permanentes. La fecha de la convocatoria deberá llevar una antelación entre quince y veinte días a la señalada para la reunión.

Será función privativa del Patronato, trazar las orientaciones generales que deban guiar la actividad de la Junta de Gobierno, y asumir la alta representación y protección de la Asociación en todas aquellas ocasiones que no constituyan actos jurídicos, y en las que por su especial relevancia, lo estime conveniente el propio Patronato.

El Patronato se reunirá como mínimo una vez al año, en la fecha y lugar que estime su presidente.

Tendrá un Secretario General, y serán vocales natos, cuantos hayan ejercido el cargo de Alcalde de la Villa.

El primer patronato será elegido por la Junta y él propio irá nombrando sus miembros sucesivos.

La Junta de Gobierno, tendrá como misión específica, llevar a práctica las orientaciones generales trazadas por el Patronato, gozando a tal fin de plena autonomía para, dentro de dichas directrices, realizar estudios, adoptar medidas y tomar iniciativas o acuerdos que estime oportinos [sic, por oportunos], ostentando además, la representación de la Asociación en todos aquellos actos jurídicos en que ésta sea parte, por medio de su Presidente o del Vocal que especialmente se designe por la Junta, al efecto.

La Junta de Gobierno será convocada por su Presidencia seis veces al año, como mínimo, y concretamente una vez cada uno de los meses de Julio, Agosto y Septiembre de cada año.

La Junta se compondrá de un Presidente, un Vicepresidente, un Secretario, un Contador, un tesorero y doce Vocales.

Los componente de la Junta de Gobierno, cesarán por mitad cada dos años y serán elegidos los que hayan de sustituirles, habiendo efecto todo ello en la reunión que la Asamblea ha de celebrar en Agosto de cada año. La primera cesación comprenderá los cargos de Presidente y Tesorero, y la mitad de los Vocales por orden alfabético de apellidos; y la siguiente afectará a los restantes componentes de la Junta.

El Presidente ostentará la representación oficial y jurídica de la Asociación en todos los actos que ésta realice, pudiendo delegar esta función en algún otro de los componentes de la Junta.

Las Comisiones estarán constituidas por Vocales de la Junta, actuando como secretario el de ésta,

Art. 9º.- Los bienes económicos de la Asociación, se formarán por las cuotas y donativos, con plena personalidad jurídica para administrarlos.

Art. 10º.- la duración del tiempo por el que se constituye esta asociación, será indefinida, y desde luego, no podrá ser disuelta en tanto su Junta, en unión de veinte socios más, mantengan su continuación, o así lo aconseje el Patronato.

Art. 11º.- En caso de disolución de la Asociación, los bienes que a la misma pertenecen, servirán para constituir un premio de carácter cultural, con arreglo a las bases que determine la última directiva.”