martes, 5 de noviembre de 2013

Historia de Benidorm en los siglos XIX y XX según Vicente Llorca: hechos, personajes, vida cotidiana... 1. Aspectos demográficos del Benidorm tradicional.




El 25 de febrero de 1988 Vicente Llorca Zaragoza, cuya biografía ya se ha publicado en este blog (http://histobenidorm.blogspot.com.es/2013/06/vicente-llorca-zaragoza-un-benidormense.html), impartió una conferencia en el IES Pere Maria Orts y Bosch, en aquellos momentos el único Instituto de Bachillerato de la ciudad, ya que el que hoy se denomina IES l'Almadrava, era un Instituto de Formación Profesional. Eran los dos únicos centros de lo que entonces se denominaba Enseñanza Media, continuación de la EGB o Enseñanza General Básica. 

Tal como se indicaba en la citada entrada del blog, la conferencia se impartía dentro de las actividades de la "III Setmana Cultural" del citado centro educativo. El título era "Algunos aspectos de la vida histórica de Benidorm durante los siglos XIX y primer tercio del XX". 

Dado el interés de la charla y como quiera que  este blog tiene por finalidad difundir todo lo que contribuya al mejor conocimiento de la historia de Benidorm, me pareció oportuno publicarla aquí. Es el mejor homenaje a Vicente Zaragoza, gran amante de su ciudad y su historia.

Lógicamente la investigación histórica posterior ha permitido matizar algunas informaciones poco precisas o inexactas y en ese caso lo explico en notas al final. Las imágenes y sus correspondientes pies son también cosa mía, dado que el escrito mecanografiado que el autor nos entregó a los asistentes a la conferencia, que he tomado como base, no contenía ninguna. 

Vicente Zaragoza no hizo ninguna división en su escrito. De todas formas está bien estructurado y por eso yo lo he podido dividir por temas sin ninguna dificultad y les he puesto un título que describe su contenido. 

Dichos temas son:

1. Aspectos demográficos del Benidorm tradicional.
2. Religiosidad tradicional: iglesia de Sant Jaume y ermita de Sanz.
3. Actividad corsaria y contrabandista en Benidorm (siglos XVIII y XIX).
4. Benidorm, señorío secular.
5. El agua en Benidorm.
6. El “Reg Major de l’Alfàs” o “Séquia Mare”
7. Comunicaciones terrestres.
8. Organización administrativa y Aduana de Benidorm.
9. Actividad económica.
10. Miguel Ors y García y su Empresa de Guardacostas de España.
11. Marinos ilustres de Benidorm.
12. Otros importantes personajes de Benidorm en el siglo XIX.
13. La educación en el Benidorm de principios del siglo XX.
14. El primer turismo.
14. La política local.
15. Un día en la vida de Benidorm.

A pesar del tiempo transcurrido, la conferencia continúa teniendo actualidad y estoy seguro que interesará a todos los amantes de la historia de Benidorm. 

El primer apartado que incluyo en esta entrada es el de la demografía. El autor empieza por el siglo XVIII ya que ignoraba algunos hechos anteriores relevantes como la despoblación y pérdida de la municipalidad de Benidorm desde los inicios del siglo XVI y su repoblación por Beatriu Fajardo de Mendoza con la Carta Puebla de 1666. Es cierto que era una villa pequeña, pero su desarrollo demográfico se había iniciado a partir de la citada Carta Puebla y de la creación del Reg Major de l'Alfàs.


Francisco Amillo.




1. Aspectos demográficos del Benidorm tradicional.



Fotografía aérea de Benidorm realizada en 1938



"El desarrollo de una comunidad local viene influida por el avance o retroceso de su demografía, existiendo una interrelación entre el número de habitantes en un momento determinado de su historia y la situación económica, social, cultural, etc., de la misma. Viene esto a cuento, por cuanto que la población de Benidorm apenas ofrece relieve especial con anterioridad al siglo XVIII, siendo a partir de este siglo cuando experimenta un avance considerable.

A criterio mío, existen diversos factores que inciden en esta situación, estimando necesario destacar los siguientes: 
1) la relativa paz y tranquilidad del reinado de Carlos III, con su repercusión en el estado social y económico del país, en general; 
2) La paulatina descomposición del poderío turco y su incidencia en los actos de piratería, aun cuando estos no desaparezcan en absoluto y 
3) La promulgación de la libertad de comercio con los países hispanoamericanos en 1765 y consiguiente derogación del monopolio que hasta entonces ostentaba Cádiz.

Con el fin de conocer la población del antiguo Reino de Valencia y más concretamente, la de nuestra zona, utilicemos las fuentes estadísticas anteriores al siglo XVIII para seguir luego con las referentes a este siglo y posteriores. 

En cuanto a las primeras existen siete fuentes distintas, para poco más de un siglo. Además de las tres que abarcan el conjunto de la población y que corresponden a los años vecinos a 1570, 1609 y 1646, y que permiten estudiar los efectos de la expulsión de los moriscos, se dispone también de otros cómputos referentes solamente a esta población morisca, los unos debidos a la autoridad eclesiástica, tales los de 1527-1528 y el de 1585 y otros a la autoridad civil en 1563 o el establecido a consecuencia de la estadística fiscal en 1602. A todos estos datos pueden agregarse los facilitados por Escolano en sus “Décadas de la Historia de Valencia" publicadas en 1611, aunque son estimaciones realizadas sobre grupos de poblaciones y que no pueden ser asimiladas a un verdadero cómputo.

Retrocediendo en el tiempo podemos manifestar, que si durante la segunda etapa de la Reconquista efectuada por Jaime I hacia 1238, éste realiza en 1270 una revisión general del Catastro, por la que podemos conocer que entre las localidades pobladas por cristianos se hallaban Denia, Calpe, Alcoy, Jijona, Castalla y otras más, en su tercera etapa que abarca el fin del siglo XIII, encontramos las regiones costeras de Denia y Altea [1], aunque pese a todo, los cristianos son una minoría. Entre los datos numéricos que se poseen, figura el que en 1525, 2.200 personas habían abandonado el reino, entre las que se hallaban 170 familias de Callosa de Ensarriá.

En la segunda mitad del siglo XVI, hay un avance demográfico importante, no solamente en el País Valenciano, sino en toda España. En ese período observamos que ninguna destacada emigración frena el crecimiento del elemento morisco. A partir de 1547, la defensa de la costa, asegurada por los cuidados de la Generalidad con los fondos de un nuevo impuesto sobre la seda, es mucho más eficaz. Durante el reinado de Felipe II, fueron llevados a cabo trabajos considerables, construyéndose numerosas torres-vigías. Así pues, solamente un desembarco morisco efectuado en 1584 tuvo éxito, el cual condujo a la emigración de moradores de algunas localidades de la Baronía de Polop, aunque como de costumbre, las cifras ofrecidas por los documentos son muy elevadas, calculándose entre unas mil a dos mil quinientas personas. 
La comparación entre los cómputos de 1563 y los de 1602 y 1609, revelan el despoblamiento completo de pequeños pueblos y la desaparición de 86 hogares moriscos en la villa de Callosa de Ensarriá, la que a partir de entonces permanece enteramente cristiana, con un total de 140 hogares al menos.

Entre los datos ofrecidos en la obra de Henry Lapeyre, "Géographie de l'Espagne morisque” referentes a la población morisca del Reino de Valencia, según los diversos censos o cómputos efectuados entre 1527 y 1609, no figura dato alguno referente a Benidorm, ni a Polop [2], pero sí los concernientes a localidades vecinas, tales como Beniardá, Benifato, Benimantell, Bolulla, Finestrat, Guadalest, La Nucia, Orcheta, Relleu y Callosa. Solamente cita Lapeyre que en 1609, año de la expulsión de los moriscos, el mando de las tropas de tierra recayó en don Agustín Mexía, ocupando los puntos estratégicos, entre ellos los Castillos de Bernia, Guadalest y Benidorm, en la parte Sur del Reino, sofocando el foco de rebelión más importante en el que figuraban Relleu, Finestrat, el Valle de Guadalest y otros pueblos. 

Las encuestas realizadas por orden del Patriarca-Arzobispo San Juan de Ribera, manifiestan una nueva delimitación de las Parroquias, indicando muchas veces las cifras de población correspondientes y en ellas se afirma que el Castillo de Benidorm era anexo del de Polop y que solamente lo habitaban pescadores al llegar el tiempo de la pesca. Según parece, el pueblo constaba de 50 casas de moros, tal vez diseminados por el término, los cuales una vez convertidos, fueron anexionados a Polop, quedando deshabitada la fortaleza. A consecuencia de la expulsión, la despoblación fue general en todo el Reino, pasando la población en el Valle de Guadalest, de 400 a 115 hogares.

Otro dato interesante sobre la demografía del Reino de Valencia en el año 1609, viene consignado en el “Censo de Población de las provincias y partidos de la Corona de Castilla en el siglo XVI... según resulta de los libros y registros que se custodian en el Real Archivo de Simancas” . Madrid, Imprenta Real, 1829 [3], en el que se relacionan el número de cristianos viejos existentes en dicho año, figurando Villajoyosa con 350; Callosa de Moncada (¿Ensarriá?) con 80 [4]; Polop con 44; y Alicante con 1.120, no figurando Benidorm en dicha relación. 



Explicación de Gaspar Escolano, en 1610, sobre el cambio de denominación de la villa de Callosa d'En Sarrià.


Igualmente existe otra relación con el número de cristianos nuevos, entre los que se halla los existentes en Cella (¿Sella?), 115; Relleu, con 170; Finestrat, con 160; Orcheta, con 150; Val de Guadalest, con 400 y Taberna (¿Tárbena?), con 400, no figurando tampoco Benidorm en esta relación. De todo ello podemos deducir la escasa o nula población con que contaba nuestro pueblo, si exceptuamos el reducido número de pescadores o bien, las necesidades exigidas por el Castillo en su función de defensa de la costa. 

Un dato de interés relacionado con la existencia de fortalezas en nuestra zona, lo representa el que la construcción del Castillo de Bernia fuese confiada al famoso arquitecto e ingeniero italiano, Juan Bautista Antonelli, autor de los proyectos de las numerosas fortificaciones mandadas construir por Felipe II en las costas americanas. ¿Colaboraría Antonelli en la construcción del Castillo de Benidorm? [5] Ya Pere María Orts, en su trabajo titulado “Regalismo en el siglo XVI. Sus implicaciones políticas en la Diputación de Valencia”, manifiesta que Vespasiano Gonzaga, Virrey de Valencia (1575-1578), asesorado por el mencionado Antonelli, reorganizó y puso en punto de defensa las fortalezas y torres de la costa y aún mandó levantar algunas de nueva planta... para poner remedio al endémico problema de los ataques de los corsarios.


Benidorm,  1575. Dibujo realizado por Antonelli para un informe del virrey Vespasiano Gonzaga a Felipe II sobre las fortificaciones litorales del Reino de Valencia. (Fuente: Archivo General de Simancas, Guerra y Marina, Legajos, 00102, Valencia, 30 de septiembre de 1575)

Transcurrido el siglo XVII, llega, el momento del gran desarrollo demográfico del País Valenciano, como puede comprobarse en el estudio original de Josep-Emili Castelló Traver, titulado "El País Valenciano en el Censo de Floridablanca (1789)". Concretamente, la población censada de Benidorm en dicho año, alcanza la cifra, total de 2.526 personas, cifra elocuente que refleja al auge experimentado por el pueblo a lo largo de la centuria. Es cierto que sí establecemos comparaciones con las poblaciones vecinas que hasta esa época habían ofrecido más acusado desarrollo, como son las de Altea (4.341 hab.), la Vila-Joiosa (5.128 hab.), Callosa d'En Sarrià (3.483 hab.) y Alacant (17.359 hab.), la diferencia subsiste, pero si las realizamos con las de otras localidades que hasta entonces habían tenido un papel histórico más destacado, como Finestrat (1.694 hab.), Polop (1.851 hab.), Sella (1.591 hab.), Calpe (843 hab.) y La Nucia (1.423 hab.), nuestro avance es muy significativo.

Observando los datos referentes al censo de Benidorm en el mencionado año de 1787, vemos que la mitad de la población reseñada, o sea 1.417 personas, corresponde a gente menor de 25 años, lo que demuestra ser una población joven y en la que influiría una fuerte inmigración. Otro aspecto del censo es que se trata de una población aún sin diversificar en las distintas clases sociales y profesionales que se reseñan para la mayoría de los pueblos de La Marina Baixa, figurando solamente los de labradores (142), jornaleros (337), artesanos (25), escribanos (1), comerciantes (45), curas (1), empleados con sueldos del rey (16), con fuero militar (19) y estudiantes (5), pero no encontrándose las de abogados, médicos, cirujanos, fabricantes, beneficiados de cura, tenientes de cura, criados, sacristanes, dependientes de Inquisición, síndicos de religiosos, demandantes e hidalgos, que se mencionan en las otras localidades.

El número de labradores, jornaleros -entre los que se incluyen los marineros-, y artesanos es más reducido que los de Altea, Callosa o Villajoyosa, no figurando dato alguno referente a médicos, cirujanos o abogados, siendo significativa la comparación en el epígrafe "estudiantes", pues mientras se reseñan 45 para Altea, 34 para Callosa y 35 para Villajoyosa, para Benidorm solo se mencionan 5. En el de "hidalgos" no aparece ninguno, aunque bien es cierto que para toda la comarca solamente figuran 2 en Villajoyosa y 3 en Castell de Guadalest. En resumidas cuentas, se trata como ya he manifestado al comienzo de una población joven, aún sin diversificar, pero con una fuerte pujanza, como ya lo observó Cavanilles.

En la conocida obra de Antonio Josef Cavanilles, “Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, Población y Frutos del Reyno de Valencia”, los datos que ofrece respecto a la población y referidos al año 1794, se concretan al número de vecinos, figurando en la mencionada obra, Benidorm con 600, Callosa con 830, Polop 296, Villajoyosa con 1.200, así como Altea, correspondiendo en líneas generales a los que vienen reseñados en el Censo de Floridablanca.


Antonio José Cavanilles y Palop (1745 — 1804) recorrió el Reino de Valencia y fruto de ello fue su libro "Observaciones...", una gran fuente de información sobre la historia valenciana en el siglo XVIII. Su especialidad, la Botánica, se refleja en el búcaro con flores.

La obra de Cavanilles viene a confirmar todo lo que hemos dicho anteriormente. Refiriéndose a Benidorm, manifiesta lo siguiente: “...las casas son bastante acomodadas y casi todas nuevas, edificadas en este siglo. Pocos pueblos habrá en España que en tan corto tiempo hayan hecho tantos progresos en vecindario y agricultura. Acaba de morir un respetable anciano que conoció solo 17 familias en Benidorm, quando era niño, y hoy pasan de 600". 
Más adelante esboza un cuadro significativo de la economía del pueblo, presagiando la que había de producirse en los siglos XIX y primera mitad del XX. Dice: “...La inmediación al mar hacía que aquel corto número de vecinos se ocupase en pescar, descuidando el cultivo de los campos; era consiguiente desaprovechar las aguas que nacían en las inmediaciones y término de Chirles: viéndolas así inútiles, el Señor Territorial de aquellos pueblos, las dio a los de Altea en cambio de una corta extensión de tierra, según oí decir en Benidorm".
Ya entonces Cavanilles reflejaba el problema de la falta de agua en el pueblo, añadiendo más adelante: “Fuera de la agricultura, tienen los de Benidorm una fuente de riqueza en el mar. Ocupados de tiempo inmemorial en la pesca del atún, conocen a fondo las maniobras de tender las almadrabas... y como tienen la reputación bien sentada de ser ellos los mas diestros de la costa, también son ellos los escogidos para tender las ocho almadrabas que hay desde Tortosa hasta Cartagena. Salen regularmente para esta pesca 150 hombres... y además otros ocho con el nombre de Arráez o Capitanes… También se ocupan en pescar por aquellos mares como 150 hombres y otros viajan transportando frutos de una provincia a otra. La ociosidad es allí desconocida". 

Como corroboración a lo afirmado por Cavanilles sobre las almadrabas, mencionemos lo que manifiesta Carlos Llorca Baus en su obra "La Vila del Mar": "En 1775, el Duque de Medina Sidonia, propietario de las principales almadrabas de la Península, contrató los servicios del Capitán Ortuño de Benidorm, para dirigir sus almadrabas".



Una almadraba del siglo XVIII en el “Diccionario histórico de los artes de la pesca nacional” de Antonio Sañez Reguart, año 1791.

 Prosiguiendo con los datos demográficos a partir del citado Censo de Floridablanca, reseñaremos los que figuran en algunos diccionarios Geográfico-Históricos y Estadísticos del siglo XIX para finalizar con los ofrecidos por los Censos Oficiales redactados a partir de 1858. 

En el Diccionario de Sebastián de Miñano, impreso en 1828, Benidorm figura con 709 vecinos y 2.860 habitantes. En el redactado por una Sociedad de Literatos y editado en Barcelona en 1831, se reseñan 4.500 habitantes, cifra muy elevada respecto a la que aparece en el Diccionario de Miñano para tan solo tres años de diferencia, y sobre la que tenemos nuestras dudas, ya que aún no habían aparecido situaciones económicas favorables al aumento de la población, como sucedería pocos años más tarde. 

En el famoso Diccionario de don Pascual Madoz, impreso entre 1845 y 1850, se reseñan 806 vecinos y 4.502 habitantes, datos que posiblemente se acerquen más a la realidad, teniendo en cuenta la seriedad con que se confeccionó este Diccionario y el auge económico y social experimentado por el pueblo, a raíz de las mejoras habidas en el mismo, debidas a la constitución de la Empresa de Guardacostas Ors y García, de la que luego hablaremos. 
En el Diccionario de Pablo Riera y Sana, impreso en Barcelona entre 1881 y 1887, se indican 2.905 habitantes, cifra que se aproxima a las ofrecidas por las estadísticas oficiales publicadas a partir de 1858.

Y ya en el terreno de las estadísticas oficiales efectuadas a partir del mencionado año 1858, observamos que en el Censo Oficial de este año y para 1857, Benidorm figura con 3.720 habitantes; en el de 1863 y para la población existente en 1860, se reseñan 3.618, comprobándose una disminución en el Censo de 1883, referido a la población de 1877, el cual solo alcanza 2.945 habitantes. Vuelve nuevamente a subir en el Censo de 1889 y para 1887, constando la población de hecho de unos 3.181 habitantes y la de derecho 3.335. Entrado ya el siglo XX, concretamente en 1920, la población de hecho se componía de 2.975 habitantes y la de derecho 3.289, finalizando nuestra relación en 1930, año en el que la población de hecho era de 3.113 y la de derecho,3.226. 

De los datos anteriormente expuestos se infiere una población estable a lo largo del siglo XIX y primer tercio del XX, con fluctuaciones muy moderadas debidas a procesos migratorios o bien a motivos económicos, excepto en el periodo correspondiente a mediados del XIX, en el que la población experimenta un aumento, debido a las razones ya mencionadas."



NOTAS DEL AUTOR DEL BLOG:

[1] En la Edad Media cuando se cita la localidad de Altea se hace referencia a lo que hoy día denominamos Altea la Vieja, localidad musulmana con antecedentes ibéricos. La actual Altea se funda en el siglo XIV como villa cristiana y recibía el nombre de Bellaguarda. Su término municipal abarcaba hasta la margen derecha del río Algar mientras que la margen izquierda, en la que se incluía Altea la Vieja, formaba parte del término municipal del castillo de Calpe.

[2] Benidorm estaba despoblado a principios del siglo XVI y posiblemente ya había perdido su municipalidad y estaba integrado en Polop. Esta villa de Polop tenía mayoría de población musulmana hasta que en la guerra de las Germanías los agermanados asesinaron a casi todos los musulmanes. A partir de entonces quedó como localidad cristiana con un término municipal mucho más grande que el actual porque incluía los términos del entonces casi despoblado Benidorm, de las localidades musulmanas de Chirles y La Nucia  y  de l'Alfàs del Pi, que no fue municipio independiente hasta 1836.

[3] Obra de Luis López Ballesteros, publicada en 1829. Lleva como subtítulo: “Con varios apéndices para completar la del resto de la Península en el mismo siglo, y formar juicio comparativo con la anterior y siguiente, según resulta de los libros y registros que se custodian en el Real Archivo de Simancas”. La palabra “provincia” no corresponde a nuestra actual división administrativa sino a las propias del Antiguo Régimen, las intendencias borbónicas y los corregimientos de los Austrias.

[4] En el siglo XVII la ciudad denominada actualmente Callosa d’En Sarrià era una villa señorial que pertenecía a la familia Moncada. De ahí la denominación de Callosa de Moncada.

[5] El castillo de Benidorm se acondiciona en tiempos de Carlos I y luego en época de Felipe II, pero Antonelli ni diseña ni dirige sus trabajos de fortificación.

2 comentarios:

  1. Es impropio hablar de País Valenciano, pues nunca se ha llamado así nuestra terreta, y sólo la denominan así los pancatalanistas que suelen falsificar nuestra historia.
    No caiga usted en ese error.
    Paco Bou.

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  2. Muy bien redactado este artículo, consultado fuentes verídicas. Enhorabuena.

    Para Paco Bou, yo también soy de aquí, de la terreta, y antes de hablar sobre algo que desconoces, mejor no hables. Mírate por qué nos llamamos Comunidad Valenciana (Se decidió en Madrid, y sin consultar a los valencianos). De nada.

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