jueves, 26 de diciembre de 2013

AbdelKader, el patriota argelino del siglo XIX que luchó contra la colonización francesa, pudo haber nacido en Benidorm según la prensa española de 1845.


Francisco Amillo

La figura de Abdelkader es sobradamente conocida, figurando en los manuales de historia como uno de los grandes personajes  del mundo islámico del siglo XIX. En Internet hay también mucha información sobre este emir y maestro sufí, tan famoso y respetado en su época que se puso su nombre a la ciudad estadounidense de Kader (Iowa). Por eso reproduciré aquí su biografía de forma muy somera.

Su nombre también aparece transcrito como Abd-el-Kader, Abdel Kader  o Abd al-Qádir al-Yaza'iri ibn Muhy al-Din y significa "Servidor del Todopoderoso". Saltó a la fama porque desde 1832 hasta 1847 batalló incansablemente contra el ejército francés que pretendía ocupar Argelia. 
Las autoridades religiosas musulmanas habían definido esa guerra como djihad  o guerra santa pero a pesar del heroísmo argelino y de la gran habilidad táctica y estratégica de Abdelkader, la superioridad de medios de Francia le permitió conquistar finalmente Argelia e integrarla en su imperio colonial. 


"Argelia colonia francesa". La guerra contra el ejército francés fue proclamada como "djihad" o guerra santa por las autoridades musulmanas pero la victoria correspondió a las armas francesas. 

Tras la derrota y rendición de Argelia, Abdelkader estuvo prisionero en Francia junto con su madre, sus tres esposas y un séquito de 97 personas. Su situación como preso mejoró cuando tras la revolución de 1848 subió al poder Luis-Napoleón Bonaparte, gran admirador suyo. Posteriormente, en 1852, fue proclamado emperador y le otorgó la libertad con honores con la única condición de no regresar a Argelia. Partió hacia Oriente y a los pocos años se instaló en Damasco, ciudad en la que residió hasta su muerte. 


Abdelkader es considerado por los argelinos como el fundador del moderno Estado de Argelia.


Su actividad durante su exilio en Siria se centró en la enseñanza de la teología y la práctica sufí. Se convirtió en un reconocido maestro del sufismo, aprendido desde su infancia. Siguió la doctrina del maestro andalusí del siglo XIII Ibn Arabi, al que consideraba como uno de sus más importantes guías espirituales. Escribió varios tratados religiosos y uno de los más importantes, Kitab al-Mawaqif, lo escribió a petición de sus discípulos que querían que recopilara sus comentarios a las obras de Ibn Arabi.

Su gran prestigio como líder espiritual se manifestó en 1860 durante las revueltas de los drusos del Líbano, protegiendo a millares de cristianos de sus matanzas. Eso le valió recibir felicitaciones de los principales estados europeos y la medalla de honor de la República francesa. Además fue invitado a formar parte de la francmasonería.

Falleció en 1883 y sus restos fueron trasladados a Argelia en 1966 ya que ese país le considera su héroe nacional. 


Fotografía del año 1862 en la que Abdelkader muestra la Legión de Honor y otras condecoraciones.


Las mayor parte de las biografías que he consultado dicen que había nacido en Guerna, Mascara, el 6 de septiembre de 1808 y que era el tercer hijo de Sidi Muhieddine, dirigente de la hermandad sufí de la Qadiri. 
Sin embargo hay autores que señalan que la fecha exacta de su nacimiento no está clara. Las fuentes árabes de su época lo sitúan entre los años 1221 y 1223 de la hégira, lo que equivale a los años 1806-1808 de nuestra Era. Las biografías escritas por sus descendientes dan el año 1222 de la hégira.

Pero según publicaba la prensa española del año 1845 Abdelkader habría nacido en 1802 y su localidad de nacimiento había sido Benidorm.
Fue Cesar Fernández de Bobadilla el primero que en una página de Facebook recogió informaciones de varios diarios españoles de 1845.  
Según averiguó la primera noticia sobre el posible origen español y benidormí de Abdelkader la dio el periódico "Castellano" y fue luego reproducida por otros medios escritos. El texto aportado por Cesar Fernández es el reproducido por el diario "El Heraldo", que en su edición de Madrid publicaba el 20 de abril de 1845 el artículo del Castellano. Los datos que aportaba eran imprecisos y con un error importante ya que decía que su apellido era Barceló. Transcribo el artículo respetando la ortografía original:
"Parece que por los años de 1808 á 10, había en Benidorm un Pedro Barceló, que, como otros varios en aquellas costas, tenía una bergantina armada en corso; pero considerando la crecida utilidad que proporcionaba el comercio de trigo por la grande escasez que en España se sentía, se decidió á hacer un viaje al Africa con este objeto, Efectivamente, à los pocos dias la bergantina española fue recibida en aquellas costas por sus habitantes que comprendieron y aceptaron el negocio que allí llevara al armador español, conviniendo en que proporcionarían trigo, y à los pocos días fueron avisados los españoles que fuesen à tierra para ver y cargar el trigo. Agenos del lazo que se les tendia y gozosos por el buen èxito de su empresa, saltaron à tierra algunos hombres de la tripulación, y con ellos Barcelò, su gefe, y un hijo de este de corta edad, que con grande impaciencia deseaba ver á los moros; pero apenas los desgraciados dieron algunos pasos, cuando fueron rodeados por un crecido número de indígenas, que inhumanamente les degollaron à la vista misma de sus compañeros del barco que ningún auxilio podian aprestarles, salvándose únicamente el niño à quien estos vieron llevar vivo.
Había pasado desde esta horrorosa escena el tiempo suficiente para olvidarla, cuando se recibió en Benidorm una carta del niño Barceó ya hombre, la cual decía ser moro y llamarse Abd-el-Kader. Mucho tiempo ha vuelto a pasar de esta época y ninguna noticia posterior se recibió de su existencia; pero esto no es de estrañar aunque la historia fuese verdadera, porque es muy natural que educado desde su niñez en aquel país, é identificado con él por la religión, por los hábitos y por las afecciones, olvide la España que ningun título tiene á su cariño mas que el de haber sido su cuna.
Es lo cierto que en la costa de Benidorm, corre como positivo que Abd-el-Kader es el niño Barceló que llevamos referido."


Poco después, el diario "La Posdata", del 3 de mayo de 1845, ampliaba la información en una crónica enviada desde Cartagena:
"A mas de las noticias que Vds. insertaron debo añadir otras que aumentan con gran fundamento la presuncion de que el célebre Abd-el-Kader sea español. Ayer mismo se presentó un hombre de Benidorm, patron de un buque surto en este puerto, manifestando deseos de leer las noticias que sobre este guerrero traían los periódicos, pues creía que Abd-el-Kader era su hermano. Yo iba a complacerle, pero antes quiso referir él la historia, le escuché con atención, y leyendo después lo que dijo el Castellano y Vds. trasladaron, ambas historias estan conformes casi en un todo, el armamento de la bergantina, la época, el acontecimiento en la costa de Africa, el asesinato por los moros de su padre y cautiverio de su hermano, á la sazón de edad de unos ocho años; todo conviene perfectamente: una sola cosa no es exacta, el apellido; pues su padre era Pedro Bayona y no Pedro Barceló; también añade el presunto hermano, que dice ser mayor que Abd-elKader que aunque algunas veces ha tenido noticias de este y que desempeñaba un alto puesto en la milicia morisca, nunca fueron directas; y por último, entre varias conjeturas dice que si Abd-el-Kader es efectivamente español y de Benidorm, no puede ser otro que su hermano, porque de este pueblo á nadie sino a su padre ocurrió aquel lance."


Sin embargo la información más completa se publicó en el periódico "Eco del Comercio" del 8 de mayo de 1845. Se trata de una carta remitida desde Benidorm, según se deduce del propio texto que dice que Abdelkader era "natural de este pueblo de  Benidorm". Por ello las iniciales M.B. podrían corresponder a Miguel Bayona, familia de nuestro personaje. Dice así:
"NOTICIAS SOBRE ABD-EL-KADER (Remitido)
Señores redactores del Eco del Comercio. = Muy señores nuestros: Hemos leido en el núm. 812 de su muy apreciable periódico, refiriéndose al Castellano, algunos datos acerca de la familia y patria del célebre Abd-el Khader.  Como en la relación del hecho en que se funda tal aserto, se padece alguna que otra equivocación, esperamos de vds. se serviran insertar para su rectificacion en uno de los próximos números los siguientes pormenores que son los mas exactos que se han podido adquirir hasta el día. Hé aquí la historia. = El dia 5 de octubre de 1811, á causa de la escasez de trigo que se sentia en toda España por la invasión de los franceses, don Tomas Bayona, armador en corso de tres bergantines en defensa de la patria, envió dichos buques á la costa de Marruecos, al mando de don Pedro Bayona (y no Barceló como dice el Castellano) y después de algunos días de navegación, aportaron á las islas Chafarinas, en las que anclaron. A las  veinte y cuatro horas de permanencia en dicho punto les fue á nado á bordo un moro, y despues de una larga conferencia, se aceptó el negocio por ambas partes, conviniendo que le proporcionarían el trigo en la embocadura de la laguna de Cabo Tresforcas. Efectivamente, se hicieron á la vela para dicho punto, á donde arribaron aquella misma noche, y al dia siguiente al amanecer el comandante de la fuerza don Pedro Bayona con su hijo Antonio de edad de nueve años, y otros nueve individuos de la tripulación, muy remotos de la trama que se les urdía, saltaron a tierra, y al momento fueron acometidos bárbaramente por un número considerable de africanos, y á pesar de la heroica resistencia que hicieron aquellos desgraciados, perecieron todos á manos de tales tigres, á escepcion de cuatro que pudieron salvarse á nado, y del niño Antonio Bayona, á quien conservaron la vida y se lo llevaron con grande algazara á la vista de sus parientes y paisanos, que se hallaban a bordo con el sentimiento de no poderle rescatar ni prestarle ninguna clase de auxilios.
Transcurrieron una porción de años sin que ninguna noticia se adquiriese de la suerte de aquel niño, hasta que en el año 28 se supo por varios conductos fidedignos que el tal existia en uno de los pueblos del interior de Cabo Tresforcas, en donde por su viveza de ingenio é inteligencia en varios ramos, se había adquirido un grande prestigio en aquel país, y que estaba en vísperas de verificar su casamiento con la hija de uno de los principales de dicho pueblo. Posteriormente se supo por otro conducto que en el año 32 se hallaba dicho Antonio Bayona en Fez ejerciendo uno de los principales cargos de aquel gobierno; y últimamente, en el año 1842 se tuvo noticia de que habiendo naufragado al E. de Argel un buque frances, fueron los náufragos apresados por los moros , y conducidos á presencia de su general Abd-el-Kader; el cual mandó fuesen degollados, lo que se ejecutó en el acto, y solo concedió la vida y libertad á dos de ellos por ser españoles, á quienes dijo ser tambien español, natural de este pueblo de  Benidorm y de la familia de los Bayonas. Entonces aquellos le refirieron que habian navegado con un tal Miguel Bayona y Gallard, y como reconoció que era uno de sus hermanos, les regaló, despues de obsequiarles con la mayor profusión, 4.000 rs. [reales] para el viage. Otras varias noticias han circulado con referencia á marineros venidos de dicha parte del Africa en confirmacion de lo dicho, pero se omiten porque las mencionadas son las que merecen mayor crédito.
Quedan de vds. sus afectísimos y seguros servidors q. ss. mm. bb. = M.B - J. R."


El "Diario Constitucional de Palma" el 21 de mayo de 1845 publicaba el texto anterior y finalmente exponía una objeción sobre la identificación de Abd-el-Kader con Antonio Bayona Gallard.  


El "Diario Constitucional de Palma" ponía una posible objeción a la identificación de Antonio Bayona con Abdelkader, aunque reconocía que era poco consistente. La mayor parte de la prensa de la época sí que lo aceptaba como muy probable.


Tras esta información, extraída de la prensa del año 1845, es decir un tanto alejada de los hechos, el paso siguiente era buscar en el libro de bautismos del archivo parroquial un niño llamado Antonio Bayona Gallard, hijo de Pedro Bayona, que si en octubre de 1811 tenía nueve años, habría nacido en 1802. 
Eso fue lo que hizo Francisco Bou Llambric, el cual explicaba en Facebook sus indagaciones. Se quejaba de la escasa colaboración manifestada por el encargado del archivo parroquial y de que se vio obligado a recurrir a la asociación "Raíces históricas del Reino de Valencia" para, previo pago, obtener la información necesaria. 
Según averiguó  sí que existió un niño de ese nombre nacido en ese año, hijo de Pedro Bayona, lo cual concuerda con la noticia periodística. El único punto oscuro que queda es la existencia, según la prensa, de un hermano llamado Miguel, que no aparece en el libro de Bautismos.
Según explica Francisco Bou  "En realidad son ocho hermanos, y nuestro Abd el Kader se corresponde con el benjamín de la familia, y tal como dicen los periódicos, su nombre era Antonio de principal.
Lo del apellido Gallard o Gallart sabemos que es el mismo, pero con diferente terminación, pues hay que saber que en valenciano  [hablado] ninguna palabra acaba en "D".
Antonio Manuel Bayona Gallart fue bautizado en Benidorm el día 16 de Febrero de 1802, siendo sus padrinos Manuel Orts y Francisco Bayona.

Los hijos de Pedro Nicolás Bayona Ortuño y de Josepha Gallart Domenech fueron ocho:
Tadea María - 1786
Josefa María - 1788
Josefa - 1790
Pedro Mariano - 1792
Pedro Víctor - 1795
Tadeo Anastasio Joseph - 15-02-1798
Vicente ¿Víctor? Antonio - 31-10-1799
Antonio Manuel - 16-02-1802

Su padre era un marinero de 39 años, su madre tenía la misma edad y era de Altea.
Siendo sus abuelos paternos Miguel Bayona y María Ortuño, y los maternos Miguel Gallart y Josepha Domenech (Grao de Valencia)

Como curiosidad os digo que era el biznieto de Antonio Bayona Ortega, el patrón que trajo el londro en el que vino Nuestra Señora del Sufragio a Benidorm, aunque falta confirmarlo."

Así pues, parece que el relato aparecido en la prensa española de 1845 tiene una base real y por tanto verosimilitud. El personaje denominado Miguel Bayona, que según la prensa era su hermano, pudo ser un error del relato oral en el que se basa la noticia ya que lo que consta en el archivo parroquial es la existencia de varios primos de ese nombre, no un hermano.
Mientras no se aclaren estos cabos sueltos seguiremos sin tener la certeza absoluta de que Antonio Bayona Gallart, nacido en 1802, sea realmente Abdelkader que, según las fuentes islámicas, habría nacido entre 1806 y 1808. 

Puede pensarse que estos dos hechos, lugar y fecha de nacimiento, no tienen ninguna importancia ya que no tuvieron consecuencias posteriores. Por tanto, según algunas escuelas historiográficas, no serían hechos históricos sino meras curiosidades de la historia.

Pero si analizamos la pertenencia de Abdelkader a la masonería, una asociación que promovía la filantropía, la fraternidad universal y la tolerancia  y si tenemos en cuenta su defensa de la tolerancia hacia los cristianos (algo que echamos en falta en el integrismo islámico actual) e intentamos buscar sus causas es fácil concluir que podía deberse a que era consciente de sus orígenes cristianos. Había vivido sus nueve primeros años de vida en un ambiente de cristianismo fervoroso y sincero. Por eso respetaba a los que practicaban esa religión a pesar de su convencimiento de que la única verdadera era el Islam. En ese caso el haber nacido en Benidorm si que habría tenido consecuencias...  



Documento que proclama la iniciación de Abdelkader en la masonería


jueves, 12 de diciembre de 2013

Historia de Benidorm en los siglos XIX y XX según Vicente Llorca: hechos, personajes, vida cotidiana...  3. Actividad corsaria y contrabandista en Benidorm en los siglos XVIII y XIX.



Francisco Amillo


Los últimos años del siglo XVIII y los primeros del XIX coincidieron en nuestro país con un dilatado período de guerras primero contra Gran Bretaña y luego contra la Francia napoleónica. Estos conflictos supusieron en Benidorm un importante desarrollo de la actividad corsaria, actividad legal en aquellos tiempos. El corso generó importantes beneficios para algunas personas, como el capitán Juan Bautista Orts, tal como puede comprobase en mi libro "Historia de Benidorm". Pero también provocó la muerte de humildes marineros, tal como indica Vicente Llorca en este tercer fragmento de su conferencia sobre el Benidorm del siglo XIX. 

Acabadas las guerras napoleónicas a partir de 1814, finalizó también el corso. La crisis económica de postguerra dificultó las actividades de las gentes de la mar. Por eso surgió el contrabando, en el que la villa de Benidorm tuvo un papel muy activo. Por un lado sus habitantes lo practicaron y por esa causa Benidorm fue denominado "el Gibraltar de esta provincia". Según se indicaba en sus casas abundaban los objetos procedentes de este tráfico ilegal. 
Pero hubo también muchos vecinos de la villa que participaron en su represión. El caso de Miguel Ors y García, del que Vicente Llorca nos informa en este post, es un buen ejemplo.

También aquí hubo muertos, y así lo refleja el libro parroquial de defunciones. Tanto los buques contrabandistas como los que los que reprimían el contrabando iban armados y las aprensiones se saldaban a menudo con verdaderos combates navales…



Textos de Aurora Gámez en "Aproximación al contrabando en las costas meridionales durante el siglo XVIII y primera mitad del XIX". Se comprueba que, según documentos del Archivo Histórico Nacional, los buques contrabandistas iban armados con cañones y fusiles. Así mismo se indica la presencia en el puerto de Gibraltar de algunas naves de Benidorm. Este comercio ilegal se basaba sobre todo en el tabaco y los textiles de algodón.

 Estos temas los trata Llorca en dos apartados diferentes que incluyo aquí juntos porque ambos guardan relación. Y es que todas las actividades relacionadas con la mar (pesca, almadraba, corso contrabando, tráfico marítimo, etc.) tuvieron gran importancia en el Benidorm tradicional. 





3. Actividad corsaria y contrabandista en Benidorm en los siglos XVIII y XIX.

Si la conservación y organización del modesto Archivo Parroquial nos permite recoger e investigar datos concernientes a la vida religiosa local y aún otros de interés general, más difíciles son de obtener los relativos a la historia del pueblo en general, por cuanto hay que entresacarlos de documentación dispersa en diferentes archivos y lugares, diccionarios históricos y biográficos, prensa, publicaciones oficiales, tradición oral, aspecto este último que corre el grave riesgo de perderse al estar desapareciendo la gente que podría transmitirla, y otras fuentes que permitan la estructuración de una historia concebida de forma orgánica y total. No obstante, los estudios parciales llevados a cabo por eruditos e investigadores, encabezados todos por una persona tan documentada y cuidadosa en sus investigaciones como Pere Mª Orts, nos hacen concebir la esperanza de que la tarea se podrá realizar. [1] 

Dado que la piratería [2] era un hecho normal en las costas mediterráneas españolas y muy especialmente en las de nuestro litoral, comenzaré por mencionar los ataques corsarios acaecidos cerca de Benidorm en los albores del siglo XIX, reseñando en primer lugar el consignado en el tomo 24 del Libro de Defunciones, folio 233,vto., en el que se dice que el día 23 de Abril de 1801, murió a consecuencia de las heridas que recibió en un combate naval que tuvo lugar en esta bahía de Benidorm, unos diez días antes, Juan López, hijo de Pascual, mozo, embarcado con el patrón Simón Domingo, corsario del Grao de Valencia, en su lucha con un corsario inglés, debiéndose celebrar dicho combate el 13 de abril de 1801. 

Y más adelante, en, el mismo Libro de Defunciones se indica que el día 8 de Setiembre de 1807, fallecía Manuel Llorca, a consecuencia de una herida que recibió de una bala de cañón. El mismo día perecía ahogado en esta bahía Salvador Serrano Zaragoza, natural de Villajoyosa, el cual pertenecía a la División del Capitán Corsario Bautista Pérez, quien dicho día tuvo un combate con un bergantín inglés, frente a las costas de Benidorm.

La importancia del fraude o contrabando "...que tan escandalosamente circula por estas costas y que muchos de los Empleados son omisos en los deveres de su obligación...", forzó a las autoridades provinciales a presentar un "Plan e Instrucción de la Provincia de Alicante respectivo al Ramo de Rentas que comprende desde el Cabo de San Antonio hasta la Torre de la Oradada, con espesifícación de todas las Calas y Sitios donde se pueden verificar desembarcos: Así mismo, de las Partidas que se Establecieron el año 1804, en virtud del Reglamento hecho por Don Josef Betegon, Governador Político y Militar de dicha de Alicante y fué aprovado su Magd. produciendo buenos efectos. Comprendiéndose tambien en este Plan, algunas adevertencias necesarias para cooperar al esterminio del fraude que circula por estas costas... (Fecho en 12 de Agosto del año de 1814.)", documento existente en el Archivo del Senado.

En este Plan se señalan las, "calas y puntos donde se pueden verificar desembarcos en la(s) Parte(s) de Poniente (y Levante) de la Ciudad de Alicante". Centrándonos en la parte correspondiente a las costas de Villajoyosa, Benidorm y Altea, se dice que las calas o puntos de desembarco sitas entre Villajoyosa y Benidorm, son las siguientes: Cala del Alcolcó, fondeadero de buques menores, Cala del Cañaret, Cala de los Estudiantes, Playa del rio de Torres, Cala Onda, Cala del Conejo, Cala de Morales, Cala del Tosal y Playa descubierta hasta Benidorm, de cuarto y medio de legua. En lo referente a nuestro pueblo, copiamos cuanto se dice en el Plan: “Benidorme. En esta Villa circula en gran manera el fraude, hay Partida fija y otra volante, desde esta Villa a la de Altea dista una legua con las calas y playas siguientes: Playa descubierta de media Ora; Rincon del Hoys, fondeadero de toda clase de buques; Las Peñas del Alvir que abarca la Cala del Barranco Tuerto, El Pardo, Garrofero (punto del Segur en lo eminente de la Sierra), Randas(?), Paso de la Vieja, Cala del Alvir, fondeadero con todos vientos, menos con Leveche y Tramontana, y por último, Playa descubierta de tres quartos de legua”. En las costas de Altea, se indican el Río de Altea, el Cañar de Civila, Cap Negret, playa o Cala de la Olla y  otras más.




Fragmento del “Plan e Instrucción…” donde se especifica que a principios del siglo XIX en Benidorm se practicaba el contrabando de manera habitual.


Con el fin de evitar el fraude que tanto perjudicaba a las Reales Rentas en estos contornos y mucho más en el interior de las provincias, se consideraba muy necesario establecer, al igual que se hizo en el año 1804, buques guardacostas "y que estos no permitan hacer mención (?) a ningún barco en ninguno de dichos puntos ni puertos, mayores ni menores de esta costa, entendiéndose con los buques contrabandistas y particularmente los genoveses, ragusios y otras naciones que navegan con Pabellón inglés y llevan aun papeles (?) a los destinos de Malta, Callere y Cerdeña y por maravilla llega ninguno a ellos por dejarse sus cargos de ilícito comercio en cualquiera de dichos puntos fraudulentamente. En segundo lugar, la mucha vigilancia sobre los relacionados puntos de la costa de este Partido y en tercero, el particular encargo con estrecha responsabilidad a los Jefes de Rentas y demás individuos de las Partidas de sus respectivos distritos.”

En cuanto al número de Partidas a establecer al Este de la Ciudad de Alicante, se establece una en Benidorm, “compuesta de un Teniente y quatro Dependientes que cuidará desde el punto del Segur que está en las Peñas del Alvir, hasta la Torre de Agulló que comprende dos leguas, apostando tambien un Dependiente en la Torre de las Caletas para que observe los buques que fondean en la Isla Mediana y dé parte a su cabo”. 

Y por último, en lo tocante a las Rondas Volantes o Ligeras, de la parte de Levante se manifiesta lo siguiente: "... Se compondrá de un Cabo con la dotación de 8.000 reales annuos, deviendo mantener cavallo, un Teniente con la de 3.300 y diez Ministros a rrazon de 6 reales diarios cada uno, teniendo su respectivo establecimiento de Centro (aunque no de permanencia) en el Pueblo de Benidorme, con la obligación de recorrer los parages y puntos de la costa necesarios en persecución de los defraudadores.”

La amplia exposición que sobre el fraude acabo de realizar, obedece a que según criterio mío, este acto delictivo debió tener una gran influencia en las costas alicantinas y especialmente en las de Benidorm, con repercusiones en el campo económico que alguna vez habría de investigar. 
Recuerdo que hace algunos años, Joan Fuster me indicaba que alguna gente del pueblo había efectuado buenos negocios en el tráfico de esclavos en las costas del Caribe durante el siglo XIX, noticia que me hizo pensar en algunas familias que allí fueron y que regresaron con buen caudal de dinero. Desde luego, estas prácticas podrían tener sus antecedentes en las acciones de corsarios, en los fraudes y otros actos que jalonan las postrimerías del siglo XVIII y comienzos del XIX. Por otra, parte, si avanzado ya el siglo XIX, se crea y organiza por gente de Benidorm, como luego veremos, una poderosa Empresa de Guardacostas, no sería ajena a esta creación la experiencia acumulada en años anteriores.



Miguel Ors y García y su Empresa de Guardacostas de España.

Una vez diseñado el aspecto del pueblo hasta comienzos del siglo XX y que luego proseguiremos, retrocedamos al siglo anterior, con la finalidad de trazar, en primer lugar, los caracteres biográficos de personajes locales que tuvieron una proyección nacional, bien bajo los aspectos políticos, ya profesional o literario y en segundo lugar, describir las influencias económicas, políticas o culturales que en la vida local tuvieron esos señores. 

Si anteriormente hemos señalado el papel que en la economía local había representado la pesca y especialmente las almadrabas, llegado el primer tercio del siglo XIX hay que destacar el impacto que produjo en dicha economía, la creación de Empresas de Guardacostas, de las que se hace eco el Diccionario Madoz y sobre todo, la que fundó y dirigió Miguel Ors y García, uno de los personajes con más talla política y financiera que ha dado nuestro pueblo. En el artículo necrológico aparecido en el periódico "La Lucha" en Diciembre de 1863 y al que seguimos en la narración de su vida; se manifiesta al comenzar dicho artículo lo siguiente "...en Benidorm, su pueblo natal, ha fallecido el día 15 de Diciembre el ilustre patricio Don Miguel Ors y García, que consagró toda su vida y cuantiosa fortuna a la defensa de la libertad, por la que luchó siempre con los arrestos de un titán, mereciendo ser esculpido su nombre con letras de oro en la historia de la democracia moderna". Aunque a primera vista parece el comentario de "La Lucha" muy barroco y grandilocuente, en verdad, la personalidad de nuestro paisano era merecedora de esos elogios.

Su nacimiento figura consignado en el Libro de Bautismos de la Parroquia, años 1791 a 1810, núm. 2, al folio 191.vto., en donde se expresa que el día 21 de Junio de 1803, nació a las 8 de la tarde, siendo bautizado el 24 del mismo mes. Fueron sus padres Thomas Ors, marinero, y Madalena García, naturales y vecinos de la villa. "Piloto particular de Europa en 15 de Diciembre de 1821, muy joven aún, en 1820, fue elegido y nombrado Capitán de la Milicia Nacional durante el Trienio Constitucional, cargo que desempeñó hasta la extinción de dicha fuerza en 1823, en que capituló la plaza de Alicante, siendo entonces perseguido por los realistas, por el celo y entusiasmo que siempre había demostrado en el sostén de los principios liberales que profesaba en alto grado, prestando valiosísimos servicios y equipando y sosteniendo por su cuenta, a la mayor parte de su Compañía".

En 1826, fue autorizado por el Gobierno de Fernando VII, para que de su propio peculio armase dos barcos por el tiempo de un año, con el fin de perseguir el escandaloso contrabando que se hacía. Con ellos realizó el apresamiento de varios buques contrabandistas, entre ellos los que figuran documentados en el Archivo General de la Marina Álvaro de Bazán, carpeta 2740, en el que se dice que Ors y García, Capitán del Falucho Virgen de los Dolores, armado en corso, apresó en Mayo de 1827 frente a las costas de Salou un falucho contrabandista con carga de tabaco y en Junio del mismo año, frente a las costas de Denia, otro con cargamento de trigos, habiéndome sido facilitada esta documentación por el investigador de la marina, Carlos Llorca Baus. Debido al éxito de estos apresamientos y finalizado el plazo de la concesión que se le había hecho, el Capitán General de los Reinos de Valencia y Murcia, Don Francisco de P. Longa, le autorizó para armar una división de 6 buques, entre ellos una fragata con 28 cañones, para que en el Distrito de dicha autoridad persiguiera a los contrabandistas, misión que cumplió satisfactoriamente, puesto que no solo persiguió los barcos de esta clase, sino que extendió su acción a los corsarios argelinos, teniendo con todos ellos muchos enfrentamientos, de los que resultó herido y a la vez ocasionó a los enemigos pérdidas considerables.

Finalizada esta misión que siempre llevó a cabo personalmente a bordo de su fragata, se le confió otra igual en 1828, por Don Felipe Riera, marchando esta vez a las, costas catalanas, en donde confirmó su reputación de hombre competente en asuntos marinos y leal servidor de los intereses del Estado.

En 1838, contrató y obtuvo la concesión de una nueva Empresa de Guardacostas por el tiempo de tres años y limitada a las cuatro provincias marítimas de Valencia y Murcia, con tan satisfactorio resultado que el Gobierno hizo extensivo el contrato a las costas de la península, logrando reprimir el contrabando y "abatir la soberbia de los que con inaudito atrevimiento y protección extranjera se dedicaban a él". Muchos fueron los combates sostenidos y buques contrabandistas apresados, mereciendo destacarse la lucha sostenida con el renombrado corsario gibraltareño "El Terrible", el cual fue tomado al abordaje y a nado por la tripulación del Guardacostas "Plutón", cuyo Capitán Don Gaspar Ortuño y Vives, de Benidorm, fue herido de gravedad.

Aunque este hecho no ofrecía una importancia destacada dentro de la historia corsaria en general, si lo tuvo en la represión del contrabando en las costas mediterráneas españolas, siendo comentado el combate por las gacetillas de la época y permaneciendo vivo en la tradición hasta el punto de que el Museo Naval de Madrid, en su Christmas de la Navidad de 1949, lo reprodujese. 

Figura en la portada la siguiente leyenda: "Don Gaspar Ortuño. Alférez de Fragata de la Armada nº 1, de la Matrícula de Benidorm" y el reverso de la misma, "Siendo Intendente de esta Provincia Don José Sánchez Ocaña y sobre las aguas de Gandía, a las doce horas del día 11 de Octubre de 1839, fue rendido y apresado en reñido combate el falucho contrabandistas nombrado "El Invencible", (a) "El Terrible", por el guardacostas "Plutón" de la Empresa Ors y García.", al mando del Alférez de Fragata Don Gaspar Ortuño”. 

Según la tradición, el encuentro no fue sospechado por ninguno de los Capitanes de ambos buques. El guardacostas "Plutón" se hallaba mandado, como ya se ha dicho, por el Alférez de Fragata Sr. Ortuño, hermano político del empresario Ors y García y abuelo del que luego sería Director General de Correos y Telégrafos y más tarde Ministro de Fomento, Emilio Ortuño y Berte. 
Según narración del Sr. Ortuño, eran las primeras horas de la mañana, cuando divisó un navío que por su porte pareciole "El Terrible", el cual favorecido por el viento ponía rumbo hacia "El Plutón". Dispuesta la tripulación, compuesta en su mayoría por benidormeros, para el abordaje, al hallarse ambos buques al alcance de sus cañones, disparó primero "El Terrible" destrozando parte de la obra muerta de babor del "Plutón", el que a su vez destruía gran parte del velamen del corsario enemigo. Al soplar viento a favor del "Plutón", y a consecuencia de la mejor disposición del velamen, dirigiose este contra el adversario, pero en este mismo instante, un dispara certero del "Terrible" caía sobre la cubierta del "Plutón", teniendo la desgracia que un casco de metralla hiriera la pierna izquierda del Sr. Ortuño, quien no permitió se le trasladase a su cámara, permaneciendo en el tambucho de la misma y presenciando de esa forma el desarrollo del combate. Entregado por fin, el mando al Segundo Jefe, Don Antonio Vives, primo hermano del Sr. Ortuño y envalentonada la tropa por la actitud de su Capitán, marcharon al abordaje apresando al "Terrible", luego de una lucha desesperada en la que cayeron heridos o muertos muchos de sus tripulantes. 
Gran importancia se concedió a este combate naval y prueba de ello fue el que Don Gaspar Ortuño, Capitán del Plutón, curado de la herida sufrida en la lucha y que le produjo una total cojera, fue recibido por la Reina Isabel II, quien le condecoró, obsequiándole a la vez, con unas preciosas muletas. Coincidió este hecho con una época de auge y riqueza en Benidorm, no existiendo casa en la localidad que no conservase gran cantidad de objetos apresados en el corso, por cuyo motivo se llamaba a Benidorm el pequeño Gibraltar.

La Empresa de Guardacostas de España representaba entonces un pequeño Estado con su influencia política y social, que si bien tuvo contrariedades y antagonismos, la entereza y carácter de su Director Sr. Ors, que en algunas ocasiones hasta se vio amenazado de muerte, logró vencer las adversidades y corresponder a la confianza que el Gobierno había depositado en él, poniendo a su total disposición una innumerable fuerza armada en tiempos de revueltas y guerra civil.






Páginas del Diario de las Sesiones del Congreso de Diputados  del día 28 de junio de 1841 donde se discute la autorización a la empresa guardacostas de Miguel Ors y García y se indica que Benidorm es “un pueblo dedicado exclusivamente al contrabando”. Algunos diputados de la oposición manifestaron su disconformidad porque los permisos a la empresa guardacostas de Miguel Ors se dieron sin concurrencia pública. Además criticaban la connivencia de esta empresa con los contrabandistas, de manera que el contrabando se practicaba abiertamente y con impunidad, causando gran perjuicio a las rentas del Estado. 


Con un gran personal marítimo, comisiones, rondas volantes y partidas armadas de resguardo en el litoral de las provincias, proporcionó, en aquella época crítica que atravesaba el país, colocación y trabajo a multitud de personan y porvenir para muchos, puesto que los servicios en los dichos guardacostas se consideraban como prestados al Estado y por ellos obtuvieron entonces y posteriormente graduaciones en la Marina de Guerra, pasando muchos de ellos a las Ayudantías de Marina y buques de guerra. Atendía con paternal solicitud a todos sus subordinados y concedió pensiones a viudas, huérfanos y madres de los fallecidos o inutilizados en el servicio de su Empresa. En atención a los servicios que al Estado prestó como Director de la Empresa de Guardacostas de España, la Reina Gobernadora María Cristina, le nombró Intendente Honorario de Marina, por Real Decreto de 7 de Abril de 1840. 

Por su patriotismo y antecedentes liberales fue elegido Diputado a Cortes por la provincia de Alicante el año 1843, siendo uno de los Diputados que dieron su voto a favor de la mayoría de edad de Isabel II, en la memorable sesión del 8 de Noviembre del mismo año. 


William Turner: "La roca de Gibraltar" pintado hacia 1830-32. Esta localidad fue el centro del contrabando que en el siglo XIX tanto afectó al litoral español.

El Claustro de la Universidad Literaria de Valencia en escrito, del 23 de Octubre, le remitió doce ejemplares de la exposición que dirigía a las Cortes, con motivo del Decreto del 10 del mismo mes y año, suprimiendo los estudios de medicina en las Universidades del Reino, al objeto de que los distribuyese entre los Diputados de la Provincia de Alicante y se interesase, como persona de gran prestigio, para que influyese cerca de sus compañeros a fin de que todos tomasen la defensa de este asunto que tanto revuelo produjo en España. Su actuación en el Congreso fue muy eficaz cuando se debatió el asunto, logrando un notable éxito al conseguir quedara sin efecto el Decreto, por lo que quedaron restablecidos los estudios de Medicina en las Universidades Españolas.

Prosigue el artículo periodístico, manifestando lo siguiente: "Emigrado político posteriormente, sufrió toda clase de prisiones, destierros y la destrucción de su patrimonio, todo lo cual no le hicieron desmentir en ninguna ocasión la solidez de aun principios liberales. Hombre generoso y espléndido, en sus destierros fue una providencia para todos, pues no favoreció tan solo a sus amigos políticos, sino que hizo extensivos sus favores a los de ideología contraria, como fue el apoyo prestado al General Carlista Sopelana, emigrado como él.
Hombre muy activo y emprendedor tuvo a su cargo además de la dirección de la Empresa de Guardacostas de España, negocios de considerable importancia, como los de transportes marítimos y terrestres de la sal, pesquerías de almadrabas en las costas de España y África, cortes de madera y otros asuntos que le acreditaron como un notable financiero, consiguiendo en un principio adquirir un importante capital, el que disipó en gran parte durante las emigraciones por razones políticas, o bien por confiar la dirección de sus negocios a personas que velaron poco por ellos.
Su nombre figuró en primera línea entre los hombres notables de su partido, honrándole con su amistad particular, personalidades tales como Mendizábal, Olózaga, el Ministro de Hacienda y conocido financiero Don José Salamanca, el jurisconsulto Manuel Cortina, Rivero y otros muchos más y en su provincia, Carreras, España, Antón .Franco, Alcaraz, Don Joaquín A. Sendra, Don Tomás y Don Francisco Llorca y otros liberales de los pueblos de La Marina.
Tratándose de sus amigos y del triunfo de sus ideales democráticos no reparaba en sacrificios ni persecuciones, como lo demostró en los memorables acontecimientos de Julio de 1854 en Madrid, siendo Jefe del Distrito Revolucionario de San Felipe Neri y sus inmediaciones, en los que se batió tan valerosamente que junto a los suyos hizo abandonar tras reñidísimos combates a la Guardia Civil y a fuerzas del Ejército que defendían la Plaza Mayor, acción en la que resultó herido. 
Tenía con el General Prim una amistad tan sincera y entrañable que rayaba en una especie de culto. Por el año 1857 se encargó de la dirección de los cortes de madera en los pinares de la Sierra de Segura que por entonces y a propuesta suya adquirió el General Prim y en cuyos trabajos empleó a muchas personas de la provincia de Alicante y en particular a gente de Benidorm.
Destinado el General Domingo Dulce a Cuba como Capitán General y de Intendente Don Pedro de Prats y Zea, uno de sus mejores amigos, marchó con ellos a La Habana para dedicarse a los negocios y tratar de reponer su ya casi extinguida fortuna, pero la suerte le fue adversa, enfermando apenas llegó allí, por lo que se vio obligado a regresar a la Península y a su pueblo natal, donde falleció poco después en su domicilio sito en la calle del Mar, el 15 de Diciembre de 1883, sin haber tenido la grata satisfacción de ver realizadas sus aspiraciones. 
El entierro, con asistencia de diez sacerdotes, constituyó una de las, manifestaciones de duelo más numerosas y populares que se ha conocido en la Marina alicantina. Tanto de Madrid como de otras capitales, acudieron a Benidorm diversas personalidades políticas y amigos particulares y de Alicante y pueblos de la Marina, una verdadera legión de políticos y amigos, quienes en imponente manifestación acompañaron al cadáver hasta depositarlo en la Iglesia, mientras un buque de guerra rindió los honores de ordenanza, disparando sus cañones en el momento de recibir sepultura. Su fallecimiento consta en el Libro de Defunciones del Archivo Parroquial, tomo 5º, folio 83 y el nicho figura con el número 11, número de orden 77.”

Según las opiniones que oí de mis antepasados, Ors y García fue un hombre excesivamente modesto y jamás pidió nada paras él, ni aún en épocas que hubiera alcanzado fácilmente honores y condecoraciones y si aceptó la Encomienda de Isabel la Católica y otras distinciones, lo fue a ruegos de sus amigos, a los que no quiso desairar.



NOTAS

[1] Destaca sobre todo la obra "Historia marinera de Benidorm (1781-1950)" de Carlos Llorca Baus
 [2] Más que piratería, las acciones que se reseñan a continuación son de actividad corsaria en la guerra que mantenía España con el Reino Unido. En aquella época el corso era legal, la piratería no. 

domingo, 8 de diciembre de 2013

El castillo de Benidorm, un importante elemento de la defensa del litoral valenciano y una de las claves de la existencia de la ciudad.



Francisco Amillo

Hace pocos días publicaba la prensa que el Ayuntamiento de Benidorm había solicitado la inclusión del castillo de Benidorm en la lista de Bienes de Interés Cultural (BIC) con lo cual podría obtener el grado máximo de protección legal. 
Una iniciativa interesante y digna de elogio, aunque por desgracia llega con 200 años, casi exactos, de retraso: el castillo fue bombardeado al final de la Guerra de la Independencia y años más tarde se derribó lo que se mantenía en pie. Así que sólo quedan el nombre de Plaza del Castillo, algunos muros en las caras sur y oeste que debieron servir para nivelar la cumbre del promontorio donde se asentaba y restos arqueológicos enterrados esperando futuros estudios.

Repito que es un loable empeño el intentar preservar lo que queda de este antiguo conjunto militar. Ojala en tiempos de Catalán Chana hubiesen tenido las autoridades municipales la misma sensibilidad; no se habría construido allí un edificio que es un atentado a la estética del entorno y la historia del promontorio.

Por mi parte, contribuyo a esta iniciativa publicando una parte del capítulo que dedico  al castillo en mi libro de “Historia de Benidorm”. Es un resumen de los  dieciséis folios del original, cuya lectura recomiendo a las personas interesadas por  este tema de la defensa del litoral valenciano. 





El castillo de Benidorm estaba en la parte más alta del promontorio de Canfali, que es la sur. Su defensa se completaba con la muralla que rodeaba la villa. 
Su función histórica ha variado a lo largo de los siglos. En la Edad Media servía para controlar a los musulmanes de la comarca. Posteriormente, y especialmente durante la Edad Moderna, predominó la función de defensa contra los enemigos exteriores, sobre todo los corsarios argelinos.



El castillo de Benidorm estaba en el extremo sur del promontorio de Canfali, en la parte que más se adentraba en el mar. Era inaccesible por tres de sus cuatro lados.


1. El castillo medieval.
Tras la conquista cristiana de la Marina Baja a mediados del siglo XIII el rey Jaume I permitió que los musulmanes permanecieran en sus tierras. Para garantizar su sumisión se utilizaron los castillos como elemento de control. Desde ellos un grupo de cristianos, dirigido por un "alcaid", administraba y controlaba el territorio en nombre del rey. Obtenía un sueldo anual, deducido de las rentas cobradas en la zona de influencia del castillo.

Ignoramos la fecha de la construcción del castillo de Benidorm. Jaume I no lo nombra en su crónica. Cuando en 1249 se reparten las tierras de la alquería de Liriet tampoco se nombran Benidorm ni su castillo. Por tanto parece probable que no existiera en aquellos momentos iniciales de la conquista y que se edificara en un momento indeterminado entre 1249 y 1321. 
El desconocimiento que tenemos de los orígenes del castillo explica que se hayan escrito versiones poco correctas. Muchos autores hablan de un castillo islámico que pasó a manos cristianas.  Juan Mateo Box y Quereda Sala dicen que entre 1270 y 1272 Jaume I dio la fortaleza de Benidorm a Beltran de Belpuig, permaneciendo en manos de esta familia hasta que pasó a la casa de los Fajardo. No es preciso insistir en lo erróneo de esta afirmación que olvida la existencia de Bernat de Sarrià. Por otro lado Juan Mateo Box en 1953 y Joaquín Fuster en 1971 aceptaron como válidas las falsas "Trobes" de Mosén Jaume Febrer sobre la conquista del castillo de Benidorm aunque hoy sabemos que ese relato fue una falsificación del siglo XVII. 
Por tanto, no hay, de momento, referencias fidedignas sobre el castillo de Benidorm anteriores al siglo XIV. 
Como hipótesis podemos pensar que Benidorm y su castillo se edificaron a partir de 1312. En ese año Bernat de Sarrià perdió Villajoyosa y necesitando una villa cristiana como capital de sus dominios de la Marina Baja, creó Benidorm. No sabemos cuando lo hizo pero en 1321 ya se citan el pueblo y el castillo de Benidorm. La Carta Puebla de 1325 daba valor jurídico a algo que ya se había hecho con anterioridad.

Las murallas de la villa de Benidorm, que completaban la defensa del castillo, datan como mínimo de 1325, el año de la Carta Puebla. Poco después, en 1328, Bernat de Sarrià estableció la fundación de un convento de agustinos en la  villa y en carta al prior provincial de Cataluña decía que el monasterio se debería edificar junto a las murallas “construidas o por construir”. 
En el siglo XV hay una referencia eclesiástica al castillo de Benidorm. Nos informa sobre una capilla dedicada a Santiago, el cual sería posteriormente el patrón de la villa. Dice así: “Benidorm, año del nacimiento del señor 1414, jueves trece de septiembre. [...] En el castillo de Benidorm hay una capilla de Santiago con un altar y un retablo, pero el altar está vacío y no hay ornamentos aunque el teniente de alcaide Miguel Ramírez dijo que el día de Santiago se prepara el altar y se celebra”. 

En ese mismo siglo, en 1438, se autorizó a Ruy Díaz de Mendoza, señor de Benidorm, y a la municipalidad del  lugar, a cargar con una sisa por un período de cinco años la venta de pan, vino, carne y otros artículos. El producto de este impuesto sólo podría dedicarse a fortificar la villa reforzando sus murallas. 
Aunque esta remodelación de 1438 debió suponer una mejora importante en la seguridad, su eficacia fue escasa porque en 1447 un grave ataque de corsarios musulmanes dejó la localidad casi despoblada. 


2. El castillo en la Edad Moderna.
En los siglos XVI y XVII, debido a la intensificación de los ataques de los corsarios musulmanes, hay un gran interés de Carlos I y Felipe II por el sistema defensivo costero, conservándose abundante documentación sobre este tema. 
Hacia 1520, durante la crisis de las Germanías, la guarnición del castillo abandonó Benidorm. Según la documentación la villa también estaba despoblada y su abandono permitió que pueblo y castillo fueran ocupados por corsarios musulmanes durante una corta temporada. Antes de abandonarlo destruyeron todo lo que pudieron. Este hecho puso de relieve su valor estratégico y la necesidad de reforzar su defensa. 


El siglo XVI.
Por eso en el siglo XVI surgieron dos proyectos para adecuar las fortificaciones de Benidorm al uso de la artillería. Los conocemos gracias al trabajo “Proyectos y obras de fortificación en la Valencia de Carlos V” de Juan Francisco Pardo Molero. 

El primer proyecto es de 1525. Lleva como título “Memorial de las obras que tiene necesidat el lugar e fortaleza de Benidorm”. El “batlle general” de Valencia había ordenado a Luis Palau que, en compañía del artillero y experto en fortificaciones Pedro Alvarado, acudiese a Benidorm y presentara un informe del estado de las fortificaciones y de las obras que convendría realizar.
Escribieron que el lugar estaba indefenso y que dada su estratégica situación, era peligroso dejarlo así ya que podía caer en manos de los corsarios como había sucedido hacía pocos años.
La villa conservaba las murallas y el foso, pero necesitaban reparaciones. En el interior, el castillo estaba en ruinas y sólo se mantenía en pie la torre del homenaje aunque su sistema de captación de aguas de lluvia para llenar el aljibe estaba deteriorado. 
El informe recomendaba centrar la atención en las murallas de la villa, sobre todo en el sector norte, donde estaba la puerta, que probablemente estaba situada donde actualmente arranca la Calle Mayor. Convenía labrar un portal de piedra picada con dos puertas, la exterior forrada de hierro y un puente levadizo para el foso.
Desde el ángulo de levante hasta la puerta el muro tenía 3,20 metros grosor pero su parte exterior se había derrumbado sobre el foso. Por eso proponía reforzar el muro y crear troneras a ras de tierra a intervalos regulares combinadas con lombarderas en la parte superior de la muralla, en el camino de ronda, creando unas almenas de 4,6 metros de anchura. Las lombarderas eran aberturas para unos cañones de gran calibre denominados “lombardas” o bombardas. 
El objetivo era según Pardo Molero “defender el lugar contra corsarios, no contra grandes ejércitos; de ahí su moderado coste de quinientas libras, a lo que debían añadirse cuatrocientos ducados por las reformas que precisaba el castillo.” 
Como Alfonso Fajardo, señor de Benidorm, reclamaba una indemnización por los daños que los agermanados le habían causado años antes, los oficiales reales le ofrecieron la cantidad que Alvarado había estimado como valor de las obras: novecientas veinte libras. Pero debía emplear el dinero en las reformas proyectadas. 



Plano de principios del siglo XVIII donde se ve la muralla norte de Canfali. A la izquierda, en la parte de levante, hay un torreón y encima de la puerta una torre. En la parte de poniente se ve, al fondo, otro torreón.


El segundo proyecto de fortificación fue obra de Joan de Cervelló en 1534, durante el virreinato del duque de Calabria. Se habla del castillo pero las obras de fortificación se centraron en las dos torres, muralla y puerta de acceso a la villa que estaban al norte de Canfali. Aunque el castillo y la villa de Benidorm eran propiedad de la familia Fajardo, la corona se ocupaba de su fortificación porque a causa de la despoblación, el señor no tenía vasallos suficientes para defenderlos. 

Se comisionó a Joan lvanyes, batlle de Villajoyosa, para que vigilara las obras de fortificación que había iniciado en el mes de agosto el maestro de obras Martí de Donapetro. Contrató peones de Villajoyosa y 20 arcabuceros para proteger las obras de un posible ataque corsario. 
Se ahondó el foso hasta los cuatro metros y medio de profundidad y siete de anchura. También construyeron un horno de cal para las dos torres que deberían sustituir a otras de menor tamaño. El muro de estas torres debía tener casi 3 metros de ancho y unos 8,5 metros de altura arrancando desde el fondo del foso. En el interior de cada una de ellas debían habilitarse un par de casamatas abovedadas con troneras que cubriesen desde el suelo del foso hasta el campo circundante y el mar. Asimismo debería prepararse la plataforma superior de los torreones para hacer fuego artillero. 
Por otro lado la muralla debía reforzarse levantando una pared nueva a una distancia de entre 2,76 y 3,45 metros del muro viejo, llenando el espacio entre ambos con la tierra sacada del foso, convenientemente apisonada.
El foso se acabó en Navidad y luego se pusieron los cimientos de una de las dos torres. Pero el 14 de abril quedó interrumpida la campaña. De los mil ducados del presupuesto, se habían gastado en la obra setecientos y el resto se destinó al pago de la guarnición enviada a la fortaleza por el virrey.  Se destinó al castillo una compañía de 50 soldados, bajo el mando de un capitán, que estuvo acantonada hasta de la década de 1540. 


Felipe II también se preocupó de la defensa del litoral y encargó varios informes. En ellos encontramos una serie de descripciones del sistema defensivo en los que se cita el castillo de Benidorm. 

Del año 1575 tenemos un interesante dibujo de Benidorm, de momento el más antiguo que conocemos. Mide 29 x 43 cm. y fue realizado por el virrey Vespasiano Gonzaga para acompañar el informe que enviaba a Felipe II. Se ha dicho que su autor fue el ingeniero y arquitecto militar Juan Bautista Antonelli pero hoy día los indicios apuntan a que fue obra del virrey, un experto en fortificaciones.
Se observa que el recinto amurallado rodea completamente la ciudad. El extremo sur de Canfali está ocupado por el sector militar formado por el castillo y a continuación una gran plaza de armas. El castillo está dibujado como una estructura amurallada cuadrada que cierra un patio también cuadrado. Los lados oeste y norte presentan una construcción de dos alas, en forma de “L”, que se abre al mencionado patio. El edificio del norte está precedido por una galería porticada que daba a dicho patio, bajo el cual había un aljibe subterráneo que no aparece en el dibujo. Comparando esta estructura con la descrita en 1525, donde sólo quedaba una torre del homenaje, vemos que se había reparado.

A continuación del recinto militar viene el civil en el que hay una serie de edificaciones cuya finalidad no es fácil adivinar. En el sector norte estaba la puerta de la población, que tenía una torre encima. Sin embargo estos dos elementos no aparecen en el dibujo. En su lugar hay un gran sistema defensivo, cuya construcción se propone a Felipe II: una gran muralla con dos baluartes en ángulo, típicos de las fortificaciones del siglo XVI. Al norte de esos baluartes un foso permitía el paso del agua del mar conectando las playas de Levante y Poniente y convirtiendo a Benidorm en isla. Por esa causa la puerta de acceso a la villa que se propone estaba en el mar, en el lado oeste, algo muy eficaz desde el punto de vista defensivo pero muy incómodo para sus habitantes. 



Dibujo de Benidorm realizado en 1575 por Juan Bautista Antonelli. Se observan las murallas de la población con una torre redonda en la parte de poniente. También se aprecia el castillo en la parte más adentrada en el mar. En la zona del istmo se han dibujado las típicas defensas angulares del siglo XVI: dos baluartes en ángulo y un gran foso. Es la propuesta de Vespasiano Gonzaga de convertir Benidorm en isla para defenderlo mejor. El proyecto nunca se realizó (Fuente: AGS, Guerra y Marina, Legajos, 00102. Valencia, 30 de septiembre de 1575.)


El escrito de Vespasiano Gonzaga en el que se incluía el dibujo está firmado en Valencia el 30 de septiembre de 1575. Según dice “Benidorme […] podriase facilmente hazer isla. [...]Tiene agua de algive. Parece que se deve reparar, de suerte que resista a un assalto de galeotas. Y se deveria ver como se pudiesse habitar.
Preocupado por la defensa, el virrey planteaba la posibilidad de derribar el pueblo y su castillo en caso de no repoblarse. Eso habría originado, probablemente, la desaparición definitiva de nuestra ciudad. Afortunadamente, Luis Fajardo, señor de Benidorm  no aceptó la sugerencia. En un escrito explicaba a Felipe II que por las características físicas del lugar, su defensa era fácil. En lo concerniente a su despoblación dice que no era total porque un grupo de pescadores vivía allí con sus mujeres e hijos. Además, había cinco personas encargadas de la defensa del castillo: dos "atalladors" a caballo que vigilaban el término y tres soldados que defendían el castillo. El escrito concluye pidiendo ayuda económica para su reedificación. No se recibió porque no era el momento oportuno: aquel mismo año se produjo la segunda bancarrota de Felipe II. Pero tampoco se derribaron las murallas de la villa ni su castillo. 
En 1586 el virrey Francisco de Moncada, marqués de Aitona, indicaba en carta a Felipe II lo útil que había sido no destruir Benidorm ya que la guarnición del castillo había repelido un ataque de corsarios musulmanes


El siglo XVII.
En el siglo XVII tenemos varias referencias al castillo de Benidorm y en su segunda mitad se produjo la repoblación de la villa y la reparación de sus defensas.
Una referencia es la de Gaspar Escolano que habla de un castillo muy bien preparado para defenderse de ataques marítimos y terrestres a causa de su emplazamiento en un promontorio que se adentra en la mar. 
Años más tarde, en la toma de posesión de Beatriu Fajardo como señora de Benidorm (7-4-1654) se cita a Josep Linares “alcaide per sa magestat del castell de dita vila”, lo cual nos indica que el reino continuaba encargándose de la defensa del castillo por su importancia estratégica y por la escasez de pobladores, sólo 10 vecinos. 
Eso había cambiado unos años después, en la toma de posesión de Rodrigo Baltasar de Puigmarín y Fajardo (15-6-1687). La villa se había repoblado y el castillo aparece dirigido por un representante del señor, Jaume Orts que ya no tiene el título de "alcaid" sino de "tinent del batle", lo cual indica que ha sido nombrado por el señor territorial que se encarga de la defensa de la villa. Jaume Orts entregó las llaves del castillo al procurador del señor el cual abrió y cerró las puertas en señal de dominio, recorrió las murallas e inspeccionó los cañones. 




La repoblación de Benidorm por Beatriu Fajardo en 1666 había supuesto mejorar las murallas y el castillo. En la documentación de 1668 se dice que “así mismo parte de la muralla de dicho lugar de Benidorm está derruida y abierto aquel. Y estando como está en la costa y siendo fortaleza es preciso renovar y reparar dichas murallas.” Era preciso construir “dos puentes que sirvan de defensa de la fortaleza de Benidorm y reparar los que están destruidos sobre los fosos [...] y al presente se ha gastado y se han hecho las obras siguientes, [...] dos puentes de madera en la primera y segunda retirada de la fortaleza de Benidorm en lo que se han gastado ochenta libras, y se ha reparado la muralla de dicha fortaleza y circuito de calicanto en lo que se han gastado quinientas libras.
La primera  y la segunda retirada se refieren a dos murallas, una interior, la del castillo que acababa junto a la actual iglesia de Sant Jaume, y otra exterior, cada una con su correspondiente foso y puente de madera. Las cuarenta casas que, según la Carta Puebla, deberían construirse dentro de la villa lo hicieron en el plano inclinado de la parte norte de Canfali. Allí estaban la iglesia antigua (en la actual plaza de la Senyoria) y la puerta de acceso a la población.


El siglo XVIII.
El siglo XVIII comenzó con la Guerra de Sucesión, que para Benidorm y la mayoría del Reino de Valencia finalizó en junio de 1707, poco después de haberse conquistado la capital. En el sur del Reino la revuelta continuó hasta septiembre de 1709, cuando se conquistó Alicante. Pero la guerra continuó en Cataluña y las islas Baleares, que permanecieron en manos austracistas hasta el 11 de septiembre de 1714, cuando capituló Barcelona. Por eso, durante dichos años, el gobierno borbónico tomó precauciones para defender el litoral. 

El coronel gobernador Pedro Corbí inspeccionó la zona defensiva de la circunscripción de Villajoyosa, que incluía el litoral desde la mencionada villa hasta Altea inclusive. 
Dispuso que la persona encargada de coordinar la defensa, “el requeridor”, debería ser “buen vasallo de el Rey para que se evite el comercio con los rebeldes de las Yslas [partidarios del archiduque Carlos en las Baleares], y que no se puedan introdusir en el Reyno desembarcando en las calas, lo que pueden executar con facilidad si no ay gran cuydado.” 
Además estableció lo que cada población de la Marina debería aportar para financiar la defensa. Sobre el castillo de Benidorm dice que se deberá pagar al alcaide y a dos soldados, porque los otros dos no cobrarían nada, dado que los pondría la población de Benidorm a cambio de perdonarle un impuesto de 20 reales al mes que pagaba anteriormente. Todos los vecinos deberían alternarse en la defensa del castillo
En este documento se indican también los nombres de las personas que había en el castillo el 2 de julio de 1709 y una relación del armamento. Resulta sorprendente que la mitad de las balas de cañón no aprovecharan por ser de diferente calibre al de las piezas que las deberían disparar; además, había nueve mosquetes estropeados 


Plaza del Castillo: 
en el lado de levante estaba el cuartel de Carabineros construido en el siglo XIX. Tras la Guerra Civil  de 1936-39 se entregó a la Guardia Civil. Se derribó este edificio y en su lugar se construyó la biblioteca Gabriel Miró  que también fue derribada. Son ejemplos de la ocupación del antiguo recinto militar una vez que perdió su función defensiva.


A principios de este siglo XVIII hay un uso pacífico del castillo por parte de la corporación municipal. Se utilizaba como sala de reuniones del consejo municipal porque “esta villa no tenia cassa para Sala Capitular”. La situación cambió en 1732 cuando el municipio adquirió por 39 libras la casa de Gaspar Barber para celebrar sus reuniones; este fue el primer local del Ayuntamiento de Benidorm.

En el siglo XVIII el incremento de la defensa marítima activa con una eficiente marina de guerra dotada de artillería más efectiva hizo que las defensas pasivas, como las torres de vigía y el castillo, no fueran tan necesarias como en siglos anteriores. Por eso se descuidaba su mantenimiento. En 1782, el castillo tenía tres cañones de calibre mediano y continuaba necesitando reparaciones. En 1797, se produjo el desprendimiento de una parte de los muros del castillo, que fue necesario reparar. 



En este  plano de la rada de Benidorm, del año 1782, se aprecia que el recinto militar estaba formado sólo por el castillo en el extremo sur y un gran espacio vacío. Una muralla lo separaba del recinto civil donde ya no se aprecian la muralla norte, la puerta con su torre ni el torreón de levante. La población había desbordado las murallas y se extendía por el llano al pie de Canfali.


Juan-José Chiner planteaba un problema surgido con la construcción de la iglesia actual que implicó, en su opinión, variación de los límites de la fortificación. El autor decía que, si entre 1761 y 1780 comenzó la fábrica de la iglesia, no estaba claro cuando se construye el arco que une las plazas de Castelar y Sant Jaume. Este arco no tiene ningún sentido si no está unido a una muralla como puede comprobarse en estructuras similares de la comarca (Polop, Altea, etc.) La solución se encuentra según él, en una carta marítima de 1782 de la rada de Benidorm, bastante exacta topográficamente. En ella sobre el morro de Canfali no hay ninguna edificación, excepto el antiguo castillo. Además, se ve que el área está separada de la parte de abajo por una muralla que cruza siguiendo la línea de la Plaza de Sant Jaume. Es decir, que tenemos testimonio documental de la separación física del recinto militar del resto de la población. La conclusión que obtiene es que el viejo arco de comunicación entre las plazas de Sant Jaume y Castelar es de finales del siglo XVIII y que marcaba el final del recinto militar. El recinto civil comenzaba en la iglesia y plaza de Sant Jaume y continuaba por el plano inclinado teniendo como eje la Calle Mayor.
  

A la derecha la plaza de Castelar, la iglesia de Sant Jaume y el arco que separa las plazas de Castelar y Sant Jaume. El arco era la comunicación entre el recinto civil y el militar, que se fue ocupando por edificaciones a partir del siglo XVIII.



Arco actual que separa las plazas de Sant Jaume y Castelar. La muralla debió estar en el lugar del actual edificio de Apartamentos Doñana y continuar por la pared de la iglesia. Eso parece sugerir que a finales del siglo XVIII, con la construcción de la iglesia, se derribó una parte de la muralla interior. Posteriormente se fue ocupando el recinto militar con las edificaciones actuales.



3. El castillo en el siglo XIX.

La ocupación francesa.
A principios del siglo XIX, el castillo de Benidorm fue ocupado por las tropas napoleónicas durante la Guerra de la Independencia. 
Pedro María Orts Berdín lo narra haciendo referencia al fuerte o castillo, y a una torre circular que denomina el rollo de Piera, situada en poniente, cerca de la iglesia. Nos dice que la ocupación del castillo y la colocación de una batería de artillería en tierra, en la playa de Poniente, se produjeron en 1812, sin especificar el mes. Respecto a su retirada dice que fue posterior al “desastre de Moscú”, es decir a la ocupación de esa ciudad por Napoleón (del 14 de septiembre al 19 de octubre de 1812). Por tanto, de acuerdo con esa información, la ocupación habría durado escasos meses, todo lo más un año. 
También indica que a causa de la brevedad de la ocupación no pudieron completar el sistema defensivo planeado, que suponía resucitar el viejo proyecto de Vespasiano Gonzaga de hacer de Benidorm una isla. 

Durante la ocupación francesa de Benidorm apenas se registra actividad bélica en la localidad. Destaca un pequeño ataque británico a la batería de cañones de tierra y al castillo. Fue llevado a cabo por ocho hombres y, a pesar de jugar con el factor sorpresa, se saldó con el lógico fracaso porque se enfrentaron a 80 soldados genoveses y a 200 franceses. Sorprendentemente los británicos sólo tuvieron un muerto. El incidente admiró tanto a los mandos franceses que invitaron a comer al capitán británico y le devolvieron los siete marinos que habían sobrevivido, ponderando su enorme valentía. El historiador William James, que en 1826 narró este ataque casi suicida, lo calificó como “Acción en Benidorm”. 





Destrucción del castillo y de las murallas de Benidorm.
Según Orts Berdín en los momentos finales de la Guerra de la Independencia, en fecha por determinar (entre 1813 y 1814), los ingleses destruyeron parcialmente el castillo de Benidorm y el baluarte de Poniente: “Más tarde nuestros aliados los ingleses, faltando a los tratados establecidos, bombardearon el fuerte y rollo, ó torre de Piera, [...] lo minaron y volaron arrojando al mar sus cañones.
Parece ser que ni castillo ni torreón se volvieron a reparar ya que en años posteriores se aludirá a sus ruinas.

Un problema distinto es el de las murallas de la ciudad, sobre todo el torreón de levante, la muralla norte y la puerta con su torre encima. Con el crecimiento demográfico de la villa las murallas que la rodeaban constituían un obstáculo para su expansión urbana, por lo que se procedió a su derribo en fecha que desconocemos. Es un fenómeno que se produjo también en muchas localidades españolas a lo largo del siglo XIX pero que es posible que en Benidorm se produjera antes. 
Así en el plano de 1782 al que ya he aludido, el castillo y la muralla del recinto militar están perfectamente dibujados, pero no así el torreón de levante y el muro norte con su puerta y torre,  y da la impresión de que no existen. Lo mismo ocurre con el plano de Francisco Catalá y Gaspar Massa, del año 1807, titulado "Plano de la rada de Benidorme" donde ya no aparecen estos elementos. En 1826, según el diccionario de Sebastián Miñano,  la muralla del sector norte, donde estaban la puerta de acceso a la ciudad y su torre, había desaparecido desde hacía tiempo: "se hallaba antiguamente cerrada con una cortina y dos robustos torreones que la flanqueaban, pero en el día no existen."
Por tanto es muy posible que en Benidorm la destrucción de la muralla norte se realizara en el siglo XVIII. En un plano de 1717 aún se ven dibujados estos elementos por lo que el proceso se debió producir entre 1717 y 1782. 



Calle Mayor de Benidorm en 1910. Su aspecto es muy similar al que tendría cuando aún conservaba las murallas: casas de dos plantas y calle de tierra con hileras de piedras cada tramo para evitar que la lluvia la arrastrase. Al fondo el arco de acceso al recinto militar. Desde la puerta de la villa era el camino más corto para llegar a la muralla interior y penetrar en el recinto del castillo.


Pero las ruinas del castillo permanecieron en pie bastantes años después de su destrucción. El diccionario de Madoz de 1845 diferencia perfectamente entre el castillo y las murallas de la villa. Estas ya no existían, pero aún se mantenía en pie una parte del castillo: “Visto por el mar y desde el islote que tiene fronterizo, presenta una perspectiva agradable, avistándose en primer término el castillo medio arruinado, de que dejamos hecho mención, por encima del cual se levanta la cúpula de la iglesia. Por toda esta parte que lame el mar, es inaccesible, y aunque los demás extremos de la población están hoy en día abiertos sin muralla alguna que lo defienda, tenían sin embargo antiguamente una cortina y dos robustos torreones que constituían un punto bastante fuerte.” 
En el plano de Benidorm de Benidorm de 1859, dibujado por Francisco Coello, aún se indica que sobre la punta de Canfali estaba un "Castillo arruinado".

Finalmente también  se derribaron esas ruinas, aunque de nuevo ignoramos la fecha exacta. Por eso del primitivo castillo ya no queda nada o tal vez sólo el aljibe sobre el que actualmente hay un pozo que decora la plaza del Castillo. La remodelación del año 1928 borró toda la estructura y sólo subsiste la plaza que lleva su nombre. Esta obra se hizo en tiempos del alcalde Vicente Llorca Alós e incluyó la balaustrada de cemento que se convirtió después en su elemento característico. Había sido diseñada en el pueblo, en el taller del maestro de obras “el ti Santonja”. 


La remodelación de la zona del castillo en 1928 borró la antigua estructura defensiva. Sólo sobrevive el nombre. Es posible que el pozo actual esté sobre el antiguo aljibe.


Plano que muestra la evolución urbana de Benidorm. El 1 muestra el espacio del castillo y  la plaza de armas separada por una muralla con una puerta de acceso situada donde actualmente están la pared de la iglesia y el arco que une las plazas de Castelar y Sant Jaume. El 2 equivaldría al recinto civil que se construyó en el siglo XIV y se rehabilitó en el XVII. En el siglo XVIII se construyó el espacio del nº 3 que tenía como eje el Carrer Major. En los siglos XIX y primera mitad del XX se ocupó el terreno llano junto a Canfali , número 4. La expansión turística se realizó a partir de 1950, nº 5