lunes, 3 de marzo de 2014

Polop y Benidorm a lo largo de la historia.


Francisco Amillo


Las relaciones entre Polop y Benidorm han sido muy intensas a lo largo de los siglos y aunque han tenido momentos puntuales de desacuerdo, en general ha predominado el entendimiento. El agua, tan abundante en el primero y tan escasa en el segundo, ha sido uno de los elementos vertebradores de esa relación.



Font del Gall de Polop, que en el siglo XVII se denominaba Font del Salt. Durante siglos el agua de Polop ha sido imprescindible para Benidorm.

Sus destinos han estado indisolublemente unidos ya que su historia ha fluido en paralelo mucho tiempo y además han tenido varios siglos de vida en común siendo un mismo municipio. Por eso contar la historia de una ciudad implica contar también una parte de la otra. Creo que mi libro "Historia de Benidorm..." es un buen ejemplo ya que tiene 379 páginas y en ellas la palabra Polop aparece 376 veces, prácticamente una por página.



Los orígenes y la Edad Media.
En ambos municipios existieron núcleos de población del ibérico tardío (siglos II y I a.C.) ya que los restos arqueológicos encontrados así lo demuestran. Es muy probable, según algunos filólogos, que en la etimología de los nombres de Polop y Benidorm haya también elementos de procedencia ibérica. Según algunos autores Polp significaría "bajo el cabezo" y Benidorm "peñón aislado". Pero esto de la etimologías es un tema muy resbaladizo y controvertido por lo que no quiero entrar. Simplemente señalaré que otras interpretaciones hacen derivar a Polop del latín "populus", chopo y a Benidom de "beni-Darhim". 

De todas formas lo que sí parece claro es que ninguno de esos dos poblados ibéricos fue el origen de los actuales municipios, sino su precedente. Se debe a que aparecen en época romana cuando Altea, Alfàs del Pi, La Nucia, Polop y Benidorm formaban parte del término municipal de Álon, que controlaba todo el territorio. Era un "municipium" desde el 74 d. C., estaba situado en la actual Villajoyosa y era el centro administrativo de toda la comarca. Por tanto esos precedentes de Polop y Benidorm no eran poblaciones independientes.

Avanzando en el tiempo, al llegar a la época islámica se constata que  Álon ya no existía. Fue abandonada en un momento indeterminado a partir de los siglos VII u VIII. 
En cambio está fuera de duda que Polop sí existía al menos desde el siglo XI, documentándose su castillo desde el siglo XII. Lo que no está claro es si hubo conexión entre el Polop ibérico y el musulmán y en qué momento de la época islámica apareció. Tampoco está claro si en este período el territorio que ocupa actualmente Benidorm pertenecía a Polop o a Finestrat. 


En el collado de Polop están los elementos más antiguos citados en la documentación: la Cueva del Cid (siglo XI) y el Castillo (siglo XII). 

La conquista cristiana de Jaume I en 1245 supuso una nueva organización y administración de la comarca pero no supuso cambios apreciables en su demografía, que siguió siendo mayoritariamente musulmana. También conservó autonomía administrativa local ya que sus aljamas seguían teniendo las autoridades islámicas (cadí, alamín, etc.) y mantenían su religión, lengua, costumbres, etc. 
Esta población musulmana conservó este estatus a pesar de los cambios de propiedad del señorío: en 1268 Jaume I se lo entregó a Berenguela Alonso y tras la muerte de esta dama a Beltrán de Belpuig en 1271. Más adelante, en fecha indeterminada pero anterior a 1320, lo compró Bernat de Sarrià.  

Es posible que sus límites administrativos fuesen al principio los mismos del período anterior. Josep Torró en su libro “El naixement d’una colònia” incluye un mapa que representa la zona de las Marinas en la época de la revuelta de Al-Azraq contra el dominio cristiano. En él vemos una aljama autónoma que ocupa parte de los actuales términos de Polop, La Nucia y l'Alfàs del Pi. En otro mapa de ese mismo libro indica que la aljama dirigida por At-Tifasi desde Finestrat ocupa la mayor parte del territorio actual de Benidorm. Como dirigente de Polop cita al clan de  banu Hudayl


En este plano Josep Torró realiza un ensayo de reconstrucción de los territorios controlados por al-Azraq entre 1248 y 1251. Se señala con el número 24 el castillo y término de Polop que incluía el Albir pero no Benidorm; éste pertenecía a Finestrat, señalado con el número 28.

Pero eso cambió en el siglo siguiente, cuando Bernat de Sarrià adquirió gran parte de la Marina Baja. Entonces Benidorm sí estaba integrado en Polop y cuando  creó el señorío y el municipio de Benidorm en 1325 indicaba claramente que lo segregaba del castillo de Polop. Así pues Polop es la metrópoli de Benidorm en su sentido etimológico de "ciudad madre". Y lo es nada menos que dos veces.

Un aspecto curioso de esta Carta Puebla de Benidorm de 1325 es el gran espacio que se otorgaba a la nueva villa ya que incluía el Albir y una parte de l'Alfàs del Pi y La Nucia puesto que limitaba con Callosa. Esto obedecía a un propósito bien definido: Benidorm debería ser una villa cristiana y sus habitantes habrían de controlar a los musulmanes del interior, entre ellos los de Polop, evitando también los ataques por mar de musulmanes granadinos y norteafricanos. Era conveniente que Benidorm dominara el litoral, punto de huida de mudéjares y de arribada de corsarios.



Bernat de Sarrià creó el municipio de Benidorm en 1325 villa cristiana, segregándolo del castillo de Polop. La Carta Puebla nos indica que la defensa del territorio era una de sus finalidades. Debería controlar todo el litoral y para eso le entregó el Albir ya que debía evitar la huída de los mudéjares del interior y los ataques de corsarios granadinos y norteafricanos.

Sin embargo el nuevo municipio cristiano de Benidorm tuvo mala suerte. Al poco de ser creado padeció los efectos de la larga crisis de la Baja Edad Media, que se extendió desde la segunda mitad del siglo XIV hasta finales del siglo XV. De todas las calamidades que en ese período azotaron a Europa, la que más le afectó a Benidorm fue la guerra. 

La guerra con Castilla, denominada "La guerra de los dos Pedros", fue muy cruel en el sur del Reino de Valencia. En nuestra comarca la ocupación castellana de Polop y Benidorm fue de corta duración, el año comprendido entre junio de 1364 y junio de 1365, pero las destrucciones que causó duraron mucho tiempo según señalaba Julia Campón. En Polop el castillo y la acequia que llevaba agua al molino, tardaron algunos años en poder repararse.

Pero lo que más perjudicó a Benidorm y explica su escasa población fueron los continuados ataques de los corsarios musulmanes. En al menos cuatro ocasiones, como por ejemplo el 5 de agosto de 1447, la villa vio cómo la mayor parte de su población fue hecha cautiva. La costumbre era que fuesen liberados a cambio de un rescate, actividad en la que destacaron los frailes mercedarios y trinitarios. Debemos suponer que así sucedió ya que la villa volvió a recuperar población y continuó siendo un municipio independiente . Eso es lo que se deduce del documento de toma de posesión del señorío de Benidorm por Alfonso Fajardo el 10 de marzo de 1494. En este documento se citan claramente las autoridades municipales: “justicia, jurats, mostassaff” por lo cual hay que deducir que en esa fecha aún no estaba anexionado a Polop. 

La población de Benidorm en el siglo XV era de poco más de diez vecinos, o sea unos 45 habitantes. Polop no padeció tanto esa crisis ya que tenía el doble de habitantes que Benidorm. Así se deduce tanto de las relaciones de impuestos señoriales y del rescate de Alfonso de Aragón, señor territorial de la comarca, hecho prisionero en la batalla de Nájera. Por tanto Benidorm n podía cumplir su función de  controlar a los musulmanes.



Esta pérdida de importancia de Benidorm como núcleo cristiano explica que, cuando Diego Fajardo de Mendoza y Melgarejo heredó en 1448 estos señoríos, eligió Polop como centro desde donde se administrarían. Su castillo fue, hasta su destrucción en el siglo XVI, lugar de residencia de algunos de sus descendientes. Esta capitalidad de Polop continuó en todo su apogeo mientras el régimen señorial estuvo vigente. La casa de la señoría, aún en pie, nos lo sigue recordando. 



La casa de la señoría, comprada por Beatriu Fajardo en 1654 y aún en pie, nos recuerda que desde Polop se administraban los señoríos.  En Polop Beatriu Fajardo no tenía casa “a hon poder habitar y ospedarse quan vaja y lo que mes es per al personal que tindra alli governant aquelles.” Tampoco podía utilizar el castillo: “per quant lo castell de dita Baronia estara derruit ni habitable.” Pidió permiso a la Real Audiencia para utilizar 270 libras que había dejado en depósito en la Taula de Canvis como fianza mientras duraba el juicio por la posesión de las baronías. Con esa cantidad compró una casa “en la dita vila de Polop lo cap de dites baronies a hon esta la esglesia parroquial i en los demes llochs no ni haura.” 




Siglos XVI y XVII.
En el siglo XVI Benidorm aparece en la documentación como lugar despoblado. Eso debió ocurrir hacia 1503 cuando sufrió un nuevo ataque de piratas norteafricanos. La vez siguiente que se cita Benidorm es en 1520, con ocasión de la guerra de las Germanías, y en esos momentos ya estaba despoblado y con mucha probabilidad anexionado a Polop. 

En dicha época de las Germanías consta que en Polop, aunque con mayoría de habitantes musulmanes, seguía teniendo pobladores cristianos. Entre ellos se encontraba el señor de Polop y Benidorm, Alfonso Fajardo "que a la sazón se hallava enfermo" y los agermanados "le sacaron desnudo y embuelto en una zamarra, le condujeron a Villa Joyosa, y le demolieron el castillo y las casas de dichas varonías". 
Pero en estos incidentes la peor parte se la llevó la población musulmana, que tuvo un trágico final con el tristemente famoso episodio del bautismo colectivo y matanza de los moriscos. 

Polop quedó casi despoblado durante algunos años. Según un documento del 21 de diciembre de 1527, la ausencia de vecinos en Polop y Benidorm era evidente. El franciscano Bartolomé de los Ángeles, Visitador General del Arzobispado de Valencia, después de visitar las baronías e interrogar testigos, describía como era la población de la comarca: “en Palop no n’y a ningu perque fonch cremat per els ajermanats e no i a ningun habitador y que en la Nuncia i a XXII cases y en Chirles XXXV y en Benidorm no n’y a ningun sinó alguns peiscadors que venen alli en lo ivern e no habiten alli ni tenen habitació ninguna.

Pero poco después Polop comenzó a recibir pobladores cristianos, contrariamente a Benidorm que seguía despoblado. El litoral seguía siendo peligroso a causa de los ataques corsarios y Polop era más seguro. Por eso se convirtió en una villa cristiana y la población musulmana se concentró en Xirles y La Nucia. Aún así Polop no estaba suficientemente lejos de la costa y tenía peligro. Señala Joaquín Fuster que sufrió un ataque corsario el 6-3-1583.



La Torre de les Caletes en Benidorm fue construida en el siglo XVI para la vigilancia y defensa del litoral. Polop estaba obligado a contribuir con hombres en esta torre y en el castillo de Benidorm.

A mediados de ese siglo XVI tenemos evidencias de que Benidorm había perdido su categoría de municipio independiente y había sido absorbido por Polop. El testimonio más importante lo aporta el historiador valenciano MARTÍ DE VICIANA que en 1564 describía los límites municipales de Villajoyosa diciendo: “Esta villa tiene su término contorneado por los términos de Polop, Finestrat, Orcheta, Alicante y el mar”. Resulta sorprendente que no se nombre a Benidorm como sería lógico, sino a Polop. La única explicación plausible es que en esa fecha Benidorm estaba integrado en Polop. Así tiene sentido que en otras épocas el Tossal de la Cala fuera denominado Tossal de Polop. 

Este predominio de cristianos en Polop y de musulmanes en Xirles y la Nucia duró hasta 1609 cuando Polop tenía 40 familias, unos 180 habitantes. Ese año la expulsión de todos los musulmanes del Reino de Valencia supuso que Xirles y la Nucia quedaran despobladas y la comarca sólo con cristianos, tal como quería Felipe III. En la expulsión habían primado más los aspectos religiosos y políticos que los económicos. Por esa causa la expulsión acentuó la crisis económica que venía padeciendo la comarca.

Se inició un lento proceso de repoblación por cristianos de los lugares abandonados por los moriscos expulsados. En algunos como Xirles y La Nucia, esa repoblación les ha permitido llegar hasta nuestros días. Pero otros muchos, como Algar, Micleta, Sanchet, Sentenilla, etc., no se repoblaron y desaparecieron.


A mediados del siglo XVII empezó en todo el Reino de Valencia una lenta recuperación económica. La población comenzó a crecer y se empezó a ocupar más intensamente el litoral, que había quedado despoblado en el siglo anterior. Las medidas para defenderlo, iniciadas en la época de Felipe II fueron continuadas por los reyes sucesivos y estaban dando fruto aunque de manera muy lenta. 
De ahí que en el acta notarial de 1654, que describe la toma de posesión por Beatriu Fajardo del señorío de Benidorm nos indica que sus habitantes eran 10 vecinos: “Genís Lorca, batlle de dita vila y baronia, Josep Linares, alcaid per sa magestat del castell de dita vila, Guillem Fluxà, Miquel Fluxà, Narcís Llorca, Damià Lorca, Francesc Orts, Melcior Lope, Joan Buforn i Andreu Buforn, tots vassalls vehins y habitants de la dita baronia y vila de Benidorm [...] confesant ser la major part de tots los vehins i habitants i casi tots.”  

Beatriu Fajardo había heredado los señoríos de Polop y Benidorm en 1654 pero para ello había tenido que mantener un largo y costoso pleito de once años. Además en el caso de Benidorm los gastos habían sido mayores a causa de una antigua condición impuesta por el rey Alfonso V en 1458 cuando reconoció a Diego Fajardo como señor de Benidorm: el dominio sólo podría heredarse por línea exclusivamente masculina, o según la terminología de la época, por agnación. Si fallaba este requisito el señorío de Benidorm pasaría a poder de la monarquía. Para evitarlo Beatriu Fajardo recurrió al rey Felipe IV, el cual le autorizó a heredar mediante Real Cédula de 8 de mayo de 1654 previo pago de dos mil ducados de plata. 

Habían sido muchos gastos. Cuando Beatriu Fajardo casó con Rodrigo de Puigmarín no pensaba que acabaría heredando todo el patrimonio de sus padres. Fue una cadena casual de fallecimientos (su abuelo, su padre y luego sus dos hermanos mayores) los que la llevaron a heredar señoríos en los reinos de Murcia y Valencia. Al juntarlos con los de su marido se convirtieron en la familia más acaudalada de Murcia. Pero eso había tenido un coste económico que Rodrigo de Puigmarín, que dirigía los señoríos de su esposa porque así lo disponían las leyes de la época, quería compensar.

Para ello quiso aprovechar el crecimiento demográfico de la época, y la demanda de nuevas tierras de cultivo que eso implicaba, para repoblar Benidorm. Así tendría más vasallos que le proporcionarían más rentas. Pero para que esos nuevos vasallos quisieran establecerse necesitaban un atractivo. Por eso pensó crear una zona regadío en la partida del Alfaz de Polop y comenzó las obras de una acequia que desde el Salt del Gall, en el barranco de Polop, llevarían agua hasta allí. El riego beneficiaría las tierras de los actuales municipios de La Nucia, l'Alfàs del Pi y Benidorm que en esos momentos estaban integrados en Polop.
Pero Rodrigo murió en 1662 y Beatriu Fajardo tuvo que continuar sus proyectos hasta que su primogénito alcanzara la mayoría de edad. Por eso fue ella la que concluyó la acequia y la que en 1666 volvió a fundar el municipio de Benidorm.

Primero creó el Reg Major de l'Alfàs, también denominado en esa época Nou Reg, aunque la denominación más popular fue posteriormente la de Séquia Mare. El 1 de abril de 1666, el alguacil y trompeta de la villa de Polop pregonó en los sitios acostumbrados que todos los vecinos debían reunirse en el castillo en "consell general" porque la sala de la casa de la Señoría no estaba disponible. Acudieron 66 vecinos de esa localidad, de Xirles y de La Nucia. Habían sido convocados por el jurado mayor con autorización "dada de palabra á los Justicias y jurados de la presente Villa y Baronia, por la muy noble Señora Doña Beatriz Maria Fajardo y Mendoza". La señora había acudido personalmente para entregarles tierras y agua a cambio de unas prestaciones económicas y unas condiciones  (superficie de los lotes de tierra, riego en tandas de quince días, pago de pechos y censos, etc.) recogidas en "un papel firmado de su mano y letra". Los vasallos, escucharon la lectura de dicho documento. Al día siguiente, reunidos de nuevo en "consell general", aceptaron las condiciones. Les animó a decidirse el que se incluyeran unos "alivios" o sea exenciones en los pagos, durante los cinco primeros años. 

Una semana después tenía lugar un acto similar en Benidorm. Pero además de crear una zona de regadío, creó un nuevo municipio. La entidad jurídica denominada señorío de Benidorm nunca se había extinguido, pero al despoblarse y desaparecer como municipio había dejado de ser productivo por falta de vasallos que pagasen las rentas señoriales. De ahí su interés en atraer pobladores, cuantos más mejor.

Para crear un nuevo municipio lo usual en esos siglos era que los señores territoriales otorgasen una Carta Puebla. En ella se recogían las normas que regularían la vida municipal  como elección de cargos, fecha de las elecciones, impuestos, administración de justicia, etc. También se regulaba el comercio, la obligación de residencia y de contribuir a su defensa, los monopolios señoriales, el desahucio en caso de incumplimiento, etc. Se dedica una atención especial a regular el riego con unas condiciones o "capítulos" muy similares a los acordados en Polop. Finalmente las fórmulas feudales de juramento y vasallaje, seguidas de una relación de los vasallos firmantes de la Carta Puebla. Para todo ello, el referente era Polop, indicándose que lo que no se había consignado por escrito se haría como en Polop.



Portada de la primera edición de la Carta Puebla de 1666 otorgada por Beatriu Fajardo. Suponía la creación, por segunda vez, del municipio de Benidorm.

El nuevo municipio se segregó de Polop pero con un unos límites menores que en la Edad Media ya que el Albir, l'Alfàs y la Nucia siguieron perteneciendo a Polop. Básicamente la superficie del término municipal de la nueva villa fue el mismo que tiene hoy día, con la excepción de lo que actualmente es la Cala de Finestrat, que en aquella época era de Benidorm.


No consta en la documentación de la época que Polop protestara por esta decisión de su señora territorial. No era fácil que los vasallos pudiesen negarse a acatar las decisiones de los señores. Pero a través del pleito de emancipación de la Nucia, a principios del siglo XVIII, podemos entrever que sí había habido resquemores. Polop quería que se pagasen en él no sólo los derechos señoriales, sino también los impuestos municipales. Este último punto era rechazado de plano por las dos villas emancipadas. 

Pero a pesar de todo, la creación de Benidorm fue beneficiosa para Polop y para toda la comarca. Ubicado en lo alto de Canfali, cuyas murallas y castillo se reforzaron en 1668, se convirtió en un elemento defensivo que permitía a sus habitantes hacer frente a los corsarios musulmanes, cuya actividad no desapareció pero sí disminuyó de intensidad. 
Esta mayor seguridad de la comarca  permitió que la población de Polop aumentara. 
El crecimiento se produjo sobre todo fuera del núcleo urbano: muchos agricultores, que antes vivían lejos de sus tierras, pudieron asentarse en masías dispersas por todo el término, algo que antes la inseguridad corsaria hacía totalmente inviable. 



A partir de 1666 Benidorm, con su castillo y murallas recién restauradas, era garantía de defensa para toda la comarca. La seguridad que creó en su ámbito permitió la aparición de un hábitat de masías dispersas por los campos. 

Estas masías se establecieron sobre todo a lo largo de la Séquia Mare. Con ella podían regar sus campos, llenar sus aljibes para beber, mover sus molinos harineros, lavar la ropa y abrevar el ganado. 
Hubo varios puntos en los que la concentración de masías fue tan grande que hubo que construir ermitas para sus necesidades religiosas. Se trata de l'Alfàs de Baix o de Benidorm con la ermita de Sanz hacia 1740, del Cautivador con la ermita de San Vicent y de l'Alfàs con una ermita al menos desde 1766 (luego fue la iglesia de San José y actualmente de Cristo del Buen Acierto).

Por eso a finales del siglo XVII el mayor crecimiento demográfico correspondió a Polop, según se aprecia en el siguiente cuadro, elaborado con datos de un pleito por las reparaciones del Reg Major de l'Alfàs.



Por tanto, si Benidorm proporcionó seguridad a la comarca y Polop le suministró agua, el beneficio fue mutuo. Durante más de 300 años l'Alfàs del Pi y Benidorm, que carecían de otros suministros importantes de agua, pudieron sobrevivir gracias a la Séquia Mare. Ella había permitido su aparición y ella posibilitó su supervivencia hasta mediados del siglo XX. Benidorm y l'Alfàs del Pi no habrían existido si no se hubiese creado esta infraestructura y la comarca sería hoy día muy distinta.



El siglo XVIII
Durante el siglo XVIII Benidorm experimentó un crecimiento demográfico superior al de Polop. Eso supuso un problema: la falta de tierras. Las mejores ya estaban roturadas desde el siglo anterior así que intentaron poner en cultivo tierras marginales en zonas de ladera y sin posibilidad de regadío. Esto no solucionó el problema. 

Por eso los habitantes de Benidorm buscaron su supervivencia en el mar. Sus pescadores de almadraba se hicieron muy famosos en toda España. La mayor parte de las almadrabas de todo el litoral mediterráneo y atlántico contaban con un arráez de Benidorm. Habían sido los primeros en introducir esta técnica en el siglo XVI y mantuvieron su hegemonía hasta bien avanzado el XX.




También se distinguió Benidorm por sus grandes marinos. Durante las guerras napoleónicas a finales del siglo XVIII y principios del XIX sus corsarios se distinguieron arrebatando presas a los ingleses primero y a los franceses después. Y con la paz y la crisis de postguerra el contrabando llenó de mercancías extranjeras toda la comarca y sobre todo Benidorm, que fue denominado "el Gibraltar de esta provincia" de Alicante. 


Siglos XIX y XX.
A principios del siglo XIX se produjo un fenómeno muy importante para Polop y Benidorm: la abolición definitiva del régimen señorial en 1836. Eso suponía el fin de los monopolios (hornos, almazaras, molinos, etc.) y también del pago de cantidades en concepto de censos y pechos así como de las prestaciones personales. Pero en 1847 Francisco de Paula Bernuy y Valda, esposo de la última señora territorial, consiguió que se aprobara un reglamento del Reg Major que le permitía conservar la propiedad del mismo manteniendo los censos y el luismo. Por esa causa pervivió en nuestras tierras hasta 1912 un sistema de propiedad compartida similar a la enfiteusis abolida definitivamente en 1836. 



Francisco de Paula Bernuy y Valda, esposo de la última señora territorial de Polop y Benidorm, Anna Agapita de Valda Texeiro, impuso en el reglamento del Reg Major de l’Alfàs de 1847 elementos como la enfiteusis, censos y luismo que pertenecían al abolido mundo feudal.

Otro hecho que en ese siglo cambió la fisonomía de la comarca fue la mejora de las comunicaciones terrestres. Éstas, que conectaban las distintas poblaciones de la Marina Baja, habían sido muy deficientes durante siglos. En 1754 los habitantes de Benidorm decían que  “de la villa de Polop a la de Benidorm hay de distancia más de legua y media y que los caminos en tiempo lluvioso se hazen muy pesados de suerte que sin muchisima incomodidad no puede pasar el Cura de Polop a Benidorm a prestar el pasto espiritual.
Casi 100 años después el famoso Diccionario de Madoz decía que se tardaba una hora de Polop a Benidorm. Sobre esta última localidad, explicando sus caminos, señalaba que había tres que iban a Valencia a, Alicante y a Alcoy por Finestrat, indicando que eran "de herradura y en muy mal estado". En las dos poblaciones Madoz ignoró el que iba de Benidorm a Polop pasando por l'Alfàs del Pi y La Nucia. 



En este fragmento del mapa de Francico Coello (1859) se aprecian las deficientes comunicaciones de la comarca antes de l Revolución Industrial. Con línea de puntos se indica el camino de Polop a l'Alfàs del Pi y a Benidorm. La carretera Alicante-Valencia, entonces en proyecto, se señala con doble línea discontinua mientras que el "Camino Real" se marca con doble línea continua.

La Revolución Industrial del siglo XIX, que creó una red radial de ferrocarriles, dejó abandonada a su suerte esta comarca. No pasó lo mismo con las carreteras. Destaca la construcción de la carretera Alicante-Barcelona (actual N-332). En 1860 se creó el tramo Alicante-Altea y en 1880 se hizo llegar hasta  Valencia gracias al túnel y puente del barranco del Mascarat, un obstáculo natural muy considerable hasta ese momento. De todas formas era una carretera sin asfaltar. Su firme de piedra machacada, el macadán, era apto para las diligencias, carros y otros vehículos de tracción animal, pero tenía como principal inconveniente que el polvo las hacía irrespirables para los viajeros. Además tenía muchos baches, curvas y cuestas, haciendo el viaje más lento. Finalmente tenía pocos puentes debiendo vadearse barrancos como el del Torres, lo que hacía peligrosa la ruta en épocas de fuertes lluvias; la prensa de la época se hizo eco de un accidente con varias personas heridas al volcar la diligencia por la fuerza del agua. 




El puente y túnel sobre el Mascarat evitaron un tramo de carretera muy lento y peligroso por ambas laderas del barranco. Ka comunicación terrestre Valencia-Alicante fue mucho más fácil, segura y rápida.

La comunicación de Benidorm con Polop mejoró notablemente con la construcción de la carretera que entonces se denominaba Benidorm-Pego y actualmente CV-70 y CV-715. Entró en funcionamiento en 1890. Como dato curioso se puede señalar que su diseño y supervisión correspondió a un alcoyano, el ingeniero de Obras Públicas Juan Miró Moltó, padre del escritor Gabriel Miró que por esta causa conoció Polop y quedó profundamente vinculado a él. 



El puente de Polop, en la carretera Benidorm-Pego, hacia 1910. Era una sociedad agraria y el transporte satisfacía sus demandas. Por eso vemos circulando personas, caballerías,carros y cabras pero no automóviles, prácticamente inexistentes en esas fechas en la comarca.

Esta vía de comunicación permitió una mejor conexión de Benidorm con la Nucia, Polop, Callosa, etc. Su utilidad se incrementó a partir de 1914 gracias a la construcción del ferrocarril Alicante-Denia.

Dicho ferrocarril se inauguró en 1914 con el tramo Alicante-Altea y en 1915 con el tramo Altea-Denia. A partir de ese momento las poblaciones de la carretera Benidorm-Pego (Callosa, Polop, La Nucia) pudieron utilizar el “Trenet” desde la estación de Benidorm. Se crearon varias empresas de transporte de viajeros y mercancías hasta dicha ciudad para utilizar el tren.



Locomotora nº 5 de los Ferrocarriles Estratégicos y Secundarios de Alicante, ESA. Ancho de vía: 1.000 mm. La línea Alicante Altea se inauguró en octubre de 1914; el tramo Altea-Denia al año siguiente. Permitió el transporte de personas y de los productos agrícolas de la comarca.

Sin embargo el "Trenet de la Marina" se creó muy tarde y el transporte de mercancías y viajeros sufrió una fuerte competencia de las carreteras cuando estas se asfaltaron. Este proceso, iniciado en España en 1906, se generalizó a partir de la década 1930. 
El transporte de pasajeros tenía también como inconveniente la lejanía en la que en aquellos años estaban la mayoría de estaciones y por eso surgieron líneas de transporte de autobuses, como por ejemplo la "Callosina" que iba de Callosa a Alicante pasando por Polop, La Nucia y Benidorm.



A mediados del siglo XX Benidorm dio un giro espectacular en su economía al abandonar la agricultura tradicional en favor del turismo. La ciudad comenzó a crecer y eso implicó un enorme incremento demográfico. Y surgió un problema: la necesidad de agua en la cantidad y calidad que el turismo internacional exigía. 
El alcalde Pedro Zaragoza Orts, después de constatar que no había ningún manantial con caudal suficiente en Benidorm, se fijó en Polop donde el agua “abunda, con la plena seguridad que jamás faltaría el suministro que tanta falta estaba haciendo”. 



La fuente de los Chorros de Polop en la década de 1930. Fotografía cedida por Francisco Sanchis Gadea.

Con esa finalidad la corporación municipal aprobó comprar un terreno de 7.479 m2  en Polop en la partida de Bunea que en la documentación de la época se denomina el “Pla de Xirles”. La finca, llamada Rabasa,  era propiedad de Jaime Fuster Iborra. Allí existía un pozo que según aforo de la Confederación Hidrográfica del Júcar ofrecía suficiente caudal para el suministro de Benidorm. El precio estipulado para la parcela, 450.000 pts, era muy alto para la época, inaccesible para el presupuesto municipal. Por esta causa una comisión de vecinos, encabezada por Alfonso Puchades, se entrevistó con Antonio Ramos Carratalá, director general de la Caja de Ahorros del Sureste de España (después CAM), que se había instalado hacía poco en Benidorm, y gestionó un préstamo con la finalidad de adquirir esos terrenos y donarlos al ayuntamiento. 

La compra de la finca Rabasa suscitó la indignación de gran parte de los vecinos de Polop, tal como explicaba Francisco Sanchis Gadea en un artículo publicado en Canfali: “todo el pueblo de Polop protestaba pues se tenía el convencimiento de que dicho pozo seria sobreexplotado para alumbrar un mayor caudal, con los perjuicios para la localidad". Cuando se iniciaron los trabajos de la conducción de las aguas potables hacia Benidorm el "30 de abril de 1953, tenía prevista visita de inspección el ingeniero de la Confederación, Juan Aura. Alrededor de la dos y media de la tarde se dirigían hacia el puente de la carretera de Pego-Benidorm -ubicación donde se encontraban los operarios de las obras- un nutrido grupo de mujeres acompañadas de numerosos niños. […] Llegó el automóvil del ingeniero, deteniéndose en el cruce de la carretera frente al bar “Cano”. Al descender del vehículo [...] la multitud se le acercó y prorrumpió, con fuerza, los gritos de: “fuera, fuera”, “no nos quitéis el agua”, “es nuestro único medio de vida”, al tiempo que le lanzaban diversos objetos. El ingeniero [...]marchó del lugar a toda velocidad. Al personarse la Guardia Civil, las mujeres congregadas ya se habían disuelto por la mediación del Alcalde”.
En aquella época estas manifestaciones estaban totalmente prohibidas pero afortunadamente no pasó nada. 

Posteriormente los hechos darían la razón a las manifestantes. El pozo de Rabasa se había perforado muy próximo a las fuentes de Cotelles y Chirles y los regantes se quejaban de que cuando estaba en funcionamiento se secaban rápidamente dichas fuentes. Por ello el pozo se precintó por orden del Tribunal Supremo. 
Se abrió un segundo pozo que resultó totalmente insuficiente ya que llegaban 35 l/s para Benidorm. Por eso fue finalmente abandonado. 

El abastecimiento desde Polop fue fruto del empeño del alcalde Pedro Zaragoza, que tuvo que vencer dificultades de todo tipo, entre ellas el escepticismo de muchos vecinos. Tardó casi 10 años en ejecutarse. Fue un intento de solucionar el servicio de agua potable en una población sin recursos propios, recurriendo a la misma población, Polop, a la que en 1666 recurrió Beatriu Fajardo con el Reg Majo de l’Alfàs. Pero las circunstancias eran muy distintas y esta solución de 1960 tuvo una vida efímera, a diferencia de la otra que funcionó durante 300 años: el final de la explotación de los pozos de Rabasa y el abandono definitivo de sus instalaciones se produjo en 1979 cuando los pozos de Beniardá y el Algar ofrecieron un suministro más abundante y regular. 

La creación del Consorcio de Aguas de la Marina Baja supuso acabar con los intentos individuales de suministrar agua a cada municipio. Esta mancomunidad del agua la ha administrado de forma muy eficiente y ejemplar y todos han salido beneficiados. 

La orientación hacia el turismo que inició Benidorm, que tanto recelo suscitó inicialmente en algunas localidades, al final fue beneficiosa para toda la comarca que poco a poco fue incorporándose a la actividad turística. El resultado de este cambio ha sido un notable incremento del nivel de vida de Polop y del resto de municipios de la Marina Baja, muy superior al que tenían en las décadas de 1960 y 1970 cuando su actividad se basaba exclusivamente en la agricultura. 

El éxito de Benidorm fue al final el éxito de toda la comarca y demostró, una vez más, que la cooperación era más eficaz que la confrontación.



El Benidorm actual es el heredero de un Benidorm tradicional de agricultores y hombres de la mar con formas de vida y tradiciones seculares. Un Benidorm que, arrastra tras de sí una fascinante historia de más de 700 años y que en un momento dado, inició el camino que le llevó a convertirse en el emporio turístico actual, pero que no debería olvidar nunca sus orígenes, ni la deuda de gratitud que tiene con todos aquellos que lo hicieron posible... Entre ellos Polop, su doblemente "ciudad madre", con la que tantos vínculos le unen.




2 comentarios:

  1. Muy interesante toda la documentación que se da a lo largo del artículo.

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  2. Exeelente artículo como todos los suyos. Ya encontré lo que buscaba: la carretera de Polop, La Nucía y Benidorm. Gracias

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