viernes, 1 de agosto de 2014

Historia de Benidorm en los siglos XIX y XX según Vicente Llorca: hechos, personajes, vida cotidiana... 7: Comunicaciones terrestres, Organización administrativa y Aduana de Benidorm,  Actividad económica.



7: Comunicaciones terrestres.

Volviendo nuevamente a utilizar los datos y noticias contenidos en los Diccionarios, y en lo referente a comunicaciones, existían según el Madoz, tres caminos de herradura en muy mal estado, uno de los cuales se dirigía a Valencia por Altea, siendo el mejor conservado; otro se encaminaba hacia Alcoy, atravesando Finestrat y un tercero a Alicante, por Villajoyosa. 

El que se dirigía a Valencia, a través de Altea y Denia, se intentó repetidas veces convertirlo en carretera, habiéndose levantado los planos para la construcción del mismo en 1832, abordándose finalmente dicha construcción en 1867, por lo que a partir de este año y una vez perforado el primer túnel del Mascarat, fue mucho más fácil la comunicación de nuestro pueblo con Alicante y Valencia, siguiendo la costa. [1]

En el Diccionario de Riera y Sanado 1881-1887, figura la siguiente noticia: “... se halla en estudio una carretera de tercer orden que, saliendo de Pego y pasando por Callosa de Ensarriá, debe finalizar en Benidorm" [2]. "El correo se recibía de la Administración de Villajoyosa por medio de “baligero” los domingos, martes y viernes, de cada semana y salen del mismo modo, los lunes, miércoles y sábados…"



Fragmento del plano de la provincia de Alicante del año 1859, realizado por Francisco Coello. Se indica con líneas discontinuas el trazado de la carretera a Alicante, aún sin finalizar, y el antiguo camino real.

En cuanto a las calles y casas del pueblo, si anteriormente hemos indicado siguiendo al Madoz que para 1845 existían unas 900 casas, en el de Riera y Sans se indica la cifra de 1.293 edificios, entre habitados y deshabitados, aunque luego concreta más, afirmando que componen esta localidad 925 edificios de construcción regular, generalmente de poca altura, pero espaciosos, con buena distribución interior y ventilados, apreciaciones que coinciden en líneas generales con lo expuesto en el Madoz.




8. Organización administrativa y Aduana de Benidorm.

En cuanto a la organización administrativa, civil y política, se aportaban los datos siguientes: Benidorm pertenecía al Partido Judicial de Villajoyosa, bajo la jurisdicción de la Audiencia Territorial de Valencia, estando adscrito al Departamento Marítimo de Cartagena, Provincia Marítima de 1ª Clase de Alicante y Distrito de 2ª de Villajoyosa, existiendo un destacamento de Carabineros dependiente de la Comandancia de la Provincia. 

Para las elecciones de Diputados Provinciales figuraba en el Segundo Distrito de su Partido Judicial y para los de Cortes, al Distrito de Villajoyosa. Para los asuntos fiscales, dependía para el pago de sus impuestos de la Administración Económica de Valencia, poseyendo Aduana de 4ª Clase o Fielato y punto habilitado para determinadas operaciones de carga y descarga, con intervención de la Aduana de Jávea. 

Con anterioridad a esta intervención, existía la de Alicante, según puede comprobarse en la disposición aparecida en la Gaceta de Madrid del 27 de Octubre de 1850 en la que el Ministro Bravo Murillo manifiesta al Director General de Aduanas que visto el expediente promovido por el Ayuntamiento de Benidorm en solicitud de que se establezca en dicho pueblo un fielato autorizado para la importación de cereales, de los líquidos del Reino y del pescado salado de las almadrabas, y al propio tiempo para la exportación de frutos del país y enseres de las referidas almadrabas, se accede a la pretensión, pero a fin de cortar los abusos y perjuicios, no podrá tener efecto la Importación sin que el buque conductor sea reconocido previamente en la Administración de Aduanas de Alicante, e igualmente para la exportación. Como ya hemos indicado, hacia 1881, este Fielato o Aduana de 4ª clase se hallaba sometido en su documentación a la Aduana más próxima que era la de Jávea.



9. Actividad económica.

La economía de Benidorm radicaba en los productos que se obtenían del campo y en los derivados de la pesca, como ya indicaba Cavanilles, medios a los que vendrían a añadirse en este siglo los que se basaban en la respetable cantidad de marinos formados en las Empresas de Guardacostas primeramente, y en las Compañías Transatlánticas luego. 

Los productos del campo, típicamente de secano, venían representados por las moreras, algarrobos, almendros, obteniéndose también trigo, maíz, seda, higos, pasas, legumbres, frutas y hortalizas. 



En el Benidorm tradicional la agricultura era un sector importante en la actividad económica. Se exportaba una parte de la producción pero otra muy importante se destinaba al autoconsumo familiar. En superficie de tierra cultivada predominaban los cultivos de secano. 
 Se trataba de una agricultura muy poco modernizada. Aún se utilizaba el "forcat" un tipo de arado que, como podemos apreciar en la imagen, era muy similar a los arados de la época romana.

En los tan citados Diccionarios, se señalan la existencia de algunos oficios mecánicos, tres molinos harineros, otros tres de aceite, una fábrica de espartería y otra de lona para los buques, pero la principal actividad económica viene relacionada con el mar, teniendo entonces calada una almadraba en la desembocadura del Río Torres, siendo muy numerosa la matrícula de mar, incluyendo en ella los empleados en el servicio de Guardacostas, del que luego hablaremos. A mediados de siglo se exportaban al extranjero principalmente almendrón, esparto, ladrillos, pasas, vinos y otros productos, existiendo algunos arrieros que transportaban diariamente pescado al interior del País Valenciano.



Almazara en Benidorm para producir aceite. Se aprecia que un animal de trabajo era el encargado de mover la piedra que aplastaba las aceitunas. Los olivos en el Rincón de Loix eran de regadío mientras que los de la zona de Poniente eran de secano. Estos últimos daban menor cantidad de aceite pero de mayor calidad; formaban parte de enormes fincas como por ejemplo la del Moralet.

Anticipándonos a la descripción del Benidorm del siglo XX y con la finalidad de comparar el aspecto del pueblo a comienzos de esta centuria con los datos reseñados para el siglo XIX, transcribamos las noticias que nos da una Guía de la Provincia editada en 1907. Según esta Guía, Benidorm tenía una población de hecho de 3.417 habitantes y 3.400 de derecho. Poseía Ayudantía de Marina y su puerto estaba habilitado para admitir por cabotaje, caldos y cereales del Reino, así como pescados salados de las almadrabas nacionales y para el embarque de frutos y efectos del país, con autorización y documentos de la Aduana de Altea. Tenía estación telegráfica de servicio limitado y un servicio diario de carruajes a Alicante. 

En cuanto al elemento oficial citemos al Alcalde Miguel Pérez, quien si mal no recuerdo fue elegido repetidas veces, como una especie de comodín escogido por los partidos políticos locales; el Secretario del Ayuntamiento era Bernardo Galindo, a quien recuerdan aún los viejos del pueblo. En cuanto al resto de los cargos, no debemos olvidar al Juez Municipal Don Francisco Agulló, al Ayudante de Marina, Don Carlos Butrón y al Cura Párroco, Don Nicolás Galiana. Existían un Profesor de Primera Enseñanza, Don Félix de Haro y una Profesora, Doña Catalina Fuster. 

En cuanto a los profesionales, empresarios, industriales y comerciantes, reseñemos que existían cuatro despachos de abogados, entre ellos los de mencionado Sr. Agulló y el de Don Manuel Orts Cano, que fue también Senador; 19 cosecheros de aceite, con 15 molinos o almazaras; 27 cosecheros de almendra; dos alpargaterías; un banquero, Don Manuel Llorca Orts; 4 barberías, entre ellas la de Pedro Mas, alias El Fígaro, famoso por la posesión de una colección de sanguijuelas que según él, había traído de Hungría y obraban maravillas; un café muy conocido, el de Bautista Ronda, hombre de aspecto patriarcal; 2 calafates; 3 carnicerías; 4 carpinterías, entre las que destacaban la de Simeón Ferrer y la del Tío Toni Rodríguez; 1 Colegio particular de niñas, regida por Esperanza Pérez; 12 tiendas de comestibles, fijándose en el recuerdo la figura diminuta de Pepa Climent, mujer extremadamente pulcra, quizás para remediar el aspecto que ofrecía una enfermedad de la piel de su rostro; un comisionista; 4 corredores de comercio; una confitería; una cristalería; un estanco; una farmacia, la de Don José Vives Orts, cuya fama por lo bien surtida que se hallaba, amén de la novedad de sus medicamentos y potingues, transcendió el ámbito local, mereciendo los comentarios elogiosos de Gabriel Miró en su novela "Años y leguas", con la famosa tertulia en su rebotica, de los próceres locales y a cuyas opiniones y sentencias prestaba curiosa atención, Jaume, colaborador del boticario Vives y conocedor de todos los secretos de la alquimia; dos ferreterías; dos guarnicioneros; 4 harineros; dos herrerías; una hojalatería; una Casa de Huéspedes; tres comercios de loza y porcelana; una matrona, la viuda de Orquín, a cuyas experimentadas artes deben la vida muchas personas del pueblo; tres médicos, en los que abundaba no solamente sus conocimientos profesionales sobre cada uno de los pacientes que visitaban, sino también la espesa caspa que cubría la levita que usaba alguno de ellos; tres mercerías; ocho modistas, entre ellas, Antolina Orts, de fama bien merecida, superada solamente por las Hermanas Vidal (Les Vidales), cortadoras de las mejores camisas para caballeros y a cuyo arte recurrían los hijos del pueblo cuando regresaban de sus viajes o estudios; un Notario, Don Lamberto Castells Torrejón, hombre pequeño y rechoncho, gran amador y conversador, alternando su charla con la ingestión de abundantes dosis de cerveza, de cuya simpática afición se conservaba, hasta hace poco tiempo, una maravillosa caricatura del famoso Bagaria en la Finca de La Media Legua; cuatro paqueterías; 13 cosecheros de pasas; dos posadas, la de la Plaza, propiedad de Vicente Llorca y la Nueva, establecida por Josefa Mayor; tres quincallerías; una tienda de salazones, propiedad de Jacinto Vaello y que ha subsistido hasta hace poco tiempo; una sastrería; una Sociedad, el "Casino de Pescadores"; dos tiendas de tejidas; 17 cosecheros de vinos y una zapatería, la de José Ripoll. 

Este era el panorama profesional y económico que nos suministra la Guía en cuestión, deduciendo de los datos que suministra que nuestro pueblo alcanzaba una organización y desarrollo avanzado dentro de lo que era entonces el panorama de los pueblos de la España de comienzos de siglo, ofreciendo a la par, una personalidad muy acusada. Todo ello nos obliga a rechazar de plano, la leyenda tópica del "pueblecito de marineros", con la que en los últimos tiempos, bien por ignorancia, ya por estupidez deliberada, se ha venido motejando al pueblo.

Completando la descripción que hemos hecho del Benidorm de 1907, añadiremos a los datos ya expuestos, la existencia de una plaza de abastos bien surtida y una buena pescadería, celebrándose los miércoles y domingos, mercados callejeros abundantes en frutas y verduras.


Los mercadillos  para la venta de frutas, verduras, ropa, etc., en alguna de las calles de la población es una costumbre tradicional que aún perdura.

Las circunstancias descritas anteriormente exigían la reglamentación de la vida administrativa local, promulgándose en el mencionado año de 1907 un Proyecto de Ordenanzas de Policía Urbana y Rural de la Villa de Benidorm, siendo Alcalde Constitucional, Vicente Zaragoza y Soria y Secretario del Ayuntamiento, Bernardo Galindo, proyecto que bajo el punto de vista del Derecho Administrativo Local y en comparación con los que regían en otras comunidades locales, era muy completo.

Con anterioridad a este Proyecto, existían unas Ordenanzas Rurales de esta villa, promulgadas el 6 de Marzo de 1866, documento que no he podido consultar por desconocer si existe algún ejemplar de las mismas depositado en el Ayuntamiento. 
Por las referencias que a estas Ordenanzas se hacen en el Proyecto de 1907, podemos conocer los abrevaderos ubicados en el término municipal a mediados del siglo XIX y que eran los siguientes: 1) El llamado del Saltet; 2) El del Llano del Palacio; 3) El de Baldó, estos tres junto a la acequia del Riego Mayor de Alfaz; 4) El de la Fuente de la Barrinada, en el Barranco de Liriet; 5) El de la Fuente de la Reina, situado entre la heredad del Liriet y la de Carreres; 6) El de la Fuente de la Umbría de Morgoch, en la heredad de la Monja; 7) El de Ballester, en la heredad del mismo nombre y en el Barranco del Murtal y 8) El llamado de la Noria del Fondo, en las inmediaciones del pueblo, y destinado a caballerías.

NOTAS:
[1] En 1860 se produjo la conexión por carretera con Alicante y en 1880 con Valencia.
[2] La carretera Benidorm-Pego (actualmente CV-70 y CV-715) entró en funcionamiento en 1890. Su diseño y supervisión correspondió al ingeniero de Obras Públicas Juan Miró Moltó, padre del escritor Gabriel Miró, lo que explica su vinculación con Polop.

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