jueves, 17 de abril de 2014

La cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, un elemento importante en la historia religiosa de Benidorm y su Semana Santa.



Hoy es Miércoles Santo y en Benidorm un grupo de personas está preparándose para una procesión que, según lo programado, comenzará a las 22 horas y supondrá la culminación del trabajo de todo un año. Me refiero a los cofrades de Nuestro Padre Jesús Nazareno, una asociación que pronto cumplirá los cincuenta años. Su actividad forma parte de una serie de celebraciones religiosas profundamente enraizadas en la historia de la localidad desde hace muchos siglos. 
Y eso a pesar de que Benidorm ha cambiado muchísimo en los últimos sesenta años. Su enorme crecimiento demográfico ha ido acompañado de profundas transformaciones en todos los órdenes de la vida. En el plano religioso se constata que se ha pasado de ser una sociedad monolíticamente católica a otra muy variada, en la que conviven todo tipo de formas de sentir y vivir el fenómeno religioso. Ahora coexisten en nuestra ciudad otras iglesias cristianas como la Evangélica, Bautista, Testigos de Jehová, etc., a las que últimamente se ha añadido la iglesia Ortodoxa. Además hay lugares de culto para las religiones judía e islámica y otras minoritarias. Y hay que constatar también la irrupción de actitudes laicistas, molestas con el gran relieve social que cobran las manifestaciones religiosas típicas de estas fechas. 
Una gran pluralidad, algo que no nos sorprende a los que estamos acostumbrados a ver Benidorm como un gran conjunto de elementos muy dispares. El tópico del Benidorm de sol, playa y alcohol encuentra su contrapunto en este Benidorm de procesiones de Semana Santa. En esos días el centro de la ciudad se asemeja a muchas otras ciudades españolas en las que las cofradías, los pasos procesionales, los encapuchados, las saetas, etc, nos muestran una realidad que alguien describió como propia de "la España profunda", una expresión poco rigurosa pero que sin embargo ha tenido mucho éxito.

La cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que presento a continuación, fue la pionera de este tipo de asociaciones en Benidorm y en su gestación estuvo presente el alcalde Pedro Zaragoza secundado por muchas otras personas. Es un ejemplo de cómo la religiosidad católica de Benidorm ha ido evolucionando y se ha adaptado a la transformación que implicó su conversión en metrópoli turística y al cambio de la dictadura franquista al sistema democrático actual. Un aspecto que los interesados por la historia de nuestra ciudad querrán conocer. 

El texto lo redacté el año 2000 para el "Diccionari de Benidorm" una obra interesante dirigida por Pasqual Almiñana en la que participamos gran número de colaboradores. No se publicó en su día y tengo dudas de que se publique alguna vez, pero sigue siendo, a pesar de los años transcurridos, una obra muy interesante para conocer el pasado y el presente de esta ciudad.


Francisco Amillo.




Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno

En la religiosidad de Benidorm, la Semana Santa ha sido, tradicionalmente, uno de los momentos más importantes del culto cristiano. La celebración de los oficios religiosos típicos de esta fecha, las escenificaciones de la Pasión y Muerte y especialmente, las procesiones, han tenido una solemnidad y una participación popular superiores a cualquier otra festividad religiosa. Son unas celebraciones que han marcado un hito en el devenir de la vida cotidiana.


Pepe Albero diseñó el cartel y la portada del programa de actos de 2014.

Respecto a las procesiones, hay que indicar que en Benidorm, como en el resto de pueblos de la Comunidad Valenciana, existe desde hace siglos la costumbre de sacar los denominados Pasos Procesionales, o imágenes que representan escenas de la Pasión y Muerte de Jesucristo. Antes de 1936, había cuatro pasos que desfilaban por las calles de la localidad: Cristo Crucificado, la Virgen de los Dolores, Cristo Yacente y Cristo Resucitado. Actualmente, solo existe una de estas cuatro imágenes, la de Cristo Yacente, escultura de madera policromada del siglo XVIII que desde la desamortización del siglo XIX es de propiedad particular.

A partir de la década de 1960, con las transformaciones que implicó la actividad turística, la celebración tradicional de la Semana Santa cambió en Benidorm. La incorporación a su vida religiosa de nuevas formas de vida y de nuevas personas procedentes de otros puntos del estado español implicó la aparición de elementos que, como las cofradías, la vestimenta o el canto de saetas, eran ajenos a sus tradiciones. 
Las cofradías eran originariamente asociaciones de fieles constituidas para el ejercicio de obras piadosas y de caridad y para incrementar el culto público a su santo patrono. Actualmente, el aspecto más destacado de su actividad es ese último. 

La Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno es la más antigua de Benidorm ya que se fundó el 30 de octubre de 1967. Ese día se reunieron quince personas en los actualmente desaparecidos "Almacenes Zaragoza", situados en el número 4 de la calle Tomás Ortuño y que eran propiedad de Pedro Zaragoza Orts, alcalde de Benidorm pionero también en este aspecto. Según consta en el libro de actas de la cofradía, dichas personas estaban preocupadas porque Pedro Zaragoza había donado una imagen del Nazareno a la iglesia de Sant Jaume y en la procesión del Viernes Santo de ese año no la habían sacado en procesión por falta de andas y de personas que la organizaran. En esa primera reunión los presentes decidieron constituirse en cofradía con el nombre  de "Nuestro Padre Jesús Nazareno de Benidorm". 

Crearon una junta gestora que tenía como presidente a Diego Cano Enguera, que ocupó ese cargo durante 22 años, hasta su muerte en 1989. 
El resto de miembros fundadores eran los siguientes, enumerados en el mismo orden que en el acta de constitución:
Tomás Pallarés Navarro, 
Andrés Santamaría Buforn,
José Pérez Berenguer,
Emilio Ramírez Moreno,
Vicente Botella Ortuño,
Pascasio Escudero García,
Jaime Doménech Nuet,
Vicente Fuster Fuster,
Juan Pérez Berenguer, 
Pedro Devesa Fuster, 
José Iborra Lledó, 
Juan Pascual Gadea, 
Jaime Pérez Pérez
Francisco Fuster Fuster.

Posteriormente, en sucesivas reuniones, se dieron los primeros pasos para organizar la cofradía. Se fijó una cuota mensual de 50 pesetas para los adultos y de 15 pesetas para los menores de quince años con el fin de hacer frete a los gastos de adquisición de las andas, vestimenta, ciriales, etc, nombrando un cobrador que descontaría dos pesetas por recibo para cubrir sus gastos. Un cofrade presentó los planos de unas andas que había hecho su padre, propietario de un taller de imaginería en Orihuela. També se decidió adquirir túnicas a un sastre oriolano, un estandarte en Valencia, etc. 
Todo eso implicaba gastos superiores a los ingresos por cuotas y se decidió solicitar un crédito de 100.000 pesetas en la que entonces se denominaba Caja de Ahorros del Sudeste [1]. Se consiguió un crédito sin intereses y a devolver en dos años.

El Miércoles Santo de 1968 se celebraba la primera procesión con participación y organización de la cofradía. El programa de actos que se diseñó entonces se ha conservado a lo largo del tiempo. Lo que sí que ha variado posteriormente ha sido el itinerario de la procesión que en 1968 fue el siguiente: plaza Sant Jaume, calle Mayor, Alameda, plaza de la Cruz, calle San Roque, la Biga, Tomás Ortuño, Buen Pastor, Almendros, actual paseo de la Carretera, Santa Faz y de nuevo plaza de Sant Jaume. [2]

Dos aspectos muy distintos de Benidorm: unos turistas contemplan el paso del Nazareno en Semana Santa.

Los buenos resultados obtenidos les animaron a continuar perfeccionando la organización de la Semana Santa y la cofradía. Así, Luis Duart Alabarda, párroco de Sant Jaume, fue nombrado asesor espiritual y sus reglamentos fueron aprobados por el obispado de Orihuela-Alicante. Decidieron adquirir una plataforma con ruedas para las andas, dorarlas y crear un nuevo Paso para los niños de la cofradía. Las mujeres participaron en la procesión con la cofradía y se reglamentó su indumentaria: "Varias chicas han solicitado salir a la Procesión vestidas típicamente a la española, es decir, con teja, mantilla y traje negro". Para los hombres se dispuso que sólo los cofrades podrían salir con la vestimenta propia de la cofradía. Por su parte las niñas irían con "teja, mantilla, guantes y calcetines de color blanco con traje negro hasta encima de los pies". No se podría salir en la procesión sin el carnet de cofrade.

Las novedades introducidas costaban más dinero del que se ingresaba por las cuotas y el balance de los primeros años se cerró con déficit. Por tanto tuvieron que hacer uso de la imaginación para recaudar fondos. Pidieron subvenciones al Ayuntamiento, una comisión recorrió por las noches los comercios y establecimientos pidiendo ayuda, vendieron lotería de Navidad y medallas de la cofradía a 25 pesetas unidad, organizaron un belén viviente en la plaza del Castillo, etc. También recurrieron a rifas mensuales como por ejemplo la de "una lavadora super-automática, de costo sobre quince mil pesetas, a la cual se pueden sacar buenos beneficios". 
El problema económico se hizo más grave cuando el local donde guardaban gratuitamente las andas y otros elementos fue vendido por su propietario. Lo tuvieron que abandonar y en 1971 alquilaron un local en la calle Apolo XI número 8. Los ciriales se guardaban en la plaza del Castillo en el "antiguo edificio de la Guardia Civil".

A pesar de las dificultades económicas la cofradía crecía y en enero e ese año ya había 178 cofrades adultos y 160 niños; en aquella época las cuotas de las mujeres eran inferiores a las de los hombres. 
Se creó una banda de tambores y cornetas que recibió un donativo de Pedro Zaragoza para los trajes infantiles ya que había sido nombrado Hermano Mayor Perpetuo. Pero fue necesario adquirir instrumentos y organizar los ensayos. Esta banda contribuyó a la solemnidad de las procesiones y  durante algunos años fue una fuente de ingresos ya que su actuación se saldaba con superávit. Pero a pesar de eso, acabó desapareciendo y actualmente las bandas de tambores y cornetas provienen de otras asociaciones e incluso de localidades.

En 1972 se iniciaron las gestiones para adquirir una sede propia y se decidió adquirir una casa de la calle Condestable Zaragoza, formada por una planta baja y un piso. El precio de 1.200.000 pesetas y la proximidad a la iglesia de Sant Jaume, fueron factores decisivos. 
Fue preciso solicitar un nuevo crédito de 800.000 pts. a la Caja de Ahorros del Sudeste que fue firmado por quince cofrades. La decisión, aunque tuvo un coste elevado para sus posibilidades económicas, fue acertada. Tener un lugar fijo de reuniones era importante dado que anteriormente se celebraban en varios lugares: Almacenes Zaragoza, cine Avenida, pensión La Palma, grupo escolar Leonor Canalejas, etc. También era imprescindible tener un lugar donde almacenar las andas, ciriales y todo lo preciso para las procesiones. Además se habilitó una sala como bar que se alquilaba, lo que posteriormente produjo beneficios. 
Aunque durante los primeros años la adquisición de esta sede originó dificultades económicas, estas finalizaron pronto y el balance económico en 1976 ya era positivo. De nuevo la imaginación les había llevado a buscar formas de recaudar fondos: representaciones teatrales de tipo religioso como "Ha nacido el Mesías" o "El otro milagro", pero también excursiones e incluso un desfile de modelos en el bar de la Bolera en la calle Ruzafa.

La cofradía ha querido mantenerse como una entidad de carácter puramente religioso, sin implicaciones políticas. Pero no siempre fue así: en 1970, durante el régimen franquista, se nombró presidente de honor al entonces ministro de Información y Turismo, Alfredo Sánchez Bella. Con la transición democrática esto cambió y se limitó exclusivamente a actividades religiosas. Con ese criterio la cofradía se opuso, por ejemplo, a la petición de dedicar una calle a Emilio Ruzafa "ya que no queremos salirnos de nuestra condición religiosa, apartándonos totalmente de asuntos políticos."

Los acontecimientos políticos del final de régimen franquista y la transición democrática no impidieron su actividad aunque sí influyeron en ella: en el acta del 2 de marzo de 1978 se explica que estaban prohibidas las reuniones a causa de las huelgas y un cofrade quedaba en cargado de comunicar al comisario de policía el contenido de las reuniones semanales de la junta directiva. 
En el acta del 18 de julio de 1980 se indica que "se reza un padrenuestro para los cofrades difuntos", lo cual era habitual al inicio de les reuniones de la junta directiva. Pero lo que sigue ya no era habitual: "y para la paz de España", lo cual reflejaba la intranquilidad anterior al golpe de estado de febrero de 1982.
En 1992 aprobaron que el importe de las flores de los tronos, unas 100.000 pts., se destinaría a la asociación Víctimas del Terrorismo y se entregó al diario ABC. La medida fue muy bien recibida por los cofrades y también por otras personas, que donaron flores de sus huertos y jardines para las andas.

En 1983 se empieza a citar en las actas la conveniencia de derribar la sede y hacer una nueva. Se presentaron sus planos, con fachada al nº 9 de la calle Condestable Zaragoza y a la calle San Lorenzo. Habría un sótano para guardar las andas del Nazareno y la Pasión, ciriales, etc. Después vendría una planta baja para dependencias administrativas y una primera planta para sala de reuniones. 
Las obras no se iniciaron hasta finales de diciembre de 1984 porque querían recoger la mayor cantidad posible de dinero. El coste de la obra se estimaba en 7.500.000 pts. y se habían reunido 2.000.000. Se pidió un nuevo préstamo de  4.000.000 a la Caja de Ahorros de Alicante y Murcia a devolver en 5 años y a un interés del 16 % que entonces se consideraba favorable [3] 

De nuevo Diego Cano y otros quince socios salieron como fiadores del crédito. Por otro lado la participación de cofrades en los trabajos de electricidad, carpintería, fontanería, etc., hizo disminuir los gastos. El arquitecto que realizó el proyecto, Pere Joan Devesa Martínez, no quiso cobrar por su trabajo. La construcción la llevó a cabo Fermín Sánchez. Finalmente pudieron inaugurar su sede en junio de 1985.

La cofradía hizo frente a sus deudas y a los pocos años volvía al superávit. Continuó su vida normal, dedicándose a la organización de la Semana Santa. Los 14 carteles anunciadores que habían editado hasta ese momento, una parte de ellos diseñados por Ribes Sogorb, fueron enmarcados.
El cofrade José Bayona desde el diario y la radio Canfali hablaba de la cofradía y su finalidad.

En octubre de 1989, el hermano mayor Diego Cano estaba gravemente enfermo y se convocó una reunión para preparar los actos en caso de defunción: "En ese momento se interrumpió la reunión a las 23,15 horas de la fecha arriba indicada, con la llegada de un familiar de D. Diego Cano Enguera informando de su fallecimiento."
A pesar de que su muerte fue muy sentida por los cofrades, la cofradía continuó su actividad con normalidad: organización de las actividades de Semana Santa, celebración de misas por los cofrades difuntos, recaudación de fondos, etc. 

En 1992 la cofradía celebró su XXV aniversario y entre otras actividades preparó la edición de una medalla conmemorativa, la impresión de un programa especial y las actividades de los días 30 y 31 de octubre destacando una misa cantada en la iglesia de Sant Jaume con un organista contratado especialmente para el acto, una cena en el hotel Poseidon y obsequios a los cofrades fundadores. En el acta de noviembre de ese año se constata entre los miembros de la junta una cierta decepción por el escaso interés que habían mostrado los medios de comunicación por reflejar estos actos. Sólo el diario Canfali y Radio Sirena, dice el acta, se habían hecho eco de ellos. Se alude a un medio escrito al que se le había entregado la historia de la cofradía y no la quiso publicar. También se lamenta por la poca asistencia de cofrades a la misa y al homenaje a los fundadores.

En 1993 el número de cofradías de Benidorm se había incrementado. La del Nazareno había visto con interés su creación: en el acta del 6 de febrero de 1982, se comunica a los cofrades la creación de la Virgen de la Esperanza y la Paz y "todos los miembros asistentes se alegran infinitamente de todo ello ya que contribuirá a un mayor esplendor de la Semana Santa". Contribuyeron también con ayudas de varios tipos a su puesta en funcionamiento. Posteriormente surgió la idea de crear una Junta de Cofradías cuya denominación oficial es "Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de Semana Santa de Benidorm". Desde entonces cada año una cofradía distinta se encarga de organizar las actividades de Semana Santa. 

Al mismo tiempo se mantenían contactos con otras cofradías de la Comunidad Valenciana y del resto del estado español como Extremadura y Andalucía. Algunas de estas actividades venían de mucho antes: durante las inundaciones de 1982 causadas por la rotura de la presa de Thous, las relaciones mantenidas con la cofradía Nazareno de Alcira supusieron que algunos cofrades se ofreciesen para llevar ropa a los damnificados en sus vehículos.

Actualmente, la cofradía del Nazareno tiene casi mil cofrades pero participan unos 700. Su actividad comienza en la procesión del Domingo de Ramos, cuya impulsora había sido precisamente la cofradía. Amplió su trayecto que antes era demasiado corto e introdujo elementos nuevos como la participación de  niños representando escenas bíblicas. Destaca el asno que lleva un niño a lo largo de toda la procesión, emulando la entrada de Jesús en Jerusalén. 
Pero es en la procesión del Miércoles Santo donde más destaca la actividad de la cofradía. La procesión recorre algunas calles del casco antiguo en un trayecto que se inicia y finaliza en la iglesia de Sant Jaume. El itinerario ha variado a lo largo del tiempo y para los actos del XXV aniversario la cofradía pidió al Ayuntamiento que autorizara el tradicional. 

La procesión se inicia a las diez de la noche y se sacan las imágenes del Nazareno y de la Virgen de los Dolores. Se hacen dos paradas oficiales en la plaza de la Cruz y en la calle Apolo XI, donde se hace un toque de silencio. Desde 1981 se cantan saetas a lo largo del recorrido. En el acta de abril de ese año se dice que la procesión parará 12 veces para escuchar 24 saetas "en total unos 30 minutos más duradera que otros años". 
El Miércoles Santo los cofrades van vestidos de negro con franjas rojas y las cofrades van vestidas de negro con "teja y mantilla", elementos ajenos a la tradición valenciana pero introducidos por su supuesto carácter tradicional.

El Viernes Santo se celebra la Subida al Monte Calvario, que comienza a las siete de la mañana con pocos asistentes pero que finaliza a las 12 con una gran cantidad de personas que se han ido incorporando a lo largo de la mañana. Por la tarde se hace la procesión del Santo Entierro.

Actualmente hay en Benidorm, además del Nazareno, otras cinco cofradías surgidas en las nuevas parroquias que el crecimiento de Benidorm había hecho necesarias. Se trata de:

  • Real Cofradía de Nuestra Señora de la Esperanza y de la Paz, fundada en 1982 y promovida por la Casa de Andalucía. Sede en la Parroquia El Buen Pastor
  • Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón y de la Buena Muerte, fundada en 1989. Sede en la Parroquia Ntra. Sra. de la Almudena.
  • Cofradía Ntra. Sra. de los Dolores, fundada en 1993. Sede en la capilla del mismo nombre en la Parroquia Sant Jaume i Santa Anna, formada exclusivamente por mujeres.
  • Cofradía de Nuestro Señor Jesucristo en su Agonía en el Huerto de los Olivos,  fundada en 1995. Sede en la Parroquia San Juan Bautista. 
  • Hermandad Sacramental de La Santa Cena,  cofradía fundada en el año 2000. Sede en la Parroquia Ntra. Sra. de la Almudena.



NOTAS

[1] Más tarde pasó a denominarse CAM y desde 2011 SabadellCAM

[2] En 2014, según se indica en el programa oficial de las festividades de la Semana Santa el itinerario es: "Miércoles 16 de Abril, MIÉRCOLES SANTO. 22’00 h. Solemne Procesión de la Cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno, desde la Iglesia de San Jaime Apóstol.   Itinerario: Plaza de San Jaime, Mayor, Alameda, Plaza de la Cruz, Ruzafa, La Biga, Tomás Ortuño, Apolo  XI, Almendros, Paseo de la Carretera, Santa Faz y Plaza San Jaime."

[3] La inflación en los inicios de la transición democrática fue muy alta, llegando a un sorprendente 26 % en 1977. Luego, en la década de 1980, empezó muy alta pero fue moderándose. Los préstamos hipotecarios para adquisición de vivienda en esos años estaban en torno al 17 o 18 %.