sábado, 4 de noviembre de 2017

COSME BAYONA FUSTER, médico y personaje destacado de Benidorm en la primera mitad del siglo XX.



Francisco Amillo Alegre



Junto al mar y en el casco antiguo de Benidorm está la Plaça del Torrejó (Plaza del Torreón), cuyo nombre nos recuerda que la primitiva villa estaba amurallada. En esta plaza confluyen tres calles dedicadas a tres personas relacionadas con la sanidad de Benidorm. Dos representan el mundo tradicional, anterior a la ciudad turística surgida a partir de 1960. Son las calles Carmela Martínez y Metge en Cosme Bayona. La tercera calle relacionada con la Medicina es Metge Pérez Martorell, dedicada a José Pérez Martorell (1925-2017), un conocido y galardonado neuropsiquiatra. Pero este médico es de una generación que pertenece al Benidorm turístico: fue en 2010 cuando se puso su nombre a la antigua calle Ricardo.



La calle de Carmela Martínez se extiende desde la Plaça del Torrejó hasta el Carrer Major. Su nombre nos recuerda a una "sanadora" de Benidorm, Carmela Martínez Orts (1854-1938). Los sanadores eran unos personajes muy peculiares que, sin ninguna formación académica, se dedicaban a curar algunas enfermedades o dolencias porque se suponía que tenían ese don. Cada uno tenía su propia habilidad y la de Carmela Martínez era tratar las hernias, sobre todo de los niños. No cobraba nada a cambio. En esa época la solución quirúrgica estaba al alcance de pocas personas y ella curaba a los niños "trencats" (así se denominaba a los herniados) vendando la hernia. A su domicilio acudían personas de Benidorm y de los pueblos vecinos. El 17 de mayo de 1936 el pleno del Ayuntamiento de Benidorm aprobó por unanimidad premiar su trabajo humanitario durante más de cuarenta años dando su nombre a la calle de Sant Antoni, donde había vivido [1]. Consta en la documentación que se pagaron 75 pts. por "placas rótulos calles Gabriel Miró y Carmela Martínez" [2]. Es probable que al finalizar la guerra civil volviera a ser Sant Antoni eliminando el nombre de Carmela Martínez por haber sido puesto por los republicanos aunque no ha quedado constancia de ello en la documentación. Lo que sí está claro es que el 7 de enero de 1956, siendo alcalde Pere Zaragoza, se puso su nombre de nuevo.

También confluye en la Plaça del Torrejó la calle dedicada al médico Cosme Bayona  Fuster, conocido en Benidorm como "Don Cosme", el personaje a quien está dedicado el presente artículo. En la Revista Oficial de las Fiestas Mayores Patronales (ROFMP) de 1975, diez años después de su muerte, se publicó un breve artículo sin firma pero que es interesante por los datos que aporta [3]. En el Archivo Municipal de Benidorm, investigando para mi libro de Benidorm durante la Segunda República y la guerra civil, encontré muchas referencias a su actividad, lo cual me confirmó lo que verbalmente me habían dicho varias personas: fue un personaje muy influyente en la vida de nuestro pueblo. Por eso he redactado el presente trabajo. Espero que aproveche para dar a conocer este polifacético benidormense, muy activo en la política de su pueblo y que como médico tuvo que combatir enfermedades actualmente desaparecidas en nuestra ciudad porque era un Benidorm muy diferente al actual.




1. Reseña biográfica.
Cosme Bayona Fuster (Benidorm 3-5-1886 / Valencia 22-12-1965) nació en una familia de fuerte tradición marinera. No en vano era "descendent directe del patró Antoni Bayona, que el 1740 va rescatar de la mar la nau a la deriva on es trobaria la imatge de la Mare de Déu del Sufragi, patrona de la ciutat" [4]. Su padre, Pedro Bayona Bayona, era capitán de la marina mercante y se distinguió en  1898 porque con el barco "Isla de Luzón" de la "Compañía Trasatlántica Española" consiguió burlar el bloqueo al que estaba sometido el puerto de Manila por la marina de los Estados Unidos. 


Barco "Isla de Luzón" de la "Compañía Trasatlántica Española" con el que Pedro Bayona  burló el bloqueo al que estaba sometido el puerto de Manila por la marina de los Estados Unidos

Su madre Vicenta Fuster Orts también pertenecía a una familia muy arraigada en Benidorm. Pero sus hijos Pedro y Cosme no continuaron la tradición marinera de la familia Bayona y los dos se dedicaron a la Medicina. Cosme hizo sus estudios de bachillerato en una academia de la Vila Joiosa y obtuvo el título de bachiller en el instituto de Alicante. Estudió Medicina en la Universidad de Valencia, donde se licenció en 1908, e hizo el doctorado en la Universidad de Madrid en 1909.
Al finalizar sus estudios empezó a ejercer la medicina y su primer destino fue el de médico titular de Benitatxell, donde permaneció hasta el año 1912. Su objetivo era acercarse a Benidorm por lo cual aceptó ser médico titular de l'Alfàs del Pi. Esto le permitió vivir en su pueblo aunque tuviera que desplazarse todos los días al pueblo vecino: "Aunque pernoctaba en nuestro pueblo, diariamente se trasladaba a Alfaz, utilizando una tartana tirada por una jaca, estampa pintoresca que aún recuerdan algunos" [3].
Años más tarde cambió el carruaje por un automóvil. Sabemos que en 1931 ya disponía de un Ford porque su nombre aparece en el Archivo Municipal en el "Padrón formado para pago de la Patento Nacional de circulación de Automóviles" aunque no se indica la potencia en CV de su vehículo, cosa que sí que se hace con el otro médico de Benidorm, Miguel Martorell Lloret, propietario de un Ford de 14 CV [5].

Entre 1914 y 1916, según el ya citado artículo de la ROFMP, estaba ejerciendo la Medicina en Benidorm de forma privada. Indica también que en esas mismas fechas su hermano Pedro fue nombrado alcalde de Benidorm. Era el médico municipal y al ser este cargo incompatible con la alcaldía, renunció a él. Cosme ocupó su plaza la cual, según informaba el "Diario de Alicante" del 22-9-1916, tenía un sueldo de 1.500 pts anuales.
Una consulta al Archivo Municipal para precisar más estos datos me permitió comprobar que no se conservan las actas de las sesiones plenarias de esos años por lo cual no puedo ofrecer fechas exactas. Se conserva el libro de “Quintas y milicias” [6] que nos permite saber que el 12-6-1915 era alcalde Miguel Pérez Llaudés y que el 2-1-1916 lo era Pedro Bayona Fuster; su nombramiento de alcalde está por lo tanto entre esas dos fechas. También gracias al mencionado libro sabemos que el 5-3-1916 Cosme Bayona ya era médico municipal encargado de la revisión de los reclutas de ese año.

El médico Cosme Bayona Fuster. Fuente: ROFMP de 1975 y Diccionari de Benidorm.


El mismo año 1916 el Dr. Bayona contrajo matrimonio con Rosario Fuster Orts, miembro de una familia que, como la suya, estaba arraigada en Benidorm desde hacía siglos. Además, era una familia de ideología conservadora. El matrimonio tuvo dos hijos, Pedro (Benidorm 14-4-1918 / Reus 31-3-2005), que fue médico como su padre, y Manuel (Benidorm 1920 / Valencia 10-6-2017) que fue notario. Además tuvieron una hija, Vicenta (Benidorm 1923), que todavía vive en Valencia.

El 17 de octubre de 1917 se produjo un hecho insospechado y trágico: la desaparición en la mar de Pedro Bayona. Estaba pescando cerca de la isla acompañado de dos pescadores y nunca se ha sabido por qué causa desapareció su barca sin dejar rastro de ningún tipo. Las explicaciones de los vecinos fueron muy variadas. Algunas con muy poca lógica, como por ejemplo que habían huido al Norte de África. Otras más probables que iban desde un golpe de viento hasta un accidente con un barco de guerra o un submarino alemán. Esta última no era una hipótesis disparatada. Eran los años de la Primera Guerra Mundial y algunos sumergibles del Reich navegaron cerca de Benidorm y hundieron barcos mercantes de los aliados. Hay informaciones de los diarios sobre ataques y hundimiento en el mes de mayo. Hubo más ataques, llegada de lanchas de náufragos a Benidorm e incluso el hallazgo de una caja con explosivos y un torpedo "en excelente estado" cerca de Benidorm [7]  en el mes de diciembre de ese año. Estos hechos evidencian que debido a los ataques navales había un peligro real para los marineros.

"El Pueblo: diario republicano de Valencia" (14/12/1917).  El actual puerto de Benidorm se empezó a construir en 1919 por tanto lo que el artículo denomina "puerto" no puede referirse a él;  tal vez indicaba la playa (de Levante y sobre todo de Poniente) donde se varaban las barcas.


La desaparición de Pedro Bayona Fuster fue un hecho comentado en varios diarios de la época. Así lo publicaba "La correspondencia de Valencia" del 21-10-1917: "Dicen en Benidorm que entre el vecindario reina gran emoción por la suerte que pueda haber corrido su alcalde don Pedro Bayona y dos marineros que, juntamente salieron con él á pescar. Han transcurrido cuatro días, sin saber absolutamente nada de ellos, y se teme, con sobrado fundamento, hayan naufragado. El señor Bayona salió con los dos marineros en una lanchilla motora. El día éste [el 17] desde Benidorm se les estuvo viendo en el horizonte; pero llegó un momento en que desaparecieron y no ha vuelto á saberse más. Varias lanchitas, que han salido de Benidorm en busca de los desaparecidos, regresaron sin hallar rastro alguno. Se afirma la creencia de que han perecido ahogados".

Unos días después el "Diario de Alicante" (27-10-1917) informaba sobre el hallazgo del cuerpo del alcalde desaparecido: "unos marineros llegados de Benidorm han traído la noticia de que ha sido encontrado en la playa del citado pueblo en el punto denominado «La Teulería» un cadáver que identificado ha resultado ser el del alcalde y médico de Benidorm Pedro Bayona que pereció en un naufragio, con otros marineros recientemente". El periodista añadía finalmente: "La noticia no ha sido confirmada oficialmente." La tradición oral de Benidorm dice que nunca apareció tal cadáver.

La muerte de su hermano permitió a Cosme Bayona permanecer como médico municipal de Benidorm hasta su jubilación en 1956, exceptuando el periodo de la guerra civil. Además ejercía la medicina privada (en su consulta y en los domicilios) y participó en campañas de erradicación de algunas enfermedades. En el aspecto profesional se ganó el respeto de todos por su valía. También por su trabajo como docente: no había en Benidorm ningún centro oficial de enseñanza secundaria y para suplir esa carencia se fundó una academia. Sobre ella escribía Vicente Llorca: "Más tarde, hacia 1928, surgió una Academia para alumnos de Segunda Enseñanza, instalada primeramente, en uno de los pisos de la Farmacia Vives, y formada por personas que aunque no reunían las condiciones legales de la profesión, sin embargo tenían una gran vocación, a la que algunos como el Doctor Bayona o el Comandante Llinares, añadían excelentes conocimientos sobre la materia que explicaban. Esta academia, establecida sin afán de lucro, permaneció abierta hasta la guerra civil y dio un resultado extraordinario, ya que era uno de los pocos centros de la provincia que obtuvo excelentes resultados en las pruebas a que estuvieron sometidos sus alumnos en los organismos académicos provinciales, siendo muestra de ello el número de profesionales que iniciaron sus estudios en ella" [8].

Pero además de la medicina tenía otra pasión, la política, y en ese campo sí que se ganó numerosas e intensas animadversiones. Son los dos aspectos que analizaré a continuación: su práctica de la Medicina y su actuación política.




2. Cosme Bayona Fuster médico.
En una época sin un Sistema Nacional de Salud que garantizara la asistencia sanitaria a todos el ciudadanos, algunos no tenían recursos económicos para acudir al médico. Por esa causa se había creado en muchos municipios españoles la figura del médico municipal que atendía gratuitamente a las personas sin recursos. Esta actividad era compatible con la práctica de la medicina privada en su consulta.
En aquellos años los médicos de pueblo atendían todo tipo de incidencias: partos, enfermedades, accidentes laborales, epidemias, etc.  Los diarios de la época citan varios casos de accidentados en la carretera que fueron atendidos por el Dr. Bayona. Además hacía las autopsias cuando hacía falta y firmaba las actas de defunción para el Registro Civil.

Una enfermedad muy grave que en otras épocas era incurable y generaba un gran rechazo social era la lepraActualmente sabemos que está muy relacionada con la pobreza, la alimentación deficiente y la carencia de higiene, circunstancias muy frecuentes en nuestra comarca en siglos anteriores. En 1909 se había creado el sanatorio de Fontilles y se inició un campaña de erradicación de la lepra a la que el Dr. Bayona se sumó a partir de 1920. El Ayuntamiento también se implicó asumiendo los gastos del traslado de los afectados al mencionado sanatorio; consta que al 1931 lo hizo con Salvador Iborra [9].
Este dato es notable puesto que, por la alarma social que generaba, la lepra no se nombraba en la documentación municipal. Esta referencia es una de las pocas que tenemos. En el siglo XIX la lepra había sido muy frecuente en la comarca de la Marina y por el Boletín de la Cámara de Comercio de la Provincia de Alicante de 1892 sabemos que ese año había ocho familias leprosas en Benidorm [10]. Hasta el 1941 no se descubrió un medicamento efectivo, las sulfonas.

El año 1930 el Dr. Bayona participó en la campaña de erradicación de otra enfermedad muy extendida en aquellos años: el tracoma. Su propagación era notable en las familias más pobres puesto que es una infección que se produce sobre todo donde hay poca higiene, con escasez de agua y medicamentos. Son las moscas las que propagan la enfermedad, especialmente a los niños más pequeños que pueden contagiar a los adultos por contacto directo. Por eso la higiene de la cara y manos era fundamental para los niños y también para los adultos en contacto con ellos.
El tracoma es una inflamación de la córnea y de la conjuntiva causada por la bacteria Clamydia trachomatis. Produce lesiones en esas partes del ojo que pueden provocar la ceguera. En dicho año se creó en Benidorm un dispensario anti-tracomatoso que atendía también a varios pueblos de la comarca. Al frente del dispensario estaba el Dr. Bayona.

También actuó con éxito en algunas epidemias. El 18 de julio de 1931, con la Segunda República recientemente instaurada, el alcalde de Benidorm informaba al pleno municipal que varias familias habían solicitado se otorgara "un voto de gracias al médico titular don Cosme Bayona Fuster por su comportamiento profesional en la última epidemia gripal de los meses de marzo y abril último". La corporación dejó constancia en el acta del "reconocimiento del Ayuntamiento por su labor realizada" [11]. No objetó su trabajo profesional a pesar de que, desde el punto de vista político, el desacuerdo con el médico era grande.

Sabemos que su salario como médico municipal era de 183 pts. mensuales en 1928, equivalentes a 2.196 pts. anuales [12]. Para comparar hay que tener presente que el salario medio de un trabajador de Benidorm era de 105 pts. mensuales (1.260 anuales). Como contraprestación tendría que atender gratuitamente a 52 familias pobres [13].
En el "Libro-Registro Salida de Documentos" y con fecha 4-3-1936 encontramos que también atendía de forma gratuita a los carabineros de Benidorm: "A teniente carabineros. Manifestando que el Médico encargado de asistir gratuitamente a las fuerzas de carabineros de este municipio lo es el titular Don Cosme Bayona Fuster" [14].

El cargo del Dr. Bayona implicaba, además, ser inspector municipal de sanidad y tenía que emitir varios informes. Uno de ellos fue necesario para solucionar una antigua y poco higiénica costumbre: verter las aguas negras desde el final de la calle Condestable Zaragoza, donde hoy está la plaza de la Señoría, hasta la playa del Mal Pas que se había degradado por esa causa. En el archivo municipal se encuentra un "Expediente instruido por varios vecinos denunciando las malas condiciones en que se encontraba el tirador de basura enclavado en la calle de las Rocas [antigua denominación de Condestable Zaragoza]". Tiene fecha del 29 de agosto de 1933. Un grupo de vecinos se habían quejado de las molestias que ocasionaba y Francisco Farach Pérez como alcalde y Cosme Bayona como inspector municipal de sanidad lo recorrieron. Ese mismo día el Dr. Bayona emitía informe negativo y recomendaba su cierre inmediato. El alcalde tardó casi dos meses en informar al pleno municipal y no se indican las causas de tal dilación: "los vecinos de aquella barriada acuden en quejas por el mal olor que despide, por ello acompañado del médico Inspector Municipal hemos reconocido dicho tirador y después de examinado el estado en que se encuentra el Sr. Inspector me informa que inmediatamente debía clausurarse en bien de la salud pública" [15]. El pleno aprobó la construcción de otro "tirador", y que se contratara al albañil Bautista Grau Orts para hacer una pila y una conducción de arcaduces cerámicos hasta el mar. En el libro municipal de gastos de 1933 se indica su coste: "Diciembre 20, tirador basura y arreglo completo 419 pts."

También actuó como inspector municipal de sanidad en 1936. Fueron años de gran sequía y de escasez de agua potable, un problema secular del Benidorm tradicional. La escasez se veía agravada por la contaminación y se registraron algunos casos de cólera. Por esa causa el 2 de febrero de 1936 se enviaba al inspector provincial de Sanidad de Alicante un oficio a solicitando el análisis del agua de dos aljibes destinados a la venta al público: "adjunto tengo el honor de remitir dos botellas de agua que se abastece esta población propiedad de […] Doña Isabel Pérez Solera y Don Jaime Pérez Navarro […] por si tiene a bien ordenar su análisis". El día 22 de febrero el Dr.  Bayona enviaba otro oficio al Inspector Provincial de Sanidad informando que el agua estaba contaminada y se debía  esterilizar pero el Ayuntamiento no lo podía hacer por carencia de recursos [16].

Poco después de estallar la guerra civil dejó de ser médico municipal, ocupando ese cargo Miguel Martorell Lloret. El Dr. Bayona continuó con la medicina privada pero en 1937 fue militarizado y tuvo que trabajar en el Hospital de Sangre que estaba en Canfali. Era la antigua residencia de los Payà expropiada por el gobierno de la República y convertida en Hospital Militar nº 8. Cosme Bayona ejerció de médico: "He resuelto que los médicos y practicantes civiles que figuran en la siguiente relación, pasen a servir los destinos que a cada uno de ellos se les asigna, con la asimilación que también se indica, exclusivamente para efectos administrativos y durante el tiempo que presten servicio, surtiendo efectos para haberes esta disposición. [...] 
Para la clínica núm. 8  D. Cosme Bayona Fuster, asimilado a teniente médico" [17].

Después de la guerra civil la actividad médica del Dr. Bayona destacó en la erradicación de dos enfermedades infecciosas muy frecuentes en esa época: la tuberculosis y el paludismo.

a) La tuberculosis, también denominada tisis, era una enfermedad altamente contagiosa y contra la cual durante muchos años no se dispuso de una medicación efectiva. En Benidorm, en la década de 1930, era la primera causa de muerte por enfermedad infecciosa según datos del Registro Civil. Las causas de esta elevada mortalidad eran más bien sociales. Las malas condiciones generales de vida de las clases más humildes, particularmente de la vivienda o del trabajo en condiciones de hacinamiento, favorecían su transmisión por inhalación, especialmente entre los familiares más directos. Además se veía agravada por la escasa alimentación de la guerra y la posguerra. Cómo no se podían cambiar esas condiciones sociales se insistía en la higiene, pero con poca efectividad.
Hasta el descubrimiento del estreptomicina en 1944 y posteriormente de otros medicamentos, no tuvo cura efectiva. Los primeros años era una medicina muy escasa en España pero en Benidorm los marineros podían traerla de contrabando. Finalmente su difusión permitió que su incidencia menguara notablemente y aquí el Dr. Bayona tuvo un lugar destacado.

b) El paludismo, también conocido cono terciana, malaria o intermitentes, era una enfermedad endémica de Benidorm que en el pasado había causado una elevada mortalidad. La lucha antipalúdica se inició a la década de 1920 y continuó durante la Segunda República. Un remedio era la quinina y en Benidorm los marineros la traían habitualmente. Para prevenir la enfermedad, en 1936 eliminaron las larvas del mosquito anopheles que la transmitía. Para ello se vertió petróleo en las balsas y acequias donde se reproducían. Además se desecó la zona pantanosa que  había en el Rincón del Oix. Al llegar la guerra civil estas medidas de prevención se abandonaron y la enfermedad se reavivó. El año 1942 afectó a casi el 70 % de la población, lo cual suponía graves problemas económicos porque, aunque no tenía una mortalidad alta, obligaba a dejar de trabajar. Cómo se producía sobre todo en verano, afectaba también a los veraneantes y creaba una pésima imagen de cara al turismo. Según José Bayona: "bien pocas familias se vieron libres de ella. Los afectados, mientras no desapareciera la enfermedad, eran seres inútiles en su ocupación, pues el día que quedaban libres, entre los dos de fiebre alta, quedaban tan menguados de fuerza que no podían dedicarse al trabajo" [18].
Para evitar esos inconvenientes se volvió a la lucha antipalúdica y esta vez con éxito ya que se erradicó en poco tiempo, hacia el 1945. Se cambió la lucha contra las larvas por la lucha contra los adultos con insecticidas como el DDT y otros. Los enfermos se trataban con plasmoquina, atebrina y quinina y se les hacía análisis de sangre. Aquí fue importante la actividad de los doctores Bayona y Martorell. Se habilitó un dispensario antipalúdico en el Colegio de Nuestra Señora de los Dolores en octubre de 1943. Ambos médicos atendían el dispensario a tiempo parcial, compaginando su atención con las otras dedicaciones.

Un testimonio interesante para conocer la actuación profesional del Dr. Bayona lo proporcionó Encarnación Lloret Devesa "La Corrilla", nacida en Benidorm en 1901. En unas declaraciones hechas en 1965 explicaba: "inicié mis trabajos con el médico Don Cosme Bayona en calidad de enfermera. Entonces no había practicante. Yo tenía que ayudar en todo. Lo mismo inyectaba que asistía en sencillas operaciones. Todo desinteresadamente. Tanto el médico como yo caminábamos horas y horas para combatir el paludismo, desde el «racó» hasta la «cala». El doctor Bayona siempre estaba presto a ayudar por caridad y yo con él asistí a gentes muy pobres, a gitanos, a todo el que necesitara de nuestros servicios" [19].
Los testimonios orales de algunas personas que lo conocieron personalmente en sus últimos años como médico coinciden en afirmar que era muy apreciado por todo el pueblo debido a su eficaz trabajo profesional. Era habitual en esa época que las familias pagaran una "iguala", una cantidad fija mensual o anual, y a cambio el médico los atendía siempre que lo necesitaban.  Acudía con rapidez y resultaba muy efectivo por lo cual las familias estaban satisfechas con el sistema.
Algunas personas destacaban su carácter bromista. Peree Pérez comentaba en Facebook (6-6-2018) la siguiente anécdota:
"Una que me contó mi padre sobre el metge don Cosme.
Un vecino del pueblo, tropezó con una piedra y se destrozó el dedo gordo del pie. Se fue ver a don Cosme y le explicó: 
- Mire don Cosme, no he vist una pedra i m'ha desfet el dit.
Don Cosme se puso a escribir la receta y se la dio al herido.
Al leerla, le espetó al médico:
- Che, don Cosme, açó es una recepta per al oculista.
A lo que el médico le respondió:

- Eh, si no has vist la pedra..."

Pero algunos testigos señalan también el "mal genio" que tenía en los últimos años de su vida profesional, algo que sus pacientes le perdonaron por ser un buen médico. Si llegas al final de este artículo entenderás que motivos no le  faltaron para que su carácter se agriara a partir de 1944. Por eso lo que perduró en el recuerdo de los benidormenses fueron los grandes servicios que les había prestado.




3. La actuación política de Cosme Bayona Fuster.
La ideología de Cosme Bayona Fuster fue siempre conservadora por lo cual tuvo simpatizantes en las derechas y detractores en las izquierdas. Según Vicente Llorca antes de la Segunda República fue el representante más destacado del partido liberal: "Los últimos tiempos del Partido Liberal, antes de proclamarse la segunda República, fueron encabezados por el Dr. Cosme Bayona" [7]. Por los documentos de su proceso judicial sabemos que también militó en la "Unión Patriótica" durante la dictadura de Primo de Rivera.

Por esos años, en 1930, encontramos un intento por parte de un concejal de Benidorm para quitarle el cargo de médico municipal. La argumentación utilizada por su detractor no parece consistente y sí fruto de una rivalidad personal o más probablemente política. En el acta de la sesión de la Comisión Permanente del 10-5-1930 leemos: "el segundo teniente alcalde D. José Llorca Zaragoza manifiesta que el Médico Titular e Inspector Municipal de Sanidad de este Municipio Don Cosme Bayona Fuster desempeña el cargo de Presidente del Sindicato de la Comunidad de Regantes […] del Riego Mayor de Alfaz del Pi y Benidorm y según previenen las ordenanzas de dicha Comunidad […] este cargo es incompatible con cualquier cargo que ejerza autoridad ó jurisdicción  […] aquel cargo merma tiempo para dedicarse a la profesión del cargo que ostenta para este municipio".
Es muy discutible que ser médico municipal supusiera tener un cargo con "autoridad ó jurisdicción" que lo inhabilitara para presidir la comunidad de regantes. A pesar de esto los presentes aprobaron por unanimidad pedirle que renunciara a uno de los dos cargos por incompatibilidad. Cosme Bayona se negó y el 17-5-1930 se volvió a hablar de su dimisión: "el Inspector municipal de Sanidad, Síndico y Presidente del Sindicato del Riego Mayor de Alfaz del Pi y Benidorm hace ya cuatro ó cinco años que desempeña el cargo y no se ha reclamado con el mismo. […] D. José Llorca Zaragoza manifiesta que si bien es cierto que no se ha reclamado por parte de los propietarios de agua hasta el día de hoy […] ello no escusa su incompatibilidad […] no se exige más que el cumplimiento de la ley" [20].

El "Diario de Alicante" del 14-4-1928 reproducía la convocatoria para la elección de cargos para el Sindicato del Riego Mayor de Alfaz del Pi y Benidorm de acuerdo con el nuevo reglamento de 1927 que fue impulsado por Cosme Bayona.



La comisión municipal permanente ordenó a Cosme Bayona que renunciara al cargo de médico municipal. Pero el Dr. Bayona recurrió la decisión y el 5-7-1930 el gobernador civil le dio la razón dictaminando que la mencionada comisión se había extralimitado en sus funciones porque no tenía competencias en ese tema y anuló su acuerdo.

Durante su etapa al frente del Sindicato del Riego Mayor del Alfaz Cosme Bayona fue el impulsor del reglamento de 1927, un magnífico trabajo de organización y también de gran valor como fuente histórica dado que la mayor parte de los trabajos sobre dicho Riego lo citan como fuente de información [21]. Durante la Segunda República y la guerra civil la sequía fue una realidad penosa y constante y la Séquia Mare fue casi el único aporte de agua potable que tuvo Benidorm. 
Tan sólo por estos importantes aspectos el Dr. Bayona se merecía el reconocimiento de todos, pero ya hemos visto que las rivalidades ideológicas no dejaban ver los aspectos positivos de su gestión al frente de la Séquia Mare.

Este incidente nos recuerda otro aspecto de Cosme Bayona: el de propietario agrícola puesto que para ser presidente del Riego Mayor era necesario poseer horas de agua de dicho riego. Tenía propiedades en lo que ahora es la Colonia Madrid, en el Salt de l'Aigua y en l'Alfàs de Baix, probablemente heredadas de sus padres, dada la antigua costumbre de los hombres de la mar de invertir los beneficios de su actividad marítima en tierras de cultivo. Evidentemente Cosme Bayona no podía cultivarlas y las arrendaba a otras personas. Era habitual en esa época utilizar el sistema del "mitger" (mediero en castellano) que consistía en que el arrendador cultivaba las tierras a cambio de repartirse la cosecha a medias con el propietario.

Durante la Segunda República la mentalidad derechista del Dr. Bayona hizo que la animadversión hacia él se incrementara. En febrero de 1936 el triunfo del Frente Popular agravó la convivencia social y supuso el inicio de una violencia que desembocaría en la guerra civil en julio de ese año. Aunque en Benidorm la situación no fue tan grave como otros municipios, sí que  había un ambiente de revancha. La expulsión del párroco de Sant Jaume, Juan N. Segarra Segarra, es una prueba. Tenemos también el testimonio de Miguel Riaza Marina, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos de la Diputación Provincial de Albacete que veraneaba en Benidorm: "al llegar a Benidorm el día 12 de julio de 1936 era del dominio público el concepto de derechista de D. Ramón Rodríguez Pérez [secretario municipal] y la decisión (así se decía) de matarle en unión del Médico Cosme Bayona tan presto estallara la revolución" [22].
Afortunadamente, la actuación decidida del alcalde Jaume Ferrer Nomdedeu impidió que esas palabras se convirtieron en realidad y en Benidorm no se produjo ningún muerto por violencia política por parte de las izquierdas ni tampoco de las derechas finalizada la guerra. También se respetaron las propiedades de la mayoría de los habitantes, entre ellas las de Cosme Bayona. 
Pero que respetaran su vida y propiedades no quiere decir que no se tomaran medidas contra él. En el acta del 13 de septiembre de 1936 se explica que debido a su actuación política no merecía que la República "le tuviera consideración alguna" y se aprobó por unanimidad su destitución como médico municipal e inspector de sanidad, nombrando para el mencionado cargo al doctor Miguel Martorell Lloret.

En el año 1938 el desarrollo de la guerra resultaba muy negativo para el ejército republicano y se extendió la idea que la quinta columna saboteaba todas sus acciones. Se inició una investigación de enemigos de la República que desembocó en numerosas detenciones, a veces basadas sólo en sospechas. Benidorm también sufrió esta situación y ese año encarcelaron por breve tiempo algunos vecinos sospechosos de simpatizar con el bando sublevado. Entre ellos estaba Cosme Bayona [22].

Pedro Bayona Fuster, hijo del Dr. Bayona, había sido movilizado por el Ejército Popular de la República. El 21 de marzo de ese año aparecía su nombramiento en el "Diario Oficial del Ministerio de Defensa" en una relación de practicantes civiles que adquirían la condición de militares: "concederles la categoría de aspirantes provisionales de la Sección Auxiliar Facultativa del Cuerpo de Sanidad Militar, por el tiempo que dure la campaña". Se indicaba que residía en Benidorm, en la Plaza de Canalejas [24].
En mayo de 1938 el Ayuntamiento de Benidorm recibió comunicación de la 17ª Brigada Mixta informando que Pedro Bayona Fuster había desertado del ejército republicano y había pasado al sublevado. El pleno municipal decidió enviar copia íntegra del escrito al comité del Frente Popular [23].
Posteriormente la Comandancia Militar de Cataluña publicaba en La Vanguardia (5-7-1938) la orden de presentación urgente de un grupo de oficiales; entre ellos el oficial practicante de Sanidad Pedro Bayona Fuster. Una orden inútil porque hacía mes y medio que estaba al bando contrario.
Pedro Bayona era entonces, con veinte años, estudiante de Medicina. Al pasar al bando sublevado lo encerraron primero en un campo de concentración por miedo que fuera un espía y posteriormente lo destinaron a la primera línea en una unidad de requetés. Finalizada la guerra tuvo que repetir el servicio militar y finalmente pudo concluir sus estudios y obtener el título de médico. Ejerció un cierto tiempo en Benidorm pero finalmente se trasladó a Reus donde permaneció hasta su muerte. Son datos aportados por su hijo Pere Bayona Escat.

Si en 1938 la situación del Dr. Bayona era delicada, el que su hijo hubiera pasado al bando contrario complicó su situación en Benidorm y lo hizo todavía más sospechoso de "desafección a la República". Según testigos orales, las autoridades republicanas lo obligaron a trabajar gratis en las zanjas por la conducción de agua potable desde la Font  de Carreres hasta Benidorm. Por los documentos de su proceso sabemos que se colocó "un artefacto explosivo" en su domicilio que, afortunadamente, sólo ocasionó daños materiales pero se había atentado contra su vida y la de su familia. También indica esa fuente que fue juzgado en Alicante por un tribunal republicano y encarcelado junto con su esposa. Cosme Bayona estuvo encerrado en la Prisión Provincial de Alicante hasta que fue liberado por las autoridades franquistas tras la ocupación de la ciudad a finales de marzo de 1939.



Casa "San Pedro", en Benidorm. Era una casa de campo, residencia veraniega del marino Pedro Bayona y después de su hijo Cosme Bayona.





4. Los últimos años del Dr. Cosme Bayona.
Con todo lo que hemos visto está perfectamente clara la ideología conservadora del Dr. Bayona y la animadversión y persecución de las izquierdas hacia él. Al finalizar la guerra civil, su situación cambió radicalmente y los vencedores premiaron su fidelidad: en 1939 la nueva corporación municipal le devolvió su cargo de médico municipal. Su vida había recuperado el ritmo de antes de la guerra y así permaneció durante los primeros años de la postguerra, los más duros.

Pero en 1944 su destino cambió repentinamente. Las autoridades franquistas lo procesaron y condenaron por uno de los delitos que consideraban más graves: haber sido miembro de la masonería [24].
Es un hecho muy conocido que esta asociación, durante la Segunda República, fue abanderada de las ideas democráticas y republicanas. Pero en esa institución no se discriminaba a nadie por sus ideas. Su carácter filantrópico, basado en principios de fraternidad y de ayuda a los más necesidades se adecuaba muy bien a la ideología y a la praxis del Dr. Bayona por lo cual ingresó en dicha asociación. El suyo no fue un caso singular; hubo un grupo de masones de ideas derechistas, incluso falangistas.

Los masones fueron considerados por el régimen franquista como sus peores enemigos y procesó y condenó a todos los que pudo. Incluso al médico Cosme Bayona Fuster cuya trayectoria política fue claramente favorable al bando ganador. El "Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo" lo encausó por pertinencia a la francmasonería. 
La investigación sobre él se había iniciado en 1941 según consta en un escrito remitido al Colegio Oficial de Médicos de Alicante de fecha 25 de junio de ese año. Revisando los archivos incautados a la masonería se había encontrado una ficha que mostraba su ingreso en la logia Constante Alona de Alicante el 14 de abril de 1924 con el grado 1º de aprendiz y con el nombre simbólico de Darwin. Se indicaba que además "En Cuadros Lógicos de la Logia CONSTANTE ALONA nº1 de Alicante de 15 de Agosto de 1926 y 10 de Agosto de 1927, figura relacionado COSME BAYONA FUSTER".

Ficha de Cosme Bayona en la logia Constante Alona Alicante nº 3, aunque en los documentos del proceso se indica siempre la nº 1. El Dr. Bayona alegó que lo habían inscrito sin su consentimiento y que nunca había pagado ninguna cuota ni asistido a ninguna reunión. El tribunal consideró probada su pertenencia a la masonería pero valoró positivamente que no hubiera tenido ningún cargo dentro de ella.



Más tarde se añadió al expediente un dato sorprendente: Cosme Bayona había militado en partidos de izquierdas: "El Gobierno Civil de la Provincia de Alicante en escrito de fecha 11 de los corrientes [julio de 1944], participa que Cosme Bayona Fuster era de filiación izquierdista, antes del G.M.N. [Glorioso Movimiento Nacional] habiendo militado en los partidos de dicha tendencia".

Con estos datos el Tribunal Especial tenía elementos más que suficientes para actuar. Así lo indicaba en un documento fechado el 18-8-1944 y con un sello de SECRETO: "Después de tomadas las oportunas notas del escrito [...] procedente de la Dirección General de Seguridad [...] relativo a COSME BAYONA FUSTER [...] el cual se documenta con certificación de antecedentes masónicos expedida por la Sección Especial de los que del expedientado obran en el Archivo de la misma, debiendo significar a V.E. que dicho individuo no ha presentado hasta la fecha la declaración de retractación prevenida". 
Observamos que el tribunal añadía un nuevo elemento en contra del Dr. Bayona: no había cumplido con la obligación de retractarse de la masonería.
Por tanto se inició un proceso contra él: "Seguidamente se cumplió lo acordado y quedó registrado el presente sumario en el libro correspondiente, con el número anotado al margen [907/1944]. Doy fe". El proceso se inició el 10-8-1944 y concluyó el 17-4-1948.

En el sumario se incluye una certificación del secretario municipal de Benidorm, Ramón Rodríguez Pérez, a favor de Cosme Bayona. Reproduce un fragmento del acta del 13-9-de 1936 en la que consta cómo la corporación municipal de la República decidió por unanimidad destituir a Dr. Bayona como médico municipal: "la conducta seguida por el Médico Inspector municipal de sanidad Don Cosme Bayona Fuster el cual como político tiene mucho que desear no creyendo que su actuación es merecedora para que la República tenga que tenerle consideración alguna." Curiosamente lleva fecha del 1 de mayo de 1939, varios años antes del inicio del proceso.
A continuación se incluye en el sumario un escrito, fechado el 4 de mayo de 1939, es decir con la guerra recién finalizada como el anterior. Estaba firmado por "Don Juan N. Segarra Segarra y Don Basilio Martínez Cura párroco y coadjutor respectivamente de la Iglesia Parroquial de esta población de Benidorm". Los dos sacerdotes certificaban que el Dr. Bayona pertenecía a una familia profundamente religiosa y que siempre había sido un protector de la Iglesia y su influjo en el pueblo fue efectivo hasta que en 1936 se le destituyó como médico municipal: "su valiosa influencia local ha sido impuesta siempre en las diferentes ocasiones para que fuese respetada la Religión y Cultos hasta el año mil novecientos treinta y seis ha podido conseguir que no sufriera ningún daño y gozara de tranquilidad el desenvolvimiento del culto pero a partir de esta fecha ha sido perseguido no obstante ha continuado durante el movimiento protegiendo a los que por el cargo de sacerdote nos encontrábamos en situación apurada, recogiendo una religiosa en su casa. Su proceder y conducta son intachables y de verdadero afecto y simpatía a la España Nacional".  

A continuación sigue la declaración del propio Dr. Bayona fechad el 22 de febrero de 1945. En ella intentaba desmontar las pruebas que el tribunal tenía en su contra y así evitar su procesamiento:
- Afirmaba que nunca había pertenecido a la masonería "ni solicitado el ingreso en la citada secta".
- Por esa causa, afirmaba, no presentó la declaración de retractación.
- Su militancia en partidos de izquierda, tal como afirmaba el Gobierno Civil de Alicante se limitó a un único partido, "al partido de Acción Republicana al advenimiento de la República". Había sido fundado por Manuel Azaña y sorprende que el Dr. Bayona hubiese militado en él por ser de una ideología que chocaba con sus ideas conservadoras.
Finalmente recordaba que su familia había sido perseguida por las autoridades republicanas y él había sido encarcelado.

A pesar de todo lo anterior el Juez Especial de Alicante, con fecha 22-2-1945, decidió declararlo procesado en dicho sumario ya que "los hechos relacionados revisten los caracteres del delito definido en los artículos 1º y 4º de la Ley de primero de marzo de 1940; y de lo actuado resultan indicios de criminalidad contra COSME BAYONA FUSTER por lo que procede acordar su procesamiento".
Indicaba también el juez que dado el tipo de delito era pertinente la prisión provisional pero añadía que "atendidas las circunstancias y la falta de peligrosidad del encartado, procede acordar su libertad provisional". Por tanto los informes favorables sí habían sido tenidos en cuenta. Pero debería presentarse al tribunal siempre que fuese requerido y estaba obligado a comunicar cualquier cambio de residencia.
También estaba el tema económico ya que de acuerdo con la ley se podía exigir la responsabilidad civil a Cosme Bayona, cuyas propiedades (inmuebles y tierras), se habían valorado en 50.000 pts. Por eso el juez indicaba que "se debe poner este auto en conocimiento del Tribunal de Responsabilidades Políticas" que imponía sanciones económicas a los condenados por ese tipo de hechos políticos.

El día siguiente, es decir el 23 de febrero, se presentó el pliego de cargos contra él: pertenencia a la masonería y no haber presentado la declaración de retracción.
A este pliego de cargos El Dr. Bayona contestó con un escrito de descargo fechado el 25 de febrero. Resulta curioso el primer párrafo pues relaciona la masonería con el fomento del turismo: "después de recordar los tiempos de la fecha 14 de Abril de 1924 en la que se dice ingresé en la Masonería resulta que por aquella fecha en conversaciones que Alicante necesitaba fomentar el turismo, etc. y a este fin constituir Sociedades recreativas a las que debíamos contribuir los que vivíamos en los pueblos, no obstante hice caso omiso de ello".
Sin embargo, continuaba explicando, nunca perteneció a la masonería: "podríase sin mi voluntad expresa inscribirme en la logia a que hace referencia; pero puedo asegurar de una manera terminante que no aporté cantidad alguna, como tampoco satisfice cuota ninguna y lo que es más claro ni conozco esta sociedad ni me personé en ninguna reunión, de donde se desprende mi ignorancia de pertenecer a ninguna logia." 
Finalmente explicaba que por esa causa no había podido "hacer retractación alguna ya que como digo anteriormente ignoraba pertenencia a ninguna logia ya que, repito, ni me lo pusieron en mi conocimiento ni presentaron alguno de cobro ni me citaron a reunión alguna".   

El siguiente documento es el "AUTO DE TERMINACIÓN" que lleva fecha de 28-2-1945. Confirma la pertenencia a la masonería del Dr. Bayona con lo cual queda claro que el juez instructor Tomás Pereda Iturriaga no otorgó credibilidad a su afirmación de que lo habían inscrito sin su consentimiento. También recogió que había militado en Acción Republica al principio de la República y la persecución que había sufrido "durante el dominio rojo".
Su conclusión era que el Dr. Bayona debía ser juzgado por el delito de pertenencia a la masonería ya que era responsable en concepto de autor sin que existiesen circunstancias que modificasen su responsabilidad. La pena propuesta era la de reclusión menor en su grado más bajo de doce años y un día. Como penas accesorias estaban la inhabilitación para cargos públicos, una sanción económica y las costas:
"CONSIDERANDO que los hechos referidos [...] están recogidos en la Ley de 1º de marzo de 1940 y sujeto por lo tanto el procesado a sus sanciones, sin que le sean de aplicación las circunstancias modificativas de responsabilidad, por lo tanto el Juez Instructor eleva como
PROPUESTA DE PENA la de reclusión menor con sus accesorias correspondientes.
SE DECLARA TERMINADO el presente sumario que pasará al Ministerio Fiscal para calificación y una vez efectuado elévese al Tribunal".

La vista de la causa 10.810 se celebró en Madrid y allí tuvo que acudir el Dr. Bayona. Fue el 13 de marzo de 1945 a las 18 horas "en la Sala de Audiencias del Tribunal con citación del Sr. Fiscal y del procesado". Se indica en el acta que "interrogado el procesado por el Sr. Fiscal y Excmos. Srs. Vocales,se ratifica en sus anteriores manifestaciones y añade que no ha sido masón, únicamente un amigo suyo lo captó, pero no recuerda haber asistido a ninguna tenida. Fue de Acción Republicana y expulsado del mismo y si ingresó fue por oponerse a los socialistas. [...] Que traerá al Tribunal certificación de la abjuración que hará." Además entregó al tribunal dos documentos que el tribunal aceptó y que se adjuntaron al sumario.

El primero de ellos era un escrito de Miguel Riaza Marina, ingeniero de la Diputación de Albacete. Daba fe de que el médico Cosme Bayona durante la guerra civil ayudó a personas de ideología de derechas, tanto de Benidorm como de otras localidades. Es un testimonio interesante porque nos ayuda a entender la actividad del Dr. Bayona en aquellos difíciles años: "Puede resaltarse que estando él perseguidísimo, no vaciló en acudir diariamente a las casas de los que no tenían radio para comunicarles las noticias de origen Nacional y alentarles con su ejemplo y optimismo. Como médico no vaciló en certificar cuando fue preciso para salvar a los entonces llamados facciosos, recordando, entre otros, el caso de D. Carlos de Lambea, inspector de Unión y el Fénix español quien gracias a los repetidos certificados del Sr. Bayona, pudo eludir el presentarse en Madrid, donde le hubiera ocurrido algo desagradable. Desde el punto de vista económico, he de decir que estando él arruinado por la horda no cobró a ninguno de nosotros sus honorarios, para ayudarnos a soportar nuestra indigencia y si alguna vez sus hijos pescaban ó le sobraba alguna cosa de comida, nos la enviaba a los más necesitados, aun quitándoselo él de la boca.
[...] he de añadir que estando yo muy perseguido y oculto, el Sr. Bayona se atrevía á ir por casa dos veces al día: por la mañana para comunicarme noticias mientras yo no tuve radio, ó á contrastar las que yo tenía y por la tarde á hacerme la tertulia y con ello más llevadero mi encierro. Me hizo valientes certificados Médicos gracias á los que no me sacó de casa la policía con ocasión de una redada de indocumentados (yo lo era) y á virtud de otro certificado y de informes verbales sobre mi salud que dio, evitó, de modo sorprendente, en aquel entonces, que una ronda de policía que fue á Benidorm con el exclusivo objeto de detenerme y ponerme a disposición del Tribunal Popular de Alicante, se me llevara, librándome seguramente de la muerte".  

El otro documento que Cosme Bayona entregó al tribunal era un certificado firmado por Francisco Ronda Vives y Miguel Soler Sebastià indicando que eran primer teniente de alcalde y concejal del Ayuntamiento de Benidorm en 1925. Estas dos personas hacían constar que "en reunión celebrada bajo la presidencia del Sr. Delegado Gubernativo en el mes de Septiembre del año mil novecientos veinticinco fué elegido por unanimidad Presidente de UNIÓN PATRIÓTICA de esta localidad Don Cosme Bayona Fuster."
Habían firmado el certificado el 4 de mayo de 1939 y con él el Dr. Bayona quería dejar claro que al año siguiente de su ingreso en la masonería presidía un partido conservador que apoyaba el golpe de estado militar de Miguel Primo de Rivera, algo que suponía, sería del agrado del tribunal.

Pero estas declaraciones y testimonios no convencieron al fiscal que elevó a definitivas las conclusiones del Instructor.·A continuación, el mismo día pero ya sin la presencia de Cosme Bayona se hacía constar en el acta: "se reunió el Tribunal en sesión secreta acordando unánimemente dictar sentencia condenando al procesado a la pena de doce años y un día de reclusión menor, accesorias legales y lo conveniente en cuanto a responsabilidades civiles."
Pero a continuación el acta añadía un dato sorprendente: el tribunal "acordó dirigirse al Gobierno sugiriendo la conveniencia de conmutar la pena impuesta por la de inhabilitación y separación". Había tenido presente su actuación durante la República y la guerra civil y la persecución que había sufrido por sus ideas.

El siguiente documento es la SENTENCIA que ocupa un folio por sus dos caras. En los cuatro primeros considerandos repite la argumentación del fiscal y las penas indicadas en el acta. La novedad viene en el quinto:
"5º: CONSIDERANDO: Que cumplidas así las prescripciones legales en cuanto a penalidad, el Tribunal hace constar expresamente que la pena impuesta la reputa notoriamente excesiva, teniendo en cuenta la concurrencia de cinco circunstancias favorables al procesado, que son: el escaso grado obtenido en la secta, toda vez que no pasó del grado primero, la poca actividad desarrollada en la misma, ya que no desempeñó cargos, el pronto apartamiento, las persecuciones sufridas durante el dominio rojo y por último su escasa peligrosidad [...] el tribunal acuerda dirigirse respetuosamente al Gobierno que rige los destinos de la Nación sugiriendo la conveniencia de conmutar la pena impuesta por la sanción de inhabilitación y separación que preceptúa el artículo 8º de la Ley de 1º de Marzo y se sugiere asimismo la posibilidad de que pueda conservar su cargo en la Sanidad Municipal de Benidorm".

Finalmente se incluye el fallo del Tribunal, que fue publicado el 17 de marzo y del que el secretario del Tribunal informó personalmente al Dr.  Bayona. En él se especificaba:
"FALLAMOS: Que debemos condenar al procesado COSME BAYONA FUSTER como autor de un delito consumado de masonería [...] a la pena de DOCE AÑOS Y UN DÍA DE RECLUSIÓN MENOR y accesorias de inhabilitación y separación absoluta perpetua para el ejercicio de cualquier cargo del Estado, Corporaciones Públicas u Oficiales, Entidades subvencionadas, Empresas concesionarias, Gerencias y Consejos de administración de empresas privadas, así como cargos de confianza, mando y dirección de los mismos, separándoles definitivamente de los aludidos cargos."
En una providencia de ese mismo día 17 de marzo se indica que debía cumplir la prisión atenuada en su domicilio "con la obligación de presentarse los días: diez, veinte y treinta de cada mes ante el Sr. Comandante Jefe de la Guardia Civil".

El juicio contra el Dr. Bayona había sido rápido pero la burocracia posterior para conmutarle la pena que el propio tribunal había solicitado fue mucho más lenta.  La Presidencia del Gobierno comunicaba con fechas del 15 de junio y de 30 de noviembre de 1946 "la propuesta de conmutación de pena formulada por este tribunal con arreglo a la cual puede conservar su cargo en la Sanidad Municipal de Benidorm".
El 3 de agosto de 1946 se enviaba el Comandante Jefe del Puesto de la Guardia Civil de Benidorm un oficio del Servicio de Ejecutorias del "Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y del Comunismo" indicándole que se había aceptado la conmutación de reclusión menor y que por tanto ya no estaba obligado a presentarse tres veces al mes en el cuartel de la Benemérita de Benidorm.
Hay otro oficio dirigido al Ayuntamiento de Benidorm con fecha 20 de enero de 1947 indicando que la inhabilitación quedaba reducida a los cargos políticos y sindicales y que podía conservar el cargo en la sanidad municipal.  

El levantamiento del embargo de bienes fue aún más lento. El 17 de abril de 1948 el Servicio de Ejecutorias del citado tribunal comunicaba a la Audiencia Provincial de Alicante que en "la causa número 10.810, correspondiente al sumario 907-1944 del Juzgado Especial número Dos de los de este tribunal seguida contra COSME BAYONA FUSTER [...] y conmutación de pena acordada por el Consejo de Ministros, tengo el honor de poner en su conocimiento que por parte de este Tribunal no existe inconveniente para el levantamiento de los embargos que se trabaron sobre los bienes del mismo al tiempo de su procesamiento."
Pero los trámites se dilataron y hasta el año 1963 no le levantaron el embargo de bienes que como hemos visto se habían valorado en 50.000 pts.

Esta condena por masonería pesó como una losa en el Dr. Bayona y su familia, ignorándola sistemáticamente sin querer hablar nunca de ella. En Benidorm todo el mundo lo sabía pero no menguó el afecto por él ni la admiración por su valía personal y profesional. 
Cuando en 1956 llegó el momento de su jubilación el pleno municipal aprobó el pago de su pensión según consta en el acta del 5 de diciembre de dicho año. Se procedió a decretar su jubilación “por haber cumplido la edad reglamentaria [...] tiene acreditados en este Ayuntamiento, plaza única en la que ha ejercido 38 años, 5 meses y 29 días y de que el sueldo disfrutado durante los dos últimos años es de trece mil cuatrocientas setenta pesetas, el Ayuntamiento por unanimidad acuerda fijar en la cantidad de diez mil setecientas ochenta pesetas, la pensión anual de jubilación […] equivalentes al 80 % del sueldo regulador, más el derecho al percibido de dos pagas extraordinarias, pensión que será satisfecha por este Ayuntamiento". A partir de ese momento marchó a Valencia viviendo con su familia hasta su fallecimiento. 

Su nieto Pere Bayona me comunicó el siguiente:  "El abuelo murió en la ciudad de Valencia y lo fueron a enterrar en Benidorm; cuando llegó el coche con el ataúd, sin que sus hijos pudiesen decir nada, lo cogieron entre gente del pueblo y lo trajeron "en hombros" hasta el panteón familiar. Era una persona muy estimada que a menudo dejaba dinero bajo las almohadas de los enfermos que visitaba para que compraran comida."

En 1975, diez años después su muerte, Benidorm lo recordó  con un artículo en la Revista Oficial de las Fiesta Patronales y en agradecimiento nombró reina de las fiestas de ese año a una de sus nietas, a Pilar Bayona Escat.
Posteriormente el municipio puso el nombre de Metge en Cosme Bayona a la calle Leonor Canalejas en cuyo nº 2 había vivido y trabajado. Fue profeta en su tierra a pesar de haber sido perseguido por la izquierda y la derecha. Una víctima más de aquella vorágine de odios y de irracionalidad de la guerra civil que tanto de dolor trajo a nuestro país.



NOTAS.
AMB: Archivo Municipal de Benidorm.
  [1] AMB Acta del Pleno del 17-5-1936.
  [2] AMB 5203/7
  [3] Sin firma: "Breves aspectos biográficos de Don Cosme Bayona médico de la villa", ROFMP 1975
  [4] “Diccionari de Benidorm”, entrada Bayona Fuster, Cosme. Por Eusebi Chiner.
  [5] AMB 6016/1.
  [6] AMB 5128/6.
  [7] "El Pueblo"  diario de Valencia, 14-12-1917.
  [8] Llorca Zaragoza, Vicente: “Algunos aspectos de la vida histórica de Benidorm durante los siglos XIX y primer tercio del XX”, 1982.
  [9] AMB 4822/7.
[10] “Diccionari de Benidorm”, entrada lepra. Por Eusebi Chiner.
[11] AMB Acta del Pleno del 18-7-1931.
[12] AMB 4822/7
[13] Revista "Medicina Canaria", 28-3-1932.
[14]  AMB 4813/20.
[15] AMB 5154/12; AMB Acta del Pleno del 22-10-1932; AMB 5195/7
[16] AMB 4813/20.
[17] Circular del Ministerio de Defensa, 30-8-1937.
[18] Bayona Vives, Josep: “Benidormeries”, 1999 pág. 134.
[19] "Benidorm Boletín del Ayuntamiento de la Villa", nº 69, abril 1965.
[20] AMB 4820/5
[21] Amillo Alegre, Francisco: “Historia de Benidorm...”, año 2013, pág. 223
[22] AMB 7661/1.
[23] AMB Acta del Pleno del 15-5-1938.
[23] Diario Oficial Ministerio de Defensa nº 68, 21-3-1938.
[24] Sumario 907-44 contra Cosme Bayona Fuster por masonería. Centro Documental de la Memoria Histórica, Archivo. Salamanca, TERM,1080.

lunes, 2 de octubre de 2017

Un libro sobre Benidorm durante la Segunda República y la guerra civil (1931-1939).



He tenido mucho tiempo abandonado este blog. La causa ha sido haber estado muy ocupado en la redacción de un libro sobre Benidorm en el período 1931-1939, es decir durante los años de la Segunda República y la guerra civil. El editor, Vicente Sanjuán, me había invitado muchas veces a escribir sobre este tema pero yo tenía reticencias porque es un tema comprometido y porque pensaba que no habría materia suficiente para un libro.
Sin embargo al final decidí aceptar el reto. Sé que no existen la imparcialidad y la objetividad absolutas, pero se debe hacer el esfuerzo de intentarlo. He empleado mucho tiempo porque el tema, por lo delicado, se merecía una investigación cuidadosa, documentando muy bien todas y cada una de las afirmaciones y contrastando las fuentes.

El resultado ha sido un libro de más de 400 páginas y 20 capítulos. Como el título sugiere consta de dos partes: una sobre la Segunda República y otra sobre la Guerra Civil. Son dos partes complementarias aunque para leerlas no es preciso seguir el orden cronológico. En cada una de las dos partes hay tres capítulos que analizan temas específicos y luego el resto analiza los hechos siguiendo el orden cronológico en el que se desarrollaron.

Juan Díaz Ortuño, periodista, geógrafo y gran conocedor de Benidorm, me hizo el honor de redactar una presentación. Con ella el lector tendrá un resumen de las ideas desarrolladas en el libro así como una explicación  de su metodología.

A dicha presentación le siguen un prólogo y dos capítulos introductorios. En ellos pretendo explicar cómo se vivía en Benidorm, que por aquel entonces (tres primeras décadas del siglo XX) era una pequeña localidad de 3.000 habitantes. Sirven para entender mejor el período siguiente, esperanzador y convulso, que va de 1931 a 1939. Un período histórico que se inició con una gran ilusión, el sueño republicano, que desembocó en la pesadilla de la guerra civil y finalizó para Benidorm y para una parte de España con la amargura de la derrota, el exilio y la represión.






Benidorm durante la Segunda República.
La Segunda República suscitó un sueño de libertad e igualdad para muchos benidormenses, sobre todo para los menos favorecidos por la fortuna. En Benidorm la actividad agrícola era una importante fuente de riqueza y había una gran desigualdad en la posesión de la tierra, con un 60 % de explotaciones de tamaño tan reducido que sus propietarios no podían vivir de ellas y debían trabajar como braceros para los grandes terratenientes, en la mar o en lo que podían. 
En otro sector económico importante para Benidorm, la actividad marítima, también había grandes diferencias sociales entre los capitanes y oficiales que trabajaban para las grandes navieras y los pescadores. Y a su vez en este sector había diferencias entre los capitanes de las almadrabas o los pescadores de la isla, por poner dos ejemplos extremos.
El acceso a la cultura también presentaba grandes desigualdades: por un lado la tasa de analfabetismo era superior a la media española, sobre todo entre la población rural de las masías, lo que dificultaba sus posibilidades de ascenso social. Por otro lado había un influyente grupo de personas con estudios superiores de medicina, derecho, náutica, etc., que evidenciaba las diferencias en el acceso a la educación.


Cartel publicitario de la época: el consumo excesivo de alcohol producía numerosos accidentes laborales. En Benidorm se intensificó una campaña para erradicarlo entre los pescadores por considerarlo causa de numerosas muertes en la mar. Es uno de los aspectos de la preocupación por la educación del período republicano, que no se limitó a la educación infantil.


La Segunda República supuso una oportunidad de progreso para los menos favorecidos. A partir de 1931 se legalizaron la UGT (que en Benidorm se denominaba en un primer momento "Sociedad de oficios varios La Unión Obrera") y la CNT, las dos con fuerte implantación entre agricultores y pescadores.
A pesar de todas las dificultades que atravesó, el período de la Segunda República supuso un progreso para Benidorm y sus gentes. Y no fue fácil porque los efectos de la crisis mundial de 1929 se dejaron notar y a ellos se añadió una terrible sequía que dificultó la producción de alimentos. Pero aún así los salarios subieron y el bienestar de las personas mejoró. La limpieza de las calles y su iluminación, el tratamiento de las aguas fecales, la recogida de basuras, etc., mejoraron la vida de sus gentes. También se intentó erradicar la malaria actuando sobre las aguas estancadas,  reservorio de mosquitos transmisores de la enfermedad.
El pueblo se modernizó con la generalización del suministro eléctrico para el alumbrado público y doméstico, motores y electrodomésticos, entre los que destacó la radio. El teléfono, introducido en estos años, supuso un gran avance en las comunicaciones aunque sólo estaba al alcance de unos pocos.



En Benidorm el teléfono se inauguró el 4 de agosto de 1934.Los postes telefónicos se extendieron por su término y permiten fechar algunas fotografías. Fuente: Boletín de la CTNE.


La modernización de las vías de comunicación, especialmente el asfaltado de la carretera de Alicante a Valencia, permitiría la aparición de los primeros automóviles en Benidorm.
  
El turismo adquirió un fuerte impulso en este período y la palabra turista, que empieza a utilizarse estos años, fue desplazando a la tradicional de "veraneante". Surgieron los primeros hoteles y negocios dedicados a atender a la colonia estival, tan numerosa para la época, que en Benidorm ya empiezan a plantearse la desestacionalización. Este desarrollo se produjo en la playa de Levante y se vio favorecido por la construcción de la carretera de Benidorm hasta el Rincón de Loix.

Un problema que el municipio de Benidorm no acabó de resolver durante la República fue el educativo. En esta villa dedicaron mucho tiempo y esfuerzos para conseguir una educación universal y de calidad pero las autoridades municipales fracasaron en esos objetivos, especialmente en el de crear un grupo escolar.

Tampoco se pudo resolver el problema de la sequía porque fracasaron los proyectos de crear el Canal del Algar y revestir de cemento el cauce de la Séquia Mare.  Eso implicó no sólo menor producción de alimentos sino también un agua potable escasa y sin garantías higiénicas por lo que se registraron enfermedades transmitidas por el agua.

A pesar de estos fracasos, el balance del período 1931-1936 fue  positivo para Benidorm, pero sus logros se vieron truncados por el estallido de la guerra civil que supuso el inicio del declive de la Segunda República. El sueño de libertad de 1931 se convirtió en terrible pesadilla a partir de julio de 1936. Algunos han escrito que la guerra fue inevitable ya que era la consecuencia lógica de la República. En mi opinión la guerra civil se hubiese podido evitar si hubiese existido voluntad de evitarla. Pero una parte de la derecha y de la izquierda no aceptaba la democracia que el sistema republicano implicaba. Estas fuerzas veían el conflicto como un medio adecuado para conseguir sus objetivos políticos y estuvieron preparándose para él. Finalmente sus tesis se impusieron y la "tercera España" quedó arrinconada. El contexto internacional, con la crisis de las democracias europeas y el auge de los fascismos defensores de la guerra, agravó más la situación: sus "vientos de guerra" alentaron nuestra vorágine bélica.



Benidorm durante la guerra civil.
Durante el conflicto no hubo matanzas en Benidorm, un caso poco frecuente en nuestro país. Pero no fue por casualidad sino porque sus autoridades municipales controlaron a los exaltados de la localidad e intentaron impedir las actuaciones incontroladas de los milicianos de otros pueblos. No lo consiguieron en todos casos pero sí en la mayoría y desde luego lograron que se respetara la vida de todas las personas, tanto de derechas como de izquierdas.

La guerra supuso la movilización de muchos jóvenes de Benidorm, apartándolos de sus familias. Al iniciarse el conflicto algunos marcharon como voluntarios en el batallón Alicante Rojo. También se registran incorporaciones al cuerpo de Carabineros, que tan destacado papel tuvo en los combates.



Cartel de la Guerra Civil animando a alistarse en el cuerpo de Carabineros. En Benidorm disponía de cinco cuarteles y era muy apreciado. Por eso hubo bastantes jóvenes de la localidad que ingresaron en él.


Posteriormente, conforme los sublevados ganaban terreno, se produjeron las movilizaciones forzosas. Empezaron a llegar noticias sobre los muertos en el campo de batalla, un tributo que Benidorm tuvo que pagar como casi todas las poblaciones españolas. Con una diferencia: al ser de la zona republicana sus nombres no figuraron en ninguna placa junto a la iglesia del pueblo. He averiguado los nombres de algunos de ellos pero estoy seguro que faltan más. El listado de sus nombres es un homenaje a estas víctimas enroladas a la fuerza en una guerra que no buscaron y que murieron defendiendo la libertad y la democracia.




Informe sobre ausencia de daños en el bombardeo de Benidorm y Villajoyosa producido el 20 de agosto de 1938.


La guerra impuso serias privaciones a la población de Benidorm. Las actividades comerciales que permitían el suministro de la villa se vieron interrumpidas y fue preciso crear una economía de guerra. Al escasear alimentos y artículos de primera necesidad se recurrió a tasar los precios para que no se encareciesen excesivamente y aparecieron las cartillas de racionamiento para que su reparto fuese equitativo. Los problemas más graves vinieron con el desabastecimiento de trigo, con lo que el pan habría alcanzado precios exorbitantes si no se hubiese controlado su precio. Hubo que limitar su consumo. Finalmente el Ayuntamiento, denominado en esa época Consejo Municipal, tuvo que hacerse cargo de la compra de alimentos y distribuirlos a los comerciantes.

En condiciones normales la agricultura de aquella época era de autoconsumo con lo que las familias campesinas producían todo lo que necesitaban para alimentarse y vendían los excedentes. Pero los años de la guerra coincidieron también con otro período de fortísima sequía y las cosechas se vieron muy mermadas así como las disponibilidades de agua potable. De ahí que el Consejo Municipal tuviera que encargarse de organizar la venta de agua a domicilio. Hoy nos resulta inimaginable pero en aquella época el alcalde de Benidorm tuvo que ocuparse de comprar patatas o trigo y regular a cuánto se debía vender el cántaro de agua y cuántos litros podía adquirir cada familia. Esas eran las prioridades de aquella economía de guerra caracterizada por la escasez. Tanta que durante unos meses no tuvieron ni moneda y el ayuntamiento hubo de emitir unos vales que la sustituyeran.

Hubo un sector económico que funcionó bien durante estos años de escasez: el pesquero. Controlando la venta de pescado y llegando a acuerdos con la UGT y CNT que habían incautado las empresas del ramo, el Ayuntamiento pudo contar con unos ingresos constantes que paliaban el descenso de recaudación por la caída de la agricultura y del comercio. Los excedentes de pescado fueron muy útiles para adquirir otros alimentos. Por otro lado sus beneficios permitieron a la UGT de "la industria pesquera" hacer un préstamo sin intereses al Ayuntamiento para instalar un sistema de abastecimiento de agua potable desde el manantial de Carreres.

El final de la guerra registró un momento muy trágico para Benidorm. Me refiero al bombardeo del 29 de marzo de 1939 que causó la muerte de una anciana y una niña. La victoria de los sublevados estaba clara por la rendición masiva de los soldados republicanos. Algunos intentaron salir del país pero los vencedores decidieron impedirlo. Para cortar ese flujo de salida de republicanos decidieron bombardear y cortar la carretera Valencia-Alicante a su paso por Benidorm. También cerraron el puerto de Alicante con buques de guerra. Se vengaron y no quisieron dar a los vencidos el trato elegante y generoso que Velázquez retrató en su cuadro de la Rendición de Breda.


Para Benidorm la guerra civil finalizó el 30 de marzo de 1939 cuando un grupo de falangistas se hizo cargo del poder municipal. Poco después tropas de la división Flechas Negras ocuparon el pueblo y permanecieron en él varios meses. Aunque los mandos eran italianos había muchos soldados españoles en esa división. 


Con el final de la guerra vino una fuerte represión que en Benidorm afectó a muchas personas y creó un sentimiento de miedo que duró muchos años. Como el resto de España, el pueblo vivió sometido a una dictadura perdiendo derechos y libertades. Desde finales del siglo XIX España había tenido democracias imperfectas que en el siglo XX se transformaron en dos dictaduras militares, la de Primo de Rivera y la de Franco. Ese fue el sistema político que les tocó vivir a varias generaciones de españoles. Pero en medio de ellas hubo un breve paréntesis de libertad y democracia, el período 1931-1939 analizado en este libro…




Valoración personal.
Este libro narra y analiza unos hechos que no hemos vivido: han transcurrido más de ochenta años desde el inicio de la guerra civil española y sus protagonistas ya no están entre nosotros. Sin embargo lo ocurrido entonces nos sigue impactando emocionalmente y es difícil que podamos acercarnos a este período de forma totalmente aséptica, sin sentirnos implicados. Sin querer, cuando leemos o escribimos sobre este tema nuestras simpatías se decantan por uno u otro bando. Y peor aún: hay personas que proyectan aquel pasado sobre el presente. Un error porque, afortunadamente, la España actual tiene muy poco que ver con la de la década de 1930. Los españoles hemos cambiado mucho a lo largo de todo ese tiempo. Casi nadie cuestiona ya el sistema democrático, algo que no ocurrió en aquella época en la que muchos españoles se empeñaron en liquidarlo.

Al escribir la historia de esos años resulta imposible complacer a todos los posibles lectores, que buscarán cosas distintas en el relato. Y es que en realidad no hubo una República y una guerra civil sino millones de ellas, tantas como españoles, porque cada persona las vivió de una forma distinta y las transmitió a los suyos de acuerdo con sus vivencias.

Tal vez por estas causas se ha escrito mucho sobre la Segunda República y la guerra civil. En  esa ingente producción editorial predominaron en un primer momento las obras de los vencedores, que expusieron los hechos desde su perspectiva ideológica y con un claro afán de justificar una rebelión militar que liquidó la democracia conquistada en las urnas. Además se prohibía cualquier publicación que defendiese el punto de vista de los vencidos mediante una férrea censura de las obras impresas. Fue preciso esperar a que en 1961 se fundara en París la editorial Ruedo Ibérico gracias a la cual algunos españoles pudimos leer de forma clandestina obras de autores extranjeros destacando  la "Historia de la guerra civil española" de Hugh Thomas y  "El laberinto español. Antecedentes sociales y políticos de la guerra civil" de Gerald Brenan, que nos impactaron porque exponían los hechos desde una óptica diferente a la oficial.

 
En los dos bandos se animó a los jóvenes a ingresar como voluntarios en el ejército pero fue una medida insuficiente y ambos contendientes acudieron a las levas forzosas. Aunque antes de la guerra los jóvenes debían tener 21 años para ser reclutados,  durante el conflicto se fue llamando a jóvenes con menos edad.


 
Pero la verdadera eclosión de publicaciones sobre la República y la guerra civil vendría con la democracia y sigue en la actualidad con la publicación de memorias y trabajos de investigación. Su estudio produjo grandes síntesis sobre la evolución general del país y posteriormente se descendió al nivel autonómico, luego al provincial y finalmente al local, en cual hay que enmarcar el presente libro.
En este último nivel municipal, las diferencias entre las vivencias personales son más evidentes. Unos municipios estuvieron en el bando vencedor desde el inicio del período bélico y otros, como Benidorm, permanecieron todo ese tiempo en el bando derrotado. Está claro que los miedos o esperanzas de unos y otros  ante el desenlace de la guerra y la represión de postguerra fueron muy diversos.

En esta obra he pretendido analizar y explicar cómo se vivió este convulso período 1931-1939 en el pequeño pueblo que era entonces Benidorm. Antes de empezar el trabajo no tenía ninguna idea preconcebida al respecto y a lo largo de él sólo he buscado conocer y entender lo que realmente pasó, en la medida que las fuentes de información me lo han permitido.
Una cosa que he tenido presente al analizar el período de la guerra civil ha sido no utilizar las denominaciones de la época para los dos bandos en conflicto. Nacionales eran casi todos los españoles, no sólo los del bando franquista. La denominación de rojos para el bando republicano también es incorrecta: no todos eran revolucionarios ya que eran muchos los que creían en la democracia parlamentaria. Por eso he preferido designar un bando como "los sublevados" y otro como "los republicanos", denominaciones que, en mi opinión, son menos subjetivas que sus contemporáneas.

He dado prioridad a los documentos oficiales, ocupando un lugar importante, por la cantidad y calidad de datos que aportan los generados por el Ayuntamiento de Benidorm, especialmente las actas de las sesiones plenarias. Desgraciadamente en décadas pasadas se dejó perder una parte importante de documentos por considerarlos papeles viejos e inútiles. Los libros de registro de correspondencia nos muestran la gran cantidad de oficios y comunicados que hemos perdido. Por eso la información municipal tiene limitaciones que han afectado al contenido de este libro. 
La prensa de la época, que nos acerca a los hechos, percepciones y sentimientos de los protagonistas del momento, también ha sido otro recurso muy útil.
Lógicamente, además de la documentación y la prensa, he utilizado  la información bibliográfica aunque constaté desde el principio que hay muy poco publicado sobre el Benidorm de este período. Por eso más que como fuente de información ha sido útil para enmarcar los acontecimientos  en su contexto comarcal, provincial y nacional.


Con todas estas informaciones he intentado establecer y explicar cómo fue el período 1931-1939 en Benidorm, un pueblo que presenta peculiaridades muy interesantes. He intentado ser lo más objetivo posible dando como cierto sólo lo que he podido verificar. En el relato histórico no vale lo verosímil, es decir lo que pudo ocurrir, sino lo que realmente pasó, algo que no siempre podemos conocer. Es la miseria pero también la grandeza del historiador que sabe que por muchas cosas que averigüe son muchísimas más las que desconoce.

Este libro sólo tiene una finalidad: conocer los hechos más significativos de un período decisivo en la historia de Benidorm. Pero debe narrarse y leerse entendiendo que aquellas generaciones de españoles vivían con unos sistemas de valores distintos, que tenían diferentes formas de entender la política, la sociedad, la economía, la religión, etc. y que no fueron capaces de articular un sistema que aglutinase todas esas diferencias en un marco de respeto y tolerancia. Buscaron imponer sus ideas y el resultado fue dramático.

Por eso resulta imprescindible el conocimiento de este período. Sólo conociendo y analizando los éxitos y errores de los que nos precedieron podremos en el futuro mejorar los primeros y  evitar los últimos: "aquellos que no recuerdan el pasado, están condenados a repetirlo" decía Santayana. Sería triste que olvidásemos el sueño republicano, su fracaso y el sinsentido de la cruel y fratricida guerra civil que tan profunda huella dejó en varias generaciones de españoles… 



Contenido de la obra.

Presentación, por Juan Díaz Ortuño.
Prólogo.

1. Los antecedentes: Benidorm en el primer tercio del siglo XX.
2. Vida cotidiana en las primeras décadas del siglo XX.


PARTE I: La II República, 1931- 1936.
  3. Los inicios del sueño republicano: 1930-1931.
  4. Benidorm en 1931: el nuevo ayuntamiento republicano.
  5. Benidorm en el bienio social-azañista (1932 y 1933).
  6. Benidorm durante el Bienio de Derechas (1934-1935).
  7. Primer semestre de 1936: un período decisivo.
  8. Escuelas y educación durante la II República.
  9. La modernización de Benidorm: electrificación, automóvil y teléfono.
10. La actividad turística durante la II República.


PARTE II: la Guerra Civil (18-7-1936 al 30-3-1939)
11. Los primeros días del conflicto: de sublevación militar a guerra civil.
12. Persecución religiosa en Benidorm: julio-agosto de 1936.
13. Benidorm en guerra: observatorios de la DECA, nidos de ametralladora, bombardeos y víctimas.
14. Segundo semestre de 1936: alcaldía de Jaime Ferrer Nomdedeu.
15. Primer semestre de 1937: alcaldes Emilio Ruzafa Roig y Marcos Ivars Pérez.
16. Segundo semestre de 1937: alcaldía de José Fuster Sánchez.
17. El año 1938: alcalde José Pagés Barceló.
18. Año 1939: colapso republicano y exilio norteafricano.
19. Comportamiento demográfico de Benidorm durante la guerra civil.
20. La represión franquista "Vae victis!".

Epílogo.


Documentación y bibliografía.